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Instalaciones abandonadas de la mina de Aznalcóllar, tal como estaban en 2015. / El Correo -
Mapa de la zona minera de Aznalcóllar. / Cedida por Isidoro Albarreal
El retorno de la mina a Aznalcóllar da un paso más. Hasta el 9 de enero está en exposición pública el plan de restauración de lo que queda de la antigua mina que explotaba la multinacional sueca Boliden y lo que llaman en el argot minero trabajos preoperacionales: los que se tienen que efectuar para convertir el yacimiento abandonado en una mina (esta vez, de galerías subterráneas), dotándolo de instalaciones.
Este anuncio de exposición pública lo publicó el BOJA el 27 de noviembre y de inmediato suscitó el entusiasmo del alcalde de Aznalcóllar, Juan José Fernández (IU). No en vano, el desastre provocado por la ruptura de la corta de la antigua mina en 1998 y su cierre definitivo pocos años después provocó, en la práctica, el cierre del pueblo y su hundimiento en una depresión económica y social para la que las alternativas de reindustrialización, como un polígono industrial de actividades ambientales (PAMA) no resultaron suficientes, como recuerda el propio Fernández: «ha creado 400 empleos, pero solo el 20 por ciento son del pueblo y por la carretera a Aznalcóllar circulan a diario siete mil vehículos».
El alcalde explica que de esta manera dentro de 12 o 15 meses los trabajos preopreacionales estarán en marcha, se habrán vaciado los 9.000 millones de litros de la corta abandonada y se podrán extraer hasta 52 millones de toneladas de cobre y otros minerales (la previsión inicial era de 30) desde 2020 o a lo sumo 2021 y garantizar 30 años de prosperidad (un minero, hace cuentas el alcalde, genera otros cinco empleos) mientras se piensan en alternativas al cierre de la mina en torno a 2050. El precio del mineral en estos años sin mina ha subido: de 1.200 dólares a principios de siglo a 7.000 ahora.
«Este año es el segundo que hemos celebrado Santa Bárbara (patrona de los mineros, con fiesta el 4 de diciembre) por segundo año consecutivo. El pueblo está animado», describe el regidor, que espera contar con cursos de formación para que sean los jóvenes parados del pueblo –6.000 habitantes y un 28 por ciento de paro) los principales beneficiarios del retorno minero a cargo de Minera Los Frailes SL.
El regidor insiste en que espera que estén pidiendo todos los permisos y respetando todas las cautelas para que la esperanza de la mina no quede aguada por retrasos o incumplimientos ambientales en una tierra que ya vio reventar un dique e inundar de aguas ácidas el entorno de Doñana, pero se muestra optimista.
Solo el plan de restauración supondrá una inversión de 150 millones de euros, dado el estado de abandono de la antigua mina, pero el grueso de su esperanza están en los 1.500 puestos de trabajo que pueden traer las preoperaciones: la factoría ocupará solo mil metros cuadrados (frente a los 4.000 de la de Boliden), pero la galería que se excavará será de cinco kilómetros. Eso sí, echa de menos una fundición que trate el mineral aquí en lugar de en China o Brasil. ~