Dormido en el suelo tras ser inmovilizado. Agentes de la Policía Local de Castilleja de la Cuesta, que parecen, como todos sus compañeros, acostumbrados a ver casi de todo en su trabajo diario se encontraron el pasado sábado con una circunstancia nueva, al quedarse dormido el hombre al que acababan de detener por saltarse un control rutinario, tras una larga persecución y peligrosa en varios momentos.

Todo comenzó en un control rutinario que la Policía Local de Castilleja había montado dentro de la campaña de prevención de consumo de alcohol al volante en el municipio, al que se aproximaba un vehículo 4x4 marca Suzuki de color blanco, que cuando se dio cuenta de la presencia de los agentes aminoró la marcha y se quedó parado antes de llegar a su altura.

Al darse cuenta de la actitud del conductor, dos de los agentes que participaban en el control se acercaron al coche, aunque no tuvieron tiempo de contactar con el hombre que estaba al volante, ya que inició la marcha bruscamente y se dio a la fuga de forma inmediata.

En ese momento, los agentes iniciaron la persecución, que no sólo se ciñó a las calles de Castilleja de la Cuesta, sino que el conductor del Suzuki llegó hasta la vecina Gines, hasta que se detuvo casi en Valencina de la Concepción, en un recorrido a gran velocidad en el que se saltó todas las señales de tráfico y semáforos que encontraba, y pasaba los badenes artificiales a gran velocidad, con el riesgo de perder el control del vehículo.

Así las cosas, cuando fue interceptado, un agente policial, arma en mano, se dirigió a la puerta del conductor y le conminó a salir del vehículo, inmovilizándolo en el suelo de la calle de forma inmediata.

Ya cuando lo sacó del coche, el agente apreció que tenía claros síntomas de haber consumido bebidas alcohólicas, aunque lo que no se esperaba fue lo que pasó a continuación, ya que el detenido se quedó literalmente dormido en el suelo, y tuvo que ser despertado por los propios policías, que intentaban salir de su asombro para seguir desarrollando su trabajo.

Sin embargo, los problemas que los agentes estaban teniendo con este detenido no acabaron ahí, ya que, una vez despierto, le informaron de la obligatoriedad de someterse a las pruebas legales para definir el alcohol que había tomado y si había consumido drogas, a lo que el conductor se negó de forma reiterada.

Una vez revisada su documentación, los agentes comprobaron que se trata de una persona reincidente en este tipo de delitos, ya que ha sido detenido en varios ocasiones por el mismo motivo, e incluso en el momento de realizarse la detención tenía retirado el permiso de conducir.

Por todo ello, tras quedar inmovilizado el vehículo, fue puesto a disposición del juzgado de guardia de Sevilla capital, imputado por presuntos delitos de desobediencia a la autoridad y contra la seguridad de tráfico.