Perseidas, ciencia y deseos

La veraniega lluvia de meteoros, también conocida como lágrimas de San Lorenzo, congregó a más de un centenar de personas para su observación con la asociación Astronomía Sevilla en Almadén de la Plata.

h - Actualizado: 11 ago 2016 / 21:21 h.
"Astronomía"
  • Los miembros de la asociación impartían explicaciones antes de proceder al visionado del cielo estrellado. / Fotos: María Caballero
    Los miembros de la asociación impartían explicaciones antes de proceder al visionado del cielo estrellado. / Fotos: María Caballero
  • Hasta los más pequeños disfrutaron de la experiencia.
    Hasta los más pequeños disfrutaron de la experiencia.
  • Decenas de curiosos acudieron a la cita en la finca El Berrocal.
    Decenas de curiosos acudieron a la cita en la finca El Berrocal.

Su observación es posible durante todo el mes de agosto, si bien la presente noche del viernes al sábado se espera más intensa. La asociación Astronomía Sevilla prefirió, sin embargo, realizar la actividad el pasado sábado, para que la creciente luna no quitara visibilidad al cielo estrellado. Y funcionó: las exclamaciones y gritos de ilusión surgían de la multitud cada vez que una estrella atravesaba el cielo.

El presidente de la asociación, Manuel Oropesa, explicó el fenómeno: «cada vez que la Tierra cruza la zona de escombros donde estuvo el cometa Swift-Tuttle, éstos entran cual bólidos a gran velocidad en la atmósfera, convirtiéndose en meteoros que se desintegran. Se pueden ver hasta 500 por hora». ¿Y por qué se llaman Perseidas?: «porque se ven cerca de la constelación de Perseo», al noreste.

La actividad se desarrolló en la finca El Berrocal, junto a un vecino Almadén de la Plata que celebraba las fiestas de la Virgen de Gracia –cohetes incluidos como si de antiperseidas terrestres se trataran–. En el cortijo, en un entorno natural y paisajístico inmejorable, los 128 asistentes disfrutaron de una noche con mucha ciencia y diversión, pero también, de filosofía y mitología. Y es que la atracción que las personas sentimos por las estrellas se traduce de distintas formas. Por ejemplo, en el deseo del pequeño de nueve años José Emiliano, cuya familia fue a la actividad desde Morón de la Frontera sólo por él, porque «de mayor quiero ser astronauta». Su madre, Yolanda Espejo, fue provista de todo lo necesario para pasar la noche a la intemperie: comida, sillas, mesas, abrigos y luces rojas, necesarias para no deslumbrar la visión y disfrutar de los telescopios. «Las perseidas pasan tan rápido que a veces no me da tiempo a pedir el deseo y tengo que terminarlo en la próxima estrella fugaz», decía José Emiliano.

Desde Alcalá de Guadaíra llegaron Luz María Martel y su familia. Ella acudió por «la fascinación que me producen las estrellas fugaces y la astronomía», que, como historiadora del arte, relaciona con los enigmas mitológicos y artísticos. Entre el ordenado y entregado gentío se escuchaban las cuentas de los más pequeños: «¡Yo llevo ya ocho estrellas!», comentaban entusiasmados.

La actividad no sólo se centró en la divulgación y observación de las Perseidas, sino que la veintena de miembros de la asociación acudieron cargados con sus telescopios, orientando cada uno a un objeto celeste. Pequeñas colas de gente se acumularon tras estos delicados objetos. Como explicaba uno de los socios de Astronomía Sevilla, Raúl Pereira, «no tenemos máquinas para ver el futuro, pero si para ver el pasado: los telescopios», aquellos que permiten ver la luz viajante de estrellas que pueden estar ya muertas. Apuntaban a atractivos objetos como la protagonista constelación de Perseo y el doble cúmulo del mismo nombre, las galaxias de Andrómeda o del Cigarro, Marte, Saturno, y otras nebulosas y anillos.

Con la observación de las perseidas, Astronomía Sevilla y su veintena de activos socios, englobada en la federación Cielo de Comellas y perteneciente a la Red Andaluza de Astronomía, cumple un año más su compromiso divulgativo, –y ya van más de doce–. Una actividad que se complementa con tantas otras, como el «cielo del mes» y los cursos de astrofísica y astronomía en la Casa de la Ciencia de Sevilla.

Estos aficionados y profesionales de la astronomía no creen en las leyendas, como pedir deseos cuando vemos una estrella fugaz. Pero, ¿quién puede resistirse a hacerlo? Esta noche tenemos la mejor oportunidad.