«Por poco nos matamos todos»

Uno de los heridos critica que no se efectuase el transbordo que se había anunciado a los pasajeros y que finalmente el tren pasase por una zona que estaba inundada. Adif afirma que es la primera vez en 26 años que se anega la zona del descarrilamiento

30 nov 2017 / 20:20 h - Actualizado: 30 nov 2017 / 20:41 h.
  • Estado de las vías en Arahal este jueves. / Europa Press
    Estado de las vías en Arahal este jueves. / Europa Press
  • Estado en el que ha quedado la vía de ferrocarril tras pasar el tren de pasajeros de la línea Málaga-Sevilla. / EFE
    Estado en el que ha quedado la vía de ferrocarril tras pasar el tren de pasajeros de la línea Málaga-Sevilla. / EFE
  • Técnicos de ADIF reparando el trazado ferroviario. / EFE
    Técnicos de ADIF reparando el trazado ferroviario. / EFE
  • Técnicos de ADIF reparando el trazado ferroviario. / EFE
    Técnicos de ADIF reparando el trazado ferroviario. / EFE
  • Técnicos de ADIF reparando el trazado ferroviario. / EFE
    Técnicos de ADIF reparando el trazado ferroviario. / EFE
  • Técnicos de ADIF reparando el trazado ferroviario. / EFE
    Técnicos de ADIF reparando el trazado ferroviario. / EFE
  • Técnicos de ADIF reparando el trazado ferroviario. / EFE
    Técnicos de ADIF reparando el trazado ferroviario. / EFE

Un vecino de Vélez-Málaga (Málaga), José Franquelo, herido en el accidente de este miércoles al descarrilar un tren en Arahal (Sevilla), ha afirmado que los pasajeros tuvieron «mucha suerte», que por poco se matan todos y considera que ha vuelto a nacer.

«He vuelto a nacer», manifestaba Franquelo en un vídeo que grabó con su teléfono móvil momentos después del accidente junto a las vías del tren y que envió a algunos amigos para que supieran que estaba bien, aunque con un fuerte dolor en la espalda, y en el que mostraba algunos restos del convoy y las vías destrozadas.

«Quería que viesen la suerte que habíamos tenido y que aquello podría haber sido una catástrofe mayor, ya que en el lugar por el que pasó el tren, a una velocidad que no sé si era la adecuada, habían saltado trozos de la vía e incluso grapas de hormigón», ha explicado a Efe este afectado, que sufre una contractura cervical y otra dorsal.

Franquelo ha criticado que no se efectuase el transbordo que se había anunciado a los pasajeros y que finalmente el transporte pasase por una zona que estaba inundada.

Ha explicado que a la altura de Marchena informaron a los viajeros de que en la zona de Arahal se haría un transbordo en autobús, «debido a que la vía estaba inundada».

«Sin embargo, poco después volvió el revisor y nos dijo que se podía pasar, y a los pocos minutos de aquello, por poco nos matamos todos, y es lo que no entiendo», ha relatado este empresario de Vélez-Málaga.

Ha señalado que tras descarrilar, el convoy atravesó un puente, en el que quedaron algunos de sus trozos, y que si llega a impactar contra esta estructura en lugar de seguir avanzando «habría ocurrido una gran desgracia».

Franquelo ha confirmado que él iba en el último vagón y que notaron un salto y que luego «todo se inclinaba», mientras el tren recorría unos 300 o 400 metros.

«Fue un caos, con maletas cayendo y algunas personas muy nerviosas; luego vino un olor fuerte a gasoil y nos intentamos poner todos a un lado para compensar el peso, porque parecía que íbamos a volcar y a caer sobre la zona embarrada», ha precisado.

Asimismo, ha lamentado el tiempo que tuvieron que estar los pasajeros junto a las vías mientras esperaban a ser recogidos por otro tren, que llegó «casi a tres horas».

Tras llegar a Sevilla, Franquelo y otros viajeros malagueños fueron trasladados en autobús hasta la capital costasoleña.

LA PRIMERA VEZ QUE SE INUNDA ESA VÍA EN 26 AÑOS

La empresa Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) ha dicho del descarrilamiento de un tren sucedido en Arahal (Sevilla) que es la primera vez, desde su puesta en servicio hace 26 años, que las lluvias han anegado en el tramo donde se produjo el accidente.

Según una nota de Adif, a la espera de las conclusiones definitivas de la investigación interna de Adif, y que se remitirán a la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) en un plazo de tres meses, «los datos conocidos hasta el momento apuntan a que una gran avenida de agua anegó el cauce y descalzó la vía donde se produjo el descarrilamiento».

Adif continuará en los próximos días con las investigaciones abiertas internamente para esclarecer las causas del descarrilamiento.

Los técnicos de Adif prosiguen los trabajos empezados ayer para la reparación de la vía, afectada por una crecida imprevista del río Guadaíra y restablecer la circulación ferroviaria en la línea que une Málaga y Sevilla.

Los trabajos se han centrado en la consolidación del terreno afectado por las lluvias, tanto en la vía como en los caminos de acceso, para que puedan actuar los vehículos de obra y los dos trenes taller enviados a la zona, uno por cada lado.

En el punto donde los daños son mayores, será necesaria la actuación de un tren de balasto y, posteriormente, de una bateadora y por el momento, no existe una previsión para el restablecimiento del tráfico ferroviario.

Hasta el momento del descarrilamiento, Adif garantizó los reconocimientos de vía estipulados en el Manual de Prevención y Gestión de Incidencias de la compañía, cumpliendo los protocolos según la clasificación de riesgo de la zona y las alertas recibidas por la Aemet.

La Aemet remitió a Adif avisos específicos sobre la intensidad de lluvia, con una periodicidad de 6 horas y una vigencia de 24, para los puntos identificados en las líneas.

Tras varias alertas, a las 6:00 horas del día del siniestro se recibió un aviso sobre inexistencia de alarma por lluvias a partir de las 7:00 en esa línea y se mantuvo la vigilancia en cabina por un tren de la mañana para observar el estado de la línea.

Un maquinista de una circulación anterior alertó sobre las 7.30 horas de la existencia de agua en un punto no clasificado como inundable, en el kilómetro 25 (a seis del accidente), se examinó el punto indicado y se suspendió la circulación en este punto.

Posteriormente, desde las 9.23 horas, al detectar que el agua había bajado lo suficiente, se restauró el tráfico a una velocidad limitada de 5 kilómetros por hora, y a las 9.55 se incrementó la velocidad a 30, y con esta limitación de velocidad circuló el tren por este punto, no existiendo otras restricciones de velocidad donde ocurrió el descarrilamiento.

Tras el descarrilamiento, a las 12.17, se recibió en el Puesto de Mando de Adif información de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que alertaba de la crecida del Guadaíra en el término de Arahal.