«Quería hacerlo, no está loco»

El acusado de matar a su mujer con la tapa de la cisterna dice que ella le atacó

17 abr 2017 / 18:13 h - Actualizado: 17 abr 2017 / 19:09 h.
"Tribunales"
  • El acusado tras ser detenido por la Policía Nacional. / Raúl Caro (Efe)
    El acusado tras ser detenido por la Policía Nacional. / Raúl Caro (Efe)
  • El acusado, sentado junto a sus abogados, supuestamente mató a su mujer tras darle varios golpes en la cabeza con la tapa de la cisterna. / M.G.
    El acusado, sentado junto a sus abogados, supuestamente mató a su mujer tras darle varios golpes en la cabeza con la tapa de la cisterna. / M.G.

«Sabía lo que hacía, no tenía ninguna patología que le llevase a actuar de esa forma. Quería hacerlo. No tiene excusa ninguna, no estaba loco». Así de contundente se ha mostrado la Fiscalía de Sevilla con el acusado de acabar con la vida de su mujer golpeándola repetidamente con la tapa de una cisterna en la cabeza. Unos hechos que ocurrieron el 3 de junio de 2015 en Alcalá de Guadaíra y por los que el acusado se enfrenta hasta a 33 años de prisión. Él asegura que perdió la memoria y que fue ella la que quiso agredirle con un cuchillo.

El juicio contra Mario Calderón Márquez, de 52 años cuando ocurrieron los hechos, comenzó en la mañana de este lunes con la elección de los miembros del jurado. Cinco mujeres y seis hombres que han sido elegidos para decir si el acusado debe ser condenado por los delitos de asesinato, malos tratos habituales y amenazas, que reclaman el Ministerio Público, la acusación particular y la Junta de Andalucía, que solicitan como condena 23, 29 y 33 años respectivamente. La defensa, en cambio, solicita la libre absolución y, subsidiariamente, una condena por homicidio.

Tras la elección del jurado las partes plantearon sus cuestiones previas, en las que la fiscal acentuó la intencionalidad de matar de Mario y el hecho de que este era plenamente consciente de lo que hacía. «Una persona cuando comente un acto tan violento busca una excusa. Este señor no tenía ninguna enfermedad, ni tenía ninguna patología», indicó, tras insistir en que «quería matarla». El Ministerio Fiscal también cree que «hay pruebas» de que María del Águila Pérez fue sometida «a vejaciones» y señaló que el acusado «toda su frustración la vertía contra ella». Más aún cuando este se jubiló «cuando su frustración se hizo mayor y su violencia también». La Fiscalía también explicó al jurado que los hechos deben ser considerados como un delito de asesinato por lo «sorpresivo del ataque. La víctima no pudo defenderse», dijo la fiscal.

En esta misma línea se expresó la acusación particular, que hizo hincapié en «no solo le golpeó una vez, sino varias veces, hasta que la tapa de la cisterna se rompió de los golpes con el cráneo, y aún así siguió golpeándola». «Fue una muerte absolutamente planificada, sorpresiva y cruel», añadió. El abogado, que representa a las hijas del matrimonio, dijo que ella venía soportando «más de 20 años de maltrato y amenazas». «Él decía que si lo dejaba la mataría, que si se iba con sus padres la mataría a ellos y a ella o que si le arruinaba la vida, él lo haría antes», señaló. «A ver si tiene el valor de contarnos lo que pasó porque hasta ahora siempre ha dicho que perdió la memoria», concluyó.

Por su parte, la defensa de Mario reconoció que su cliente «no es inocente, desde el primer momento admitió que provocó la muerte de María del Águila». Sin embargo, para el letrado «no hay pruebas» de los supuestos malos tratos ni de las amenazas e incidió en que en este caso «hay que ver cómo fue la secuencia de los hechos», porque aseguró que el acusado tenía heridas y que fue la víctima «la que llevó la primera acometida con un arma blanca».