La provincia de Sevilla lidera el ranking andaluz de municipios que tienen el sello de ciudades amigas de la infancia. En total son 12 las localidades que prestan un especial interés a sus vecinos más pequeños –Sevilla, Lora del Río, Alcalá de Guadaíra, Guillena, La Puebla de Cazalla, Olivares, Bollullos de la Mitación, Carrión de los Céspedes, Umbrete, Cazalla de la Sierra, Brenes y La Roda de Andalucía–, pero es posible que este número aumente en breve. La Algaba y Villamanrique de la Condesa ya han solicitado formalmente poder pertenecer a este selecto club y Camas, Isla Mayor, Espartinas y El Saucejo han mostrado su interés por ser incluidas en este grupo y ya están trabajando para ello, aunque todavía no han presentado oficialmente su candidatura.
En este top ten andaluz le sigue muy de cerca a la provincia de Sevilla la vecina Córdoba, con 11 municipios que trabajan por mejorar las condiciones de vida de los niños, el resto de provincias cuentan con muchas menos pueblos reconocidos oficialmente como ciudades amigas de la infancia: Huelva (5), Málaga (4), Cádiz (3) Almería (2), Jaén (2) y Granada (1). En total son 40 las localidades andaluzas que ostentan esta distinción, que hace que la comunidad andaluza sea la que cuente con mayor número de municipios distinguidos con este sello que es otorgado por Unicef.
Para obtener este reconocimiento hay que reunir una serie de requisitos, además, cada cuatro años hay que renovar el sello y certificar que se cumple con lo que demanda Unicef. Cuestiones que van encaminadas a velar por la calidad de vida de los vecinos más pequeños.
Entre otras obligaciones, las ciudades amigas de la infancia deben tener un plan local para niños y adolescentes y crear un órgano de participación infantil –un consejo municipal de infancia y adolescencia–, en el que los ciudadanos más jóvenes puedan realizar sus propuestas y plantear soluciones a los gobernantes, que estos siempre deben tener en cuenta.
En la provincia de Sevilla, Umbrete, en 2006, fue el primer municipio que obtuvo el reconocimiento de ser ciudad amiga de la infancia. Su alcalde, Joaquín Fernández Garro, remarca que tener este «título» es un privilegio, pero insiste en que hay que trabajar para obtenerlo y para mantenerlo. De hecho, recuerda que en estos años su municipio ha experimentado muchos cambios, «atendiendo las peticiones del consejo de la infancia». Manifiesta que una de las primeras demandas que presentaron los más pequeños fue que se construyeran más parques «y así se ha hecho. Cuando nosotros llegamos al Ayuntamiento –2003– sólo había un parque y ahora en Umbrete hay 17».
Indica que además del consejo de la infancia, también se realizan reuniones periódicas con grupos de alumnos de Primaria, a lo que se une que la gestión municipal es trasversal, es decir, todas las concejalías trabajan para velar por el bienestar de los más pequeños y para atender sus reivindicaciones. Además, Umbrete cuenta con una delegación de Infancia y otra de Juventud.
Guillena, es otro municipio sevillano que es ciudad amiga de la infancia –2012– y que ha renovado el sello en 2016. La concejal de Bienestar Social e Igualdad, Ángeles López, explica que el Ayuntamiento, entre otras cuestiones, cuenta con un plan de acción local con niños y adolescentes y, al igual que Umbrete, todas las áreas municipales realizan actividades pensando en su población más joven, porque «tenemos muy en cuenta sus derechos y sus reivindicaciones»