Rafael Curado Tejero: más vidas que un gato

El duatleta palaciego se proclama una vez más -ahora en Pontevedra- subcampeón del mundo en su categoría, después de haber sido ya dos veces campeón. Y después de haber estado a punto de perder definitivamente la carrera de su vida

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
29 abr 2019 / 11:22 h - Actualizado: 29 abr 2019 / 11:24 h.
  • Rafael Curado Tejero: más vidas que un gato

Las crónicas deportivas de Pontevedra, donde este fin de semana se ha disputado el Campeonato del Mundo de Duatlón, reseñan que el palaciego Rafael Curado Tejero ha quedado subcampeón en su categoría, la de 40-44 años, lo cual no es tanto una hazaña por la edad, que ya es decir, sino sobre todo porque este exciclista profesional reciclado en duatleta fue ya subcampeón del mundo, en Petincton (Canadá), cuando aún no era cuarentón, y dos veces campeón del mundo: una en Avilés en 2016 y otra en Fyn (Dinamarca) el año pasado. Ha sido, además, cuatro veces campeón de España y una vez campeón de Europa. O sea, campeón a la máxima potencia.

Rafael Curado Tejero: más vidas que un gato

Lo que ninguna crónica referirá hoy, porque la humildad de este deportista palaciego le impide referirlo, es que tal vez esta última hazaña haya sido la más milagrosa de todas. “Yo creo que esto ha sido un milagro”, reconoce Rafa cuando se le pregunta por su tiempo, 58’ 58’’, a solo dos centésimas del campeón, el salmantino Ángel Gutiérrez. Pero el milagro no han sido las dos centésimas que lo han separado esta vez del primer puesto, sino las dos centésimas que lo han separado de la muerte cuando el pasado viernes, a su paso por Salamanca, perdió el control del vehículo que él mismo conducía y se estrelló contra el árbol de una mediana. “Es que la carretera pasó de ser seca a estar completamente helada”, cuenta el duatleta, que tuvo que gestionar entonces, a solo unas horas de enfrentarse a un Campeonato del Mundo, su hospedaje accidentado en Salamanca, qué hacer con el coche estrellado y cómo llegar a tiempo a Pontevedra.

Otro en su lugar hubiera dado media vuelta. Pero entonces Rafael Curado Tejero no sería Rafael Curado Tejero, el chaval que sorprendía por su capacidad innata en el equipo de ciclismo Kelme hace justo ahora media vida, justo antes de que con solo 20 años un desalmado lo atropellara mientras entrenaba por una carretera cerca de su pueblo y lo dejara roto e inconsciente en la cuneta. Entonces, hace ahora 20 años, Rafa lo dejó todo, pero diez años después reapareció, como ave fénix resucitado y reconvertido en duatleta. Desde entonces no ha parado de ser campeón. Todas las semanas, todos los años. Porque Rafa lleva ya más de una década ganando casi sistemáticamente todas las pruebas de Duatlón a las que acude: desde las que organiza cualquier pueblo de la comarca hasta estos campeonatos del mundo a los que él va como quien va a por pan.

Curado Tejero se alzó en Pontevedra con el segundo puesto de su categoría con un tiempo total de 58’ 58’’. En la primera carrera empleó 16’37’’. Luego, con la bici, hizo un tiempo de 31’46’’. Y finalmente, en la última prueba a pie, 8’57’’. “Durante la carrera no me dio tiempo a pensarlo, pero ahora, ya más tranquilo, pienso que es un milagro que ni siquiera me duela nada”, dice hoy en Los Palacios y Villafranca, el pueblo que le ha puesto su nombre a la nueva pista de Atletismo.