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Una de las urbanizaciones de nueva construcción de Villamanrique de la Condesa con numerosas viviendas vacías. / El Correo
Un estudio municipal para determinar la necesidad de vivienda que existe en Villamanrique de la Condesa ha puesto de manifiesto que en la localidad tres de cada diez casas están vacías.
Una encuesta que ha realizado el Ayuntamiento para elaborar el plan de vivienda y suelo del municipio ha dejado más que patente que la localidad no necesita que se levanten nuevas promociones. Los números lo dicen todo: 580 casas están deshabitadas, una cifra más que elevada si se tiene en cuenta que este pueblo del Aljarafe dispone de un parque residencial de unas 1.800 viviendas.
Este elevado número de casas vacías ha provocado que el precio de las mismas se haya desplomado. Según indica el alcalde, José Solís de la Rosa (PSOE), cuando se levantaron algunas de las nuevas urbanizaciones, en la época del boom inmobiliario, el precio de alguno de los inmuebles podía rondar los 200.000 euros, un precio que ahora con la crisis se ha desplomado. «Una de las últimas de estas viviendas se ha vendido por 63.000 euros», señala el regidor.
A pesar de que estas casas están ahora por debajo de su valor de mercado no se logran vender, de hecho, indica Solís de la Rosa, que «hay urbanizaciones que solo están ocupadas al 30 o 35 por ciento». Este estudio ha puesto de manifiesto que en Villamanrique de la Condesa no hace falta que se levanten nuevas VPO porque con los precios actuales las viviendas de renta libre son muy asequibles, manifiesta el alcalde.
A esto se une que en el registro municipal de la vivienda solo hay una persona inscrita: «Cada vez que surge un problema con una familia que necesita una casa, este se soluciona sobre la marcha. Es más, en Villamanrique no se ha producido ningún desahucio», señala. Explica además que una de las nuevas urbanizaciones que están en manos de CaixaBank, la entidad financiera las ha puesto en régimen de alquiler social y «estamos negociando para que el resto de entidades sigan sus mismos pasos».
El objetivo es que estas urbanizaciones estén cada vez más habitadas, «porque hemos recibido denuncias de que se están produciendo daños en las casas que están desocupadas. Hay gente que ha entrado en ellas y se ha llevado los sanitarios de los cuartos de baño, las puertas y hasta el cableado eléctrico y esto genera inseguridad».
Solís de la Rosa advierte, no obstante, de que este problema de destrozos en las urbanizaciones que no están ocupadas en su totalidad está afectando a todos los municipios de la zona, «no es un problema exclusivo de Villamanrique».