Antiguos colegiales y tres de las cuatro extrabajadoras del colegio Mayor Santa María del Buen Aire, ubicado en Castilleja de Guzmán, registraron ayer en la Universidad de Sevilla un escrito dirigido al rector en funciones de la Hispalense, Miguel Ángel Castro, acompañado de un millar de firmas, en el que se reclama la «prometida» recolocación del personal que trabajaba en la residencia cuando esta cerró en octubre de 2014 y la reapertura del colegio mayor.

Álvaro Romero, uno de los impulsores de esta campaña de recogida de firmas en change.org y uno de los seis estudiantes que estuvieron en la residencia hasta su cierre, explicó ayer que la prioridad de la iniciativa es que la Universidad cumpla el compromiso que adquirió con las cuatro despedidas, «que llevaban trabajando en el centro cerca de 30 años». «Creo –señaló– que no dejarlas en el paro es tanto de justicia como por recompensa a sus innumerables años de esfuerzos».

Asimismo, exigen la reapertura del colegio mayor Santa María del Buen Aire, «tanto por su incalculable valor patrimonial e histórico como por los innumerables beneficios que ha demostrado aportar a quienes han sido partícipes de su proyecto y han estado en contacto con él». Álvarez recordó que el edificio es Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2004 y que la Universidad de Sevilla lo recibió en herencia con la condición de que se destinase a alojamiento de alumnos universitarios.

Este estudiante manifestó que este colegio mayor estuvo durante unos 40 años en manos de la Institución Teresiana, «con la que nunca hubo problemas. Estos llegaron cuando la gestión la asumió la empresa Emilia Navas SL, que debido a sus malas prácticas económicas y la falta de mantenimiento e inversión en el inmueble acabaron por forzar el cierre» de la residencia.

Por su parte, las trabajadoras criticaron que la empresa les adeuda seis meses y la indemnización por el despido, unos 25.000 o 30.000 euros a cada una de las exempleadas, motivo por lo que ya han denunciado a Emilia Navas SL, una demanda que ahora se ha extendido a la Universidad de Sevilla por su pasividad. De hecho, censuraron que han tenido problemas porque esta empresa tampoco abonaba sus cuotas a la Seguridad Social. Admitieron que la Hispalense les ha ofrecido trabajar en algunas otras contratas que tiene la Universidad, «pero siempre por separado y con contratos de un mes». De hecho, recriminaron que este verano tuvieron que movilizarse para impedir que una contrata entrase a limpiar al colegio mayor, porque no habían contado con ellas como se les prometió desde la Hispalense.

Fuentes de la Universidad se limitaron a decir que estas trabajadoras no son personal de la Hispalense.

Para reabrir el colegio mayor Buen Aire, la Universidad y el Ayuntamiento de Castilleja de Guzmán han mantenido contactos para que el edificio se utilice como centro de refugiados sirios.