Una aventura en silla de ruedas tan dura como el Dakar

La falta de accesibilidad en la ciudad impide llevar una vida completamente normal

02 dic 2016 / 21:52 h - Actualizado: 03 dic 2016 / 00:33 h.
"Discapacidad","Superar barreras"
  • Un usuario en silla de ruedas, ante diferentes obstáculos en la ciudad que le impiden llevar una vida normal. / R.L.
    Un usuario en silla de ruedas, ante diferentes obstáculos en la ciudad que le impiden llevar una vida normal. / R.L.
  • Una aventura en silla de ruedas tan dura como el Dakar
  • Una aventura en silla de ruedas tan dura como el Dakar
  • Una aventura en silla de ruedas tan dura como el Dakar
  • Un usuario en silla de ruedas por la calle.
    Un usuario en silla de ruedas por la calle.

Todas las mañanas en múltiples municipios de España se despiertan héroes anónimos con una fuerza especial que les ayuda a vencer cuantos numerosos obstáculos se le cruzan en su cotidiano transcurrir del día a día. Al hablar de esos héroes anónimos, nos referimos a aquellas personas que vemos circular con sus pequeños bólidos de cuatro ruedas por nuestras ciudades. Son esas personas que no pueden ver el maravilloso camino que nos brinda cada día la vida, y aun así ataviadas de sus extraordinarios pero sencillos artilugios son capaces de infiltrarse por los lugares más insospechados para cualquier mortal.

Este heroico colectivo está forjado por las personas con discapacidad, que no se estancan en sus limitaciones. Al contrario, no tienen límites en su férrea lucha ante todas las dificultades impuestas por una sociedad poco sensible y concienciada en las barreras que truncan la libertad e independencia de estas personas, las cuales se ven obligadas a ser héroes a causa del entorno en el que viven. Estas dificultades que frenarían hasta al más osado guerrero, son las barreras arquitectónicas que existen en nuestros pueblos y ciudades.

El mismo que está escribiendo este reportaje, yo, Rafael Lugo Vizcaíno soy una de esas personas que se ve obligado a lidiar con las innumerables barreras arquitectónicas que existen en Dos Hermanas, municipio en el que vivo, ya que a causa de una enfermedad degenerativa vivo la vida desde una silla de ruedas. Lo peor de convivir con una gran discapacidad física como la mía, es tener que enfrentarse constantemente a la gran falta de accesibilidad que por desgracia aún siguen existiendo en la sociedad actual, que te impiden llevar una vida completamente normal.

Cuando en una ciudad o municipio existen barreras arquitectónicas, se limita el acceso de las personas con discapacidad de poder desarrollar de forma plena una vida en igualdad de condiciones que el resto de la ciudadanía. Prueba de ello, es que realizar actividades tan cotidianas para cualquiera, como hacer la compra o simplemente dar un paseo por nuestra ciudad supone en la mayoría de ocasiones una aventura para las personas con discapacidad. Así lo corrobora con sus palabras, José Rodríguez vecino de Dos Hermanas que a raíz de un accidente se ve obligado a utilizar una silla de ruedas, «para mí comprar algo en los pequeños comercios de la ciudad es algo imposible, porque la mayoría de estos establecimientos tiene un gran escalón», confiesa José.

Según mi experiencia y conocimiento del municipio, Dos Hermanas salvando algunos lugares, tiene muchísimas áreas donde existen numerosos problema de accesibilidad. Un claro ejemplo de esto se observa en el Teatro Municipal, ya que cada vez que acudo a ver un espectáculo me tengo que colocar en el pasillo central del teatro, obstaculizando con ello el tránsito del resto de personas, debido a que no existe ninguna zona destinada para las personas en silla de ruedas.

Dos Hermanas es una ciudad que en comparación con otras ha avanzado mucho en materia de accesibilidad y eliminación de barreras arquitectónicas, pero a pesar de esto aún no es una ciudad accesible para las personas que padecen algún tipo de discapacidad, según nos manifiesta José Rodríguez, vecino de Dos Hermanas que utiliza una silla de ruedas eléctrica para poder desplazarse. Prueba de ello, son que las numerosas rampas que existen en los pasos de peatones y aceras están mal realizadas, ya que en vez de estar la rampa al mismo nivel de la carretera tienen un escalón, «las malas condiciones en las que se encuentran las rampas es uno de los principales problemas con los que me encuentro a la hora de moverme por Dos Hermanas y la verdad es una tortura para las personas que vamos en silla de ruedas», declara José.

La deficiente accesibilidad de Dos Hermanas también afecta a personas como Julio Fernández García, el cual perdió completamente su visión a los 26 años a causa de la diabetes y de una negligencia médica, ya que le realizaron mal una operación para que no perdiera la vista tan rápido. Julio reconoce que las rampas también están mal adaptadas para él, debido a que éstas no tienen un pavimento direccional que le oriente hacia el paso de peatones.

Otro de los grandes problemas de accesibilidad es el mal diseño del mobiliario urbano, debido a que muchas de las señales, farolas o papeleras están colocadas en medio del ya de por sí estrecho acerado, dificultando e incluso impidiendo en muchos casos el tránsito por la vía pública de las personas con movilidad reducida.

A esto se le suma que muchos alcantarillados no están correctamente situados y la señalización de las obras no están bien realizadas, lo que podría provocar algún accidente. Y de hecho así ha ocurrido, «hace casi 7 años estaban haciendo obras detrás de mi casa para arreglar el acerado y pusieron una inmensa pila de losas en medio de la calle. La primera la esquivé y la segunda también, pero con la tercera me clavé una losa en la pierna derecha. Perdí bastante sangre, pero por suerte no pasó nada grave», relata Julio Fernández.

José María Medina Bonilla, Responsable del Departamento de Obras Públicas y Municipales del Ayuntamiento de Dos Hermanas, admite que la falta de accesibilidad es una gran preocupación y que se están realizando acciones a largo plazo para tratar de darle solución. «Las rampas de los pasos de peatones se están adecuando poco a poco, ya que existen muchísimas que no están bien adaptadas», afirma José María.

Sin embargo, según mi propia experiencia la realidad de esas adecuaciones es otra bien distinta de la que reflejan las instituciones públicas, ya que no se ve que se esté dando una solución a los múltiples problemas de accesibilidad que hay en Dos Hermanas. Llevo más de 10 años sufriendo las barbaridades que hay hechas en las rampas, y todavía siguen estando exactamente igual. Lo peor de todo es que esto ocurre en lugares muy transitados de Dos Hermanas como la Avenida de España o la Calle Real Utrera, y sin embargo sigue sin hacerse absolutamente nada. En grandes barrios de la ciudad como el de Ibarburu, existen muchísimos obstáculos en los acerados que impiden a las personas que van en silla de ruedas poder moverse libremente, principalmente debido que a los alcorques (huecos que ocupan los albores) invaden todo el itinerario peatonal. A esto se le suma los vados de las cocheras, los cuales crean importantes desniveles en los acerados. Para mí, aventurarme con mi silla de ruedas por las calles de este barrio es mucho más duro que participar en el Rally Dakar.

Actualmente se han reurbanizado importantes lugares del centro de Dos Hermanas, como es el caso de la Calle Santa María Magdalena o la Plaza de la Constitución, mejorando con ello las adaptaciones que había. Para Julio se están haciendo cosas, pero se debería invertir en accesibilidad a un nivel mucho mayor para solucionar los problemas que afectan a muchas personas que viven en Dos Hermanas. Según José María, el Decreto 293/2009 de 7 de Julio, por el que se aprueba el Reglamento que Regula las Normas para la Accesibilidad en las Infraestructuras, el Urbanismo, la Edificación y el Transporte en Andalucía, se aplica siempre por parte del Departamento de Obras Municipales cada vez que se reurbaniza una calle.

Sin embargo, las nuevas adaptaciones que se han ejecutado para mejorar el acceso de la ciudad para las personas con discapacidad siguen sin ser adecuadas y además no cumplen las normativas de accesibilidad vigentes.

Numerosos edificios públicos de la ciudad, no están correctamente adaptados para que las personas con discapacidad que viven en Dos Hermanas puedan desarrollar una vida plena e independiente. Yo mismo descubrí hace poco cuando fui a ver a mi primo jugar un partido de fútbol, que uno de esos edificios es el Estadio Municipal Miguel Román García, el cual es una de las principales instalaciones deportivas y que más uso tiene de Dos Hermanas. Para mi sorpresa, resulta que en las instalaciones de todo el estadio no existe ninguna grada que esté adaptada, y además en los únicos lugares donde se pueden poner las personas en silla de ruedas hay vallas que les dificultan e impiden la visión del campo de fútbol.

Los Centros de Salud de la ciudad también muestran grandes carencias de accesibilidad. El Centro de Salud de Santa Ana a pesar de que es uno de los más importantes de Dos Hermanas, muestra una gran falta de accesibilidad. Prueba de ello es que, de entre todas las plantas que hay en el edificio, sólo existe un único servicio para las personas con movilidad reducida, y además ese único servicio que existe en todo el edificio no está bien adaptado. A esto se le suma que las consultas médicas son muy pequeñas, y además la puerta de la entrada principal dificulta el acceso a las instalaciones sanitarias. «Sinceramente me parece indignante que los centros sanitarios de la ciudad no estén correctamente adaptados, teniendo en cuenta que somos un sector de la población que visita estos lugares más de lo habitual», expresa José.

Otro de los edificios que no están correctamente adaptados es la Biblioteca Municipal de Dos Hermanas Pedro Laín Entralgo y el Centro Cultural La Almona. El acceso a la biblioteca está bastante bien para alguien que vaya en silla de ruedas, pero luego dentro de sus instalaciones no hay ningún servicio que esté adaptado. Desde luego es una gran contradicción por parte del que diseñó el edificio. Luego dentro del Centro Cultural La Almona el principal problema que existe, es que las puertas y pasillos para acceder a las oficinas de las instalaciones son bastante estrechos para poder moverse cuando se tiene grandes limitaciones.

José, afirma que si es el Ayuntamiento y los Gobiernos son los que manejan nuestros impuestos ¿Por qué no se adaptan en condiciones los edificios públicos? Desde mi humilde opinión esto ocurre por la gran falta de concienciación que existe, y además porque la mayoría de políticos no se ponen en la situación de las persona con discapacidad.

Las Asociaciones son una de las mejores armas que tienen las personas con discapacidad para poder defenderse y hacer valer sus derechos. Uno de los objetivos por los que están luchando férreamente las asociaciones, es conseguir la accesibilidad real en todas nuestras ciudades y municipios.

La Asociación Vida Independiente Andalucía, representada por Coral Horta actúa principalmente en Sevilla capital en cualquier cuestión relacionada con la falta de accesibilidad. Organizan reuniones periódicamente con los respectivos responsables del Ayuntamiento que se encargan de la accesibilidad, para trasladarle sus propuestas e intentar presionar a los gobiernos para que se solucione la actual problemática de las barreras arquitectónicas.

Por otra parte la Federación Provincial de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Sevilla, dirigida por Juan José Lara Ortiz realiza numerosos proyectos enfocados al área de la accesibilidad. Actualmente han conseguido un consorcio con el transporte público para mantener y promover su accesibilidad. La Federación también cuenta con un Departamento de Accesibilidad, que lleva a cabo actuaciones en toda la provincia de Sevilla.

El camino para acabar con falta de accesibilidad que hay en Dos Hermanas y en muchos otros lugares no sólo Andalucía sino de toda España, no será nada fácil y estará repleto de los obstáculos más duros. Aún así, esperamos que muy pronto ninguna personas con discapacidad tenga que luchar contra las dificultades de las que ya de por sí tienen, y de que gente como Julio o José no tengan que levantarse por las mañanas siendo héroes por obligación a causa de solventar como pueden la falta de accesibilidad, sino siendo personas libres e independientes allá por donde vayamos, al igual que el resto de ciudadanos.