Ribana ya tiene donante de médula

La familia de la niña de Utrera se muestra esperanzada con el anuncio del trasplante después de año y medio de calvario

04 nov 2018 / 12:20 h - Actualizado: 04 nov 2018 / 12:48 h.
  • Consolación Fernández, la madre de Ribana, junto a su hija. / El Correo
    Consolación Fernández, la madre de Ribana, junto a su hija. / El Correo

El sueño de la familia de la pequeña Ribana Fernández Núñez, la niña de 11 años de Utrera enferma de leucemia que necesitaba de forma urgente para su curación un trasplante de médula, ha comenzado a hacerse realidad tras la aparición de un o una donante compatible anónimo del que sólo se conoce que es de nacionalidad española, que ha mostrado su disposición a la realización del trasplante necesario para que la vida la pequeña Ribana pueda salir adelante.

La noticia la da dado a conocer la madre de la niña, Consolación Fernández, durante la celebración este sábado en la plaza de toros de Utrera de un festival benéfico organizado para recaudar en favor de familia con los cubrir los gastos generados por la enfermedad y el hecho de que la madre, divorciada con 4 hijos tuviese que dejar de trabajar hace año y medio cuando a la pequeña se le diagnosticó la grave enfermedad y comenzó su tratamiento.

Por ello, Consolación Fernández ha mostrado un agradecimiento múltiple e infinito a todos los utreranos, al Ayuntamiento de Utrera y a otras instituciones, organismos y personas de la provincia y Andalucía, entre ellas un gran número de artistas y famosos.

MULTITUDINARIA GALA BENÉFICA

La multitudinaria gala benéfica se ha celebrado este sábado con una masiva asistencia de utreranos y la participación sobre el escenario de más de medio centenar de artistas.

La madre de la pequeña afirmó durante la gala estar «supercontenta» por la aparición del donante de médula. En este sentido dijo que «hoy es un día especial y sólo tengo que decir que ole Utrera, ole mi gente de Utrera, y ole mi tierra de Utrera, porque de verdad se han volcado con mi niña», y lo mismo ha sucedido en la provincia y Andalucía.

Muy emocionada, la madre de la pequeña Ribana explicó que, aunque la noticia la recibió hace unos días, esperó a que el donante ratificase su disposición a realizar el trasplante y prefirió hacerlo público en un día tan especial y con tantos utreranos presentes durante este festival benéfico.

A partir de ahora, según explicó la madre de la pequeña Ribana, en el proceso de la enfermedad de su hija comienza una nueva fase que afronta con «mucha más ilusión y esperanza». En este sentido dijo que a partir del lunes volverán a ingresar en el Hospital Virgen del Rocío para iniciar el tratamiento previo al trasplante, por lo que estarán ella y su hija «unos 30 ó 40 días aisladas y sin poder ver a nadie».

Consolación Fernández reitero su agradecimiento a las miles de personas que les han apoyado en tan difícil momento y a los muchos utreranos y personas de fuera que con motivo de su caso se han registrado como donantes de médula. En este sentido dijo que, «si no ha podido ser para mi Ribana, sí podrá ser para otra persona que tenga esa misma necesidad, así que mil gracias a todos por las donaciones».

Finalmente, la madre de la pequeña Ribana, dijo quedarse sin palabras para expresar el agradecimiento que siente por todo el cariño y el apoyo moral y material recibido. Sobre la identidad del donante dijo que conoce pocos detalles, sólo que es de nacionalidad española, sin conocer si es hombre o mujer.

AÑO Y MEDIO DE CALVARIO

La madre de la pequeña Ribana es divorciada con cuatro hijos y ha vivido un auténtico calvario personal del que ahora comienza a ver su fin. Dicho calvario comenzó cuando la niña sitió molestias en el hombro y el brazo derecho y como primer tratamiento médico le recomendaron colocarlo en un cabestrillo. Aunque inicialmente mejoró, las molestias volvieron y fue en un análisis médico más profundo posterior cuando se le detectó la Leucemia y se procedió a su ingreso hospitalario en el Hospital Virgen del Rocío.

Ese fue el principio de esta desgarradora historia, que hizo que Consolación Fernández Núñez abandonara su trabajo de vendedora de mercadillos ambulante, únicos recursos económicos de la familia, para dedicarse en cuerpo y alma a su niña. Así comenzaron los duros y típicos tratamientos de quimioterapia en el hospital que le hizo a su corta edad quedarse sin pelo, pero resultaron positivos.

Pendiente de los resultados de unas pruebas médicas para constatar su mejoría, la niña fue dada de alta para disfrutar de unas pequeñas vacaciones el pasado verano sufragadas por la ONG Una sonrisa, una ilusión (USUI). Fue a su regreso de vacaciones, cuando llegó el varapalo. Como rememora la madre: «Fui a recoger los resultados y me dijeron en un primer momento que habían perdido la prueba y que tenían que hacerla de nuevo. Después ya me dijeron lo que sucedía: Ribana no sólo no había evolucionado favorablemente, sino que había empeorado. A mí se vino el mundo encima entonces», recuerda la madre de Ribana.

Los médicos, ante el avanzado estado de la enfermedad, vieron como mejor opción viable el trasplante de médula, una situación complicada ya que, tanto la madre como el padre, que reside en el extranjero, sólo tenían cada uno el 50% de compatibilidad para realizar el trasplante, mientras los médicos indicaban que lo idóneo sería un trasplante compatible del entorno del 95% para ofrecer más garantías y evitar un posible rechazo.

MADRE CORAJE DE UTRERA

A partir de aquí comenzó a correr el reloj y la lucha desesperada de la ‘madre coraje de Utrera’ para que apareciera ese donante compatible con garantías. El llamamiento desesperado de esta madre lo hizo en primer lugar a través de El Correo de Andalucía y causó una gran consternación en Utrera y la provincia originando múltiples muestras de apoyo en la ciudad y la provincia.

Esta madre utrerana, luchadora de toda la vida, se ganó a pulso el apoyo de todos y afrontó con una extraordinaria valentía y fortaleza esta situación y, huyendo del foco mediático, se centró en exclusiva en su familia moviendo cielo y tierra buscando un donante, que por fin a aparecido para su hija, y para otros muchos para cientos de situaciones parecidas, ya que su caso movilizó a la ciudadanía y han sido varios cientos de personas las que se han inscrito en el registro de donantes de médula conmovidos por la situación de Ribana.