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Uno de los socios de Biosuelos muestras las instalaciones que han montado en Cazalla de la Sierra. / J.Á.F. -
Las lombrices que utiliza la empresa Biosuelos. /J.Á.F.
Durante siglos la madre naturaleza ha sabido abastecerse por sí misma. En un momento dado el hombre quiso tomar partido y en alguna parte del camino perdió el norte. Mejorar la vida y hacerla más cómoda y sencilla ha tenido un excesivo precio. Problemas como el calentamiento global amenazan seriamente al planeta Tierra y todo hace indicar que la situación tiende a agravarse. En una tesitura así no es de extrañar que los productos naturales, y lo que hoy ha dado en llamarse ecológico tenga un valor intrínseco sin precedentes. En un mundo industrializado, ofrecer algo natural se desmarca de la tónica general y destaca en un mercado excesivamente artificial. Eso sí, «algo natural» no se consigue de cualquier manera. Es necesario un entorno favorable, una preparación previa y ganas de innovar. Y es así como ha nacido Biosuelos, una sociedad cooperativa mixta formada por Lola, Rafael y Manel, tres jóvenes cazalleros que ayer daban el pistoletazo de salida a su empresa de biofertilizantes y vermicompostaje.
Para hablar de productos naturales, la Sierra Norte de Sevilla puede ser un inmejorable escenario. Así pues, Biosuelos se instala en las afueras de Cazalla de la Sierra, concretamente en los Llanos de San Sebastián. En la antigua sede de una escuela taller han montado sus oficinas y un pequeño laboratorio. Anexo a las mismas hay un pequeño jardín, que en su segunda vocación de servicio municipal colocarán un pequeño geojardín aprovechando que el parque natural Sierra Norte goza de la categoría de geoparque de la Unesco. Completan las instalaciones dos viveros, parte fundamental para la elaboración del compostaje y una sala de embotellamiento.
A pesar de ser solo tres miembros, Biosuelos cuenta con muchos trabajadores. Unos empleados que en palabras del catedrático de Zoología Manuel Blasco trabajan tan solo por la comida y son parte esencial en el proceso de elaboración de los productos que ofrece esta empresa. Estos operarios son las lombrices. En particular, una especie de lombriz denominada roja o californiana. A pesar de esta denominación, desde Biosuelos aseguran que no hay riesgo para el ecosistema ya que esta especie es europea. Su nombre se debe a que, sin embargo, los primeros cultivos se hicieron en California.
Desde su introducción en el vivero junto con el estiércol, asegura Lola, comienzan una actividad de pastoreo. Las lombrices visitan distintas camas y una vez que ejercen su función son cribadas a fin de que ninguna de ellas se cuele en el producto final.
Con los viveros lo que la empresa pretende es que el verano dure al menos «ocho meses» y así dotar la lombriz de una temperatura ideal para trabajar.
Igualmente, desde la recién creada empresa dicen que su trabajo se basa en tres objetivos: la eficiencia energética, haciendo poco uso del gasoil y proyectando un empleo de placas solares; la eficiencia del trabajo, siendo este lo más técnico posible; y la eficiencia de los recursos.
Con respecto al producto final, los socios de esta sociedad aseguran haber roto moldes desde la misma etiqueta. Una etiqueta que no representa flores como es usual en otros fertilizantes que hay en el mercado y a la que han dado un aspecto más técnico.
Asimismo, han cambiado la forma del envase, sustituyendo los sacos por cubos. Con el añadido de la etiqueta de producto del Parque Natural, el resultado final gana enteros para su posterior comercialización.
En el acto de presentación estuvieron presentes el alcalde de Cazalla de la Sierra, Sotero Martín (PSOE), así como representantes de La Caixa, cuyo programa de emprendimiento social ha albergado la creación de esta empresa. Igualmente, asistieron a la presentación el director del Parque Natural Sierra Norte de Sevilla, Antonio Sanz, así como el Delegado de Medio Ambiente, José Losada.
De entre los asistentes merece especial mención las palabras del regidor, quien calificó a los socios de Biosuelos de héroes, resaltando las dificultades de un mundo empresarial especialmente difícil para muchos sectores de nuestra sociedad y más si cabe en un entorno rural como pueda ser Cazalla de la Sierra.
Asimismo, Biosuelos se comprometió ante el director del Parque Natural a buscar una solución a uno de los principales problemas del mismo, como es el de la seca, siendo invitados por sanz a que experimenten en el inmenso laboratorio que es el parque natural.