Puerto Gelves busca salir a flote con el primer hidropuerto fluvial del país

Una empresa solicita al Gobierno central poder fletar hidroaviones turísticos en el Guadalquivir

Iñaki Alonso @alonsopons /
16 may 2015 / 10:35 h - Actualizado: 16 may 2015 / 23:35 h.
"Turismo","José Luis Benavente Ulgar"
  • Vancouver (Canadá). Un modelo de hidropuerto.
  • Aterrizaje de un hidroavión en el Hidropuerto de Vancouver (Canadá).
  • Vista aérea tomada por uno de los aviones de Aerotablada donde se ve el cauce del río y las instalaciones de Puerto Gelves. / Aerotablada
    Vista aérea tomada por uno de los aviones de Aerotablada donde se ve el cauce del río y las instalaciones de Puerto Gelves. / Aerotablada

Puerto Gelves, tras años de atonía y cuentas en tenguerengue, halla una alternativa para salir a flote. Y no la ha encontrado, precisamente, en las aguas del río Guadalquivir, sino en el cielo del Aljarafe. Después de convertirse en el primer puerto fluvial en España, este enclave busca otro hito en su currículum que, además, sea su revulsivo económico: acoger el primer hidroaeródromo fluvial de España. Y «tal vez» de Europa –así lo afirman sus promotores–, ya que sólo tienen constancia del hidropuerto de Como, en Italia, y está emplazado en un lago.

El proyecto, del que se están enfrascados desde 2011 el Ayuntamiento y la empresa Aerotablada, tiene como primer objetivo marcado la explotación turística del cielo del Aljarafe. Así, marcan con claridad que al atractivo que es salir en vuelo desde un hidroavión se suma unas rutas en las que el visitante podrá sobrevolar la comarca. Ya no sólo Gelves y los pueblos del entorno (San Juan, Coria,...), sino también contemplar los arrozales de Isla Mayor –más conocidos desde el rodaje de la película Isla Mínima–; o el entorno de Doñana. Al respecto, el director de Aerotablada, Diego Granado, aclaró que, en la zona del parque natural, se sobrevolaría por encima de los 7.000 pies, por criterios medioambientales, mientras que el resto del trayecto sería en torno a los 1.000 pies.

Esta opción, aseguran los promotores, «ilusiona» al Puerto de Sevilla y a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), ya no sólo como «actividad económica» alternativa, sino por la posibilidad de que sea puerta de enlace con otras regiones. Los responsables de Aerotablada confían en que, en un horizonte no muy lejano, Puerto Gelves puede ser escala de pasajeros. De hecho, los hidroaviones permitirían cubrir un radio de 2.000 kilómetros, lo que propiciaría, según Granado, vuelos «a Ibiza, Ceuta, Melilla e incluso a países cercanos», siempre que estén dentro del espacio Schengen (se trata del acuerdo firmado entre varios países europeos para eliminar controles fronterizos).

De momento, el proyecto ha solventado la primera fase de tramitación, después de que la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA) confirmara de que el espacio aéreo previsto para este hidroaeródromo no afectaba al tráfico aéreo de El Copero y el aeropuerto de San Pablo. Una autorización que da fiabilidad a un proyecto que se está cociendo a fuego lento debido, según el alcalde, José Luis Benavente, a que «es el primero de tales características y, por tanto, es también novedoso en su tramitación»

Con ese primer sí, los promotores han procedido a solicitar el visto bueno medioambiental a los ministerios de Fomento y de Medio Ambiente, claves para respetar el entorno natural del Guadalquivir. Al respecto, Granado se muestra optimista en solventar estos trámites, puesto que el proyecto tiene pocos visos de dañar el entorno natural. «No hay nada que contamine menos que un hidroavión», manifestó.

Una vez superen este trámite, llegará el turno del estudio técnico del hidroaeródromo, que «ya está redactado» y en el que se recogerán los elementos de seguridad, los lugares de embarque y desembarque y el mejor lugar donde adaptar el pantalán. Y, por último, la labor de los inspectores para validar de que se cumplen con todos los requisitos legales.