«Sólo queremos viviendas dignas»

La Junta de Andalucía inicia la rehabilitación de Las Viñas de Lora del Río, un barrio con viviendas sociales en régimen de alquiler con graves deficiencias de mantenimiento

06 sep 2017 / 15:27 h - Actualizado: 07 sep 2017 / 14:41 h.
"Rehabilitación","Obra pública"
  • Un trabajador está arreglando una parte de la fachada que está al ras del suelo. / El Correo
    Un trabajador está arreglando una parte de la fachada que está al ras del suelo. / El Correo
  • Un operario raspa la pintura de la pared. / El Correo
    Un operario raspa la pintura de la pared. / El Correo
  • Uno de los bloques que se arreglarán. / F.J.D.
    Uno de los bloques que se arreglarán. / F.J.D.

El barrio de Las Viñas de Lora del Río comenzó a construirse en los 70, respondiendo a la demanda de viviendas de primera necesidad. El paso del tiempo, el uso y la falta de inversión ha dejado a muchas de estas viviendas en una situación precaria y necesitada de una intervención que las rehabilite. Tras muchas reclamaciones y el trabajo continuado del ayuntamiento, la Junta de Andalucía acaba de iniciar la intervención necesaria para llevar a cabo su rehabilitación.

El ayuntamiento ha sido intermediario entre los vecinos y la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA), encauzando las reclamaciones. «Hemos trasladado las necesidades de estos pisos. Ha habido buena relación, existía el compromiso a realizar la obra y así se ha conseguido», explica Álvaro Aranda, concejal de Urbanismo.

La rehabilitación ha sido adjudicada a la empresa granadina Lirola Ingeniería y Obras. En dos fases va a repararse la red de saneamiento y sustitución de la red de abastecimiento, impermeabilización de las escaleras de acceso a los bloques, reparación de paramentos, nuevo revestimiento y pintura de exteriores e interiores; repaso de portales y ventanas y reposición de porteros automáticos. «Las estructuras no están mal, sobre todo es el aspecto que ofrecen y las redes de abastecimiento». El conjunto residencial ha sido declarado Área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) y por ello es objeto de rehabilitación.

En el bloque Valdepeñas, «desde que se hicieron los pisos» vive Josefa Fernández. «Propietaria porque soy la que vivo y pago el alquiler». Con esfuerzo lo mantiene: «A pesar de todos los gastos que tengo, he pagado los materiales para que mi hijo le haya hecho un poco de arreglo». No duda en señalar que «los pisos tienen muchos problemas. Las tuberías están pasadas y se sale el agua, las fachadas están muy malas», por lo que se alegra con la buena noticia. «A ver si el Señor quiere que lo arreglen pronto», apostilla.

El plazo de ejecución de la primera fase es de cuatro meses y medio y se centra en las 56 viviendas de los bloques Valdepeñas y Cariñena, los más antiguos y degradados, con una inversión de 307.976 euros. Para 2018 está prevista la segunda fase, que rehabilitará las 100 viviendas restantes. En total, se destinarán más de 725.000 euros, con cargo a la Junta y el Estado. Además, el ayuntamiento contribuye con las licencias de obras.

Los vecinos no pagarán nada, aunque muchos tampoco podrían hacerlo por falta de recursos. Uno de ellos –«Juan, a secas»– asegura que la situación no es extrema, pero sí necesaria. «Los pisos no se están cayendo, pero les falta mantenimiento. Nosotros no podemos hacerlo con los ingresos que tenemos». Muchas veces han reclamado mejoras, que parece que por fin llegan a sus hogares:

Las Viñas forma parte del parque público de la AVRA. Se destinan a «ayudar a las familias hasta que puedan tener estabilidad para acceder a una vivienda. Pero son alquileres bajos y se acomodan», señala Aranda. «Hay vecinos que no pagan. Se pasan los pisos de unos a otros sin pagar ni alquiler ni comunidad. Los bloques no tienen un orden y eso va en perjuicio de su mantenimiento. No están concienciados de que es una vivienda pública que se les cede». Esa falta de implicación redunda en que acaben degradándose.

Es el caso de Josefa Tamayo: «No pago nada porque no tengo. Ojalá pudiera». Identifica los mayores problemas en los cuartos de baño, «las tuberías se salen. El mío cogió humedad porque se salía el de la vecina por mi techo, y se me cayeron las losetas. Yo lo tuve que apañar». Explica que los bloques no están «demasiado mal», lo que más deteriorado parece es el aspecto, «aunque los vecinos hagamos lo que podamos para tenerlos decentes».

El concejal de urbanismo aclaraba días atrás que «están todas las licencias, el inicio es inminente».

Humedades y atascos

Carmen González es una de las personas que ha solicitado la rehabilitación. Su marido es discapacitado «y necesito que adapten el cuarto de baño», donde además «es habitual que haya humedades, que fallen las tuberías y se atasquen los desagües». Paga su renta desde que vive aquí, hace 18 años, aunque lamenta que «a mí no me han informado si me van a arreglar algo o no».

«La instalación de la luz también es antigua y da problemas», resalta Tamara López, quien volvió a su piso tras 10 años viviendo en Córdoba. «No tenemos mucha información de lo que van a hacer. Los pisos están medianamente mantenidos, pero es muy necesario que arreglen las fachadas y las ventanas, que pongan las puertas que faltan. Todo tiene muy mala vista».

Una intervención necesaria que los vecinos esperan y desean, además de para mejorar su calidad de vida, eliminar el estigma de ser una barriada menos considerada por no tener una apariencia cuidada y aceptable.