Una casa dedicada al arte y la conciencia

La primera residencia de artistas de la provincia de Sevilla está ubicada en Castilblanco de los Arroyos y encamina la creación artística para crear conciencia social y ambiental

24 oct 2017 / 06:05 h - Actualizado: 24 oct 2017 / 19:15 h.
"Arte"
  • Intervención ‘Don’t forget to play’ del artista Little. / El Correo
    Intervención ‘Don’t forget to play’ del artista Little. / El Correo
  • Instalaciones de la residencia en Castilblanco de los Arroyos. / El Correo
    Instalaciones de la residencia en Castilblanco de los Arroyos. / El Correo

Castilblanco de los Arroyos es tierra de paso y de encuentro. Un hábitat idóneo para el intercambio artístico y cultural. Y en él ha surgido Airgentum-Hoja de Ruta, una residencia para artistas que persigue ser una plataforma para el arte contemporáneo y para generar conciencia social y medioambiental a través de él.

El novedoso concepto es más que un alojamiento. Airgentum es un espacio integral para la creación y la concienciación social, ecológica y medioambiental. «El arte es un vehículo fantástico para generar conciencia», apunta Martina García, gestora del proyecto. Y con él propiciar debate y opiniones que contribuyan a la acción directa para una mejora social y ecológica.

Para ello «ofrecemos una plataforma para que el artista solo se preocupe de la creación, y a través de ella se ofrecen contactos con el mundo cultural y artístico de la zona. El artista llega a Airgentum con todo hecho, para venir, crear y buscar esas sinergias que queremos encontrar con el arte y la sociedad».

En esta iniciativa, idea pionera en Sevilla, los artistas interesados presentan sus proyectos a través de la web de la residencia, sin existir restricciones ni limitaciones en su cariz o en su manifestación: pintura, escultura, cerámica, teatro, literatura... Siempre que respondan al concepto de arte contemporáneo y pueda contribuir a la generación de conciencia, es admitido a la residencia. «Buscamos que el público entienda que el arte contemporáneo no es algo raro y para las élites, sino que puede salir a la calle y está a la altura de la gente». Y con ello «romper esquemas y abrir mentes. Mostrar que solo es una perspectiva distinta de lo que ha habido toda la vida». En Sevilla no existe nada similar, por lo que «es algo que caía por su propio peso en una provincia y una capital con tanto movimiento». Tras una década realizando gestión administrativa, García tomó su despido como punto de inflexión para lanzarse a una aventura artística e inédita. «Siempre he estado rodeada de arte, por inquietud propia y por amigos. Quería también hacer algo en relación con el medio ambiente. La idea surgió como una chispa, era lo que había que hacer».

El nombre del proyecto conjuga el acrónimo AIR –Artist in residence–, habitual para definir estas iniciativas, y un juego de palabras con argentum, plata en latín. Enlaza así la Vía de la Plata, ese canal de apertura de Castilblanco al mundo, el aire y el concepto de naturaleza con la acogida de artistas. Lleva además la coletilla de Hoja de ruta, pues esa es su filosofía, que abre múltiples caminos y proyectos.

Airgentum proporciona estancias de uno, dos o tres meses, en un entorno natural y «virgen» para el arte contemporáneo, además de contactos, logística, materiales y herramientas y todo lo necesario para posibilitar la producción artística. Y si el proyecto lo contempla, los espacios para realizar, al término de la estancia, una intervención o exposición en el pueblo, desarrollando así un programa de actividades propio y de intercomunicación con los potenciales receptores.

«Sin el público el arte no es nada», por eso la intención es programar actividades que proporcionen al pueblo al menos una reflexión. Además se plantean también colaboraciones con el colegio y el instituto, hacer talleres en la propia residencia o colaborar con el hogar del pensionista «para relacionar distintas generaciones y distintas culturas. Provocar movimiento cultural y a través de él concienciar y hacer a la gente reflexionar, si bien no para cambiar el mundo sí para mejorarlo un poquito».

El establecimiento en Castilblanco fue «casi de casualidad». Se encontró una casa semiderruida, con posibilidad para ser reconstruida de forma sostenible, y establecer una sede cercana a la capital, «cercana a la ruta de la Plata y al camino de Santiago, en un entorno rural auténtico», un pueblo donde la interacción con el arte contemporáneo puede ser aún más impactante y generadora de confrontación –y a la vez mestizaje y asimilación–. Pero aunque la localidad sea la base del proyecto, «se proporciona a los artistas contacto con el movimiento cultural, con otros artistas y galeristas, para hacer la conexión entre el arte de fuera y el de Sevilla».

PETICIONES INTERNACIONALES EN APENAS UNOS MESES DE VIDA

La residencia Airgentum comenzó a andar en junio, tras casi un año de preparación. Ya recibe peticiones internacionales, y en estos meses ha acogido a distintos creadores: Los Vendabal, Sandra Carvalho, Antonio Blázquez –que dejó una pintura de la Virgen de Escardiel en una fachada como continuación de la serie Santos que yo te pinte– y Little –que hizo una intervención urbana para recordar los juegos de antaño–. Este acercamiento del arte contemporáneo al entorno rural se sustenta en la consecución del principio básico de la residencia «Crear debate y sobre todo conciencia a través del arte: ecosostenibilidad, conciencia social, igualdad. Que el arte sea el vehículo para crear inquietud social y transmitir mensajes para que el público reflexione sobre la sociedad en la que vive».