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La comitiva, con el alcalde de Morón, Juan Manuel Rodríguez, visita los expositores del I Salón Cofrade de la localidad. / Fotos: M.M. -
El moronense Manuel Clavijo disertó sobre la historia de la mantilla. -
Numerosas firmas mostraron sus mejores trabajos de orfebrería e imaginería.
Quedan seis meses para la Semana Santa. Sin embargo, Morón de la Frontera vivió una particular Pasión este fin de semana con un evento que concentró a bandas de música y hermandades, así como artesanos en torno al primer Salón Cofrade y Arte Sacro de Morón Sierra Sur.
En este evento participaron cinco hermandades de la localidad, así como el Consejo de hermandades y cofradías con un stand donde ponen en valor el rico patrimonio de la ciudad. Y aunque se puede ver durante los días grandes cuando las cofradías procesionan por las calles, éste es un buen momento para disfrutar, con todo lujo de detalles, de las magnificas piezas que tienen en Morón.
Era el alcalde, Juan Manuel Rodríguez, junto con Miguel Alcántara, el gerente del taller de bordados y arte sacro Alcántara, empresa organizadora del salón, y el presidente del consejo de hermandades y cofradías Antonio Ramírez, quien inauguraba esta feria manifestando «el paso importante que supone para nuestro pueblo mostrar la Semana de Pasión fuera de esas fechas». Asimismo, hizo hincapié en el «motor económico y de generación de empleo» que mueve el sector.
Historia de la mantilla
El pabellón cubierto Blas Infante alcanzaba sus horas culmen –o al menos de mayor sonoridad– por las tardes gracias a la música cofrade. Con ello, se dejaba la mañana para las conferencias, como una sobre la historia de la mantilla a cargo del moronense Manuel Clavijo. Este hizo un repaso a «este elemento español por antonomasia». Resaltó los diferentes tipos de encajes y materiales, matizando que los dos más usuales son «las de blonda tradicional, elaborada en Granada, y la de chantillí, aunque también se usan las realizadas a bolillo».
Entre las anécdotas tratadas en torno a este complemento femenino, contó la historia de la rebelión de las mantillas en 1871, donde las mujeres de la aristocracia madrileña hicieron un plante a los nuevos reyes ataviándose con mantillas en el paseo de las tardes.
Del mismo modo, la imaginería moronense así como las revistas cofrades de Morón y la comarca coparon el inicio de la tarde del sábado en cuanto a las mesas redondas y las conferencias.
El salón cuenta con stands de diferentes empresas participantes donde se pueden ver trabajos de orfebrería, imaginería, etc. Desde Córdoba se ha trasladado La tienda del cofrade, con gran variedad de artículos todos relacionados con el mundo de las cofradías y la Semana Santa. Entre sus principales novedades, las mochilas y estuches, realizadas para la vuelta al cole, con el escudo de diferentes hermandades. Juan Manuel, uno de los comerciales de la tienda, confirma el gran éxito obtenido «con encargos desde todos los puntos de Andalucía e incluso en Alcalá de Henares».
Antigüedades Francisco Muñoz, de su parte, quiere abrirse camino en la zona mostrando «los encajes para las imágenes procesionales». Sus mantillas, chales y cuellos adquiridos en diferentes mercadillos y subastas de toda Europa visten de gala a las imágenes de toda la zona.
Destacaba también al entrar en la feria Paula Orfebre, trasladados desde Lucena para dar a conocer sus diferentes creaciones. Desde el año 80 llevan realizando trabajos de todo tipo, algunos de ellos para el Cautivo de Morón. Frente a ellos, Arte Sacro Alcántara, una cooperativa de trabajadores que aglutina escultores y bordadores. En el expositor, Manuel José relata que son unos intermediarios entre las hermandades y los profesionales, parecidos a los wedding planner pero en el mundo cofrade. Y aunque llevan poco tiempo, «no nos faltan encargos».
Como no podía ser de otra manera, la música fue parte fundamental del salón con una amplia programación a cargo de agrupaciones, bandas de música, así como bandas de cornetas y tambores. Emilio Escalante, miembro de la dirección musical de la banda Tres Caídas de Triana participaba además con un stand con partituras e instrumentos.
Unos sones que se entremezclaban con olores más primaverales que otoñales. Un lugar de encuentro en torno al mundo cofrade para aplacar el gusanillo en el tiempo de descuento de cara a la Semana de Pasión.