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Óliver Tovar posa con un ejemplar de su último libro. / M.M.
Compagina su trabajo de Policía con la afición por la investigación local. Dos pasiones que se han dado la mano en el último libro publicado por Oliver Tovar quien se adentra en la justicia de Marchena en el siglo XIX. Un minucioso trabajo de investigación al que ha estado varios años dedicado hasta poder finalizar Delincuencia, guardia, presidio y condena: La justicia en Marchena en el Siglo XIX.
Oliver está vinculado profesionalmente a la justicia en la localidad como Policía Local. De ahí que no sea extraño que, en su afición por la investigación, uniera ambas pasiones. En este caso, haciendo un minucioso trabajo sobre la justicia de Marchena en el siglo XIX.
En su joven carrera como investigador, es este el cuarto libro que publica tras iniciarse en estas lides con una investigación sobre el séptimo arte en Marchena, muy aplaudida en el municipio. Desde entonces no ha parado de investigar, publicando ahora un trabajo sobre la justicia marchenera.
Dividido en cuatro bloques, Tovar se centra en el periodo comprendido entre 1815 hasta 1920, época para la que ha tenido que hacer un estudio pormenorizado de cada uno de los temas: delincuencia, guardia, presidio y la condena.
En cuanto a los delitos, a pesar del paso del tiempo, este investigador resalta que «el hombre se ha vendido por dinero, engaño o traiciones y eso continúa hoy día. El dinero sigue siendo el dinero y se sigue engañando por él». Desde este libro se habla de los asesinatos, suicidios o riñas entre hermanos, entre otros asuntos, destacando que «siguen existiendo los mismo delitos, en otras formas y condiciones, pero en definitiva los mismos».
Centrado en su labor de estudio, Tovar no solo describe los comportamientos delictivos de la época sino también los encargados de velar por la seguridad, entre los que se encuentran la policía rural, los serenos –haciendo hincapié en lo que se movía en los ambientes nocturnos como los prostíbulos muy castigados en aquellos años– y un amplio estudio de la Guardia Civil desde su constitución hasta su actuación en la zona.
El libro, en el que lleva trabajando desde el año 2013 aunque no de manera ininterrumpida, hace además un análisis del bandolerismo en estos dos siglos, dedicando especial énfasis al Vivillo, El Pernales y Laureano Conejero, este último, marchenero. Precisamente sobre el Vivillo aparece una fotografía y transcripción a mano –entregada por una vecina– de una carta donde este bandolero solicitaba a un marchenero dinero mediante chantaje.
En este volumen de doscientas páginas, además, se acerca a la antigua cárcel de Marchena situada en la Plaza de Miguel de Cervantes y de la que, según el autor, no hay investigaciones previas en cuanto a su funcionamiento interno. Capítulo interesante también es la condena tras el ajusticiamiento de los presos después de los delitos cometidos, espectáculos públicos de la época con formas de castigo como la horca o el garrote vil en la plaza Ducal.
Reconoce que sus estudios le han ayudado a la hora de sentarse a escribir las páginas de este libro, que está siendo muy bien acogido en la ciudad. De hecho, la tirada de 250 ejemplares, impresos en gran medida gracias a patrocinadores, se ha vendido casi en su totalidad. Por ello, este cronista se plantea darle continuidad adentrándose en la Guerra Civil.
Y aunque es consciente de que «ya hay bastante escrito sobre esa época en Marchena, sería una buena forma de darle continuidad a este ejemplar».