El bar de Gerena Casa Chico no cobrará hoy a sus clientes el postre que elijan de su carta, a cambio de que no entren en el establecimiento con el teléfono móvil, o bien no lo muestren, y en su lugar lean libros de poesía durante la cena. Se trata de una iniciativa «con la que hemos querido celebrar de una forma original la noche de San Valentín», según explica en un comunicado el gerente de la empresa, Francisco José Alanís, que indica que «solo se pedirá a los clientes que cuando se sienten pongan un libro de poemas sobre la mesa, y que en ningún momento cojan el teléfono móvil, ni siquiera si suena».