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Soldando fracturas desde Utrera

Curro Sousa, un jubilado de 69 años del municipio sevillano, ha ideado una pieza quirúrgica que reduce las roturas óseas, de bajo coste y fácil colocación

22 ene 2018 / 08:37 h - Actualizado: 23 ene 2018 / 16:53 h.
"Salud","Sanidad","Inventos"
  • El utrerano Curro Sousa y el médico Cristóbal Román son los promotores de este invento. / V.C.
    El utrerano Curro Sousa y el médico Cristóbal Román son los promotores de este invento. / V.C.

Un jubilado de 69 años vecino de Utrera, Francisco Sousa Tirado, ha ideado un prototipo médico novedoso, reductor de fracturas, que permite mediante un sencillo procedimiento –una pequeña incisión– la soldadura de los huesos fracturados recortando tiempo de tratamiento y abaratando costes para la sanidad.

Curro Sousa, como popularmente se le conoce en la localidad sevillana, cuenta con el aval y el apoyo para patentar este artilugio del médico de familia de Los Palacios Cristóbal Román, con el que ya se han puesto en contacto algunas multinacionales médicas interesadas en la investigación y el lanzamiento industrial de este nueva pieza quirúrgica.

El nuevo artilugio médico, según sus promotores, permitirá sustituir a las clásicos clavos y placas atornilladas en la mayoría de los casos de fracturas óseas limpias y cerradas.

La pieza es muy simple, compuesta por un tornillo y un tubo que une los huesos fracturados y queda su soporte en la parte exterior del cuerpo. La técnica de colocación es fácil como explica el doctor Román: «Hay que alinear los huesos y se ejerce la presión con el tornillo, para unir los huesos fracturados. Una vez los huesos han quedado soldados, se afloja el tornillo y se retira la pieza».

A Curro Sousa se le ocurrió idear este prototipo tras sufrir una fractura en el cúbito y el radio a la altura de la muñeca y pasar un auténtico calvario de operaciones que necesitaron muchos tornillos y placas, que aún conserva en el interior de su cuerpo, y que le han reducido algo la movilidad.

Múltiples ventajas

Las ventajas de la nueva pieza quirúrgica, que podría ser de metales como el titanio o el acero inoxidable, son que sería fácil de fabricar y con unos costes mínimos, aunque habría que realizarla en distintos tamaños y tipos en función del lugar de la fractura para adaptarse a todas las partes del cuerpo.

Otra ventaja sería el abaratamiento de coste sanitario y de tiempo para el paciente por poder aplicarse con una mínima intervención médica, colocándose y retirándose de forma fácil.

El proyecto de patente de este reductor de fracturas, que su promotor quiere denominar como Prótesis Utrera, cuenta –según explicó el doctor Román–, con el apoyo de varios profesionales de traumatología de la sanidad andaluza que lo han conocido y de alguna empresa de material quirúrgico que opera en nuestra comunidad.

Los trámites para la realización de esta patente médica ya se han iniciado por parte de sus promotores, pero para que sea autorizado su uso por las autoridades sanitarias quedaría un largo proceso que recorrer como sería la realización de estudios, por un lado de investigación y desarrollo y, por otro, de viabilidad económica. Luego, el prototipo debería establecer un determinado número de hospitales para su uso a modo de prueba donde se elaboraría el informe final en función del cual la patente tendría vía libre para su uso médico por parte de las autoridades sanitarias.