Cuando el 27 de junio de 2069 los cruceros de Castilblanco de los Arroyos abran la cápsula del tiempo conservada en la casa hermandad leerán cientos de mensajes que los devotos de 2019 quisieron dejar para la posteridad. Pero, sobre todo, disfrutarán de un espacio de encuentro, convivencia y reunión en hermandad que los cruceros actuales han puesto en marcha para legar para el futuro. Una nueva casa hermandad para la que el pasado 27 de junio se colocó la primera piedra.
Será en la confluencia de la calle Fontanillas con la avenida de España donde se construirá la casa hermandad. Corazón de la localidad, por aquí discurre la carrera oficial en Semana Santa y transitan tanto la hermandad de San Benito como la de la Virgen de Escardiel en sus romerías.
Tras el derribo de la vivienda existente, el solar tiene 90 metros cuadrados, superficie que casi se triplicará con la construcción en altura. El diseño del nuevo edificio dispone la planta baja para exposición y almacenamiento de enseres, la primera planta dedicada a despachos, salas de juntas y reuniones, y una segunda donde se ubicará el archivo. La fachada se rematará con una doble espadaña.
Fachada de la casa hermandad de la Vera Cruz de Castilblanco, según diseño incluido en el proyecto de obra. / El Correo
El proyecto ha sido visado por el arquitecto Andrés Trevilla, elaborado por un equipo formado además por José Reyes Oliveros – quien además es arquitecto municipal de la localidad – y Luis Falcón, hermanos de la corporación.
Un proyecto ambicioso a la vez que una necesidad para la hermandad
La cofradía no dispone de dependencias para la vida de hermandad. Cuenta con un local aledaño y propiedad de la parroquia que usan de almacén de enseres, así como otro local de alquiler con el mismo fin. Tras llevar a cabo distintos proyectos patrimoniales – como la nueva cruz para el Cristo –, la junta de gobierno “decidió embarcarse en un proyecto grande, el más ambicioso de los últimos tiempos, que además es también una necesidad”, destaca Antonio López, hermano mayor crucero.
El 27 de junio se colocó la primera piedra de la casa hermandad. Tras la celebración de una misa de acción de gracias ante los titulares de la corporación – el Cristo de la Vera Cruz y la Virgen de la Paz – se desarrolló una reunión informativa para detallar los pormenores de la nueva casa crucera. Una vez concluida se procedió al simbólico inicio de las obras. El párroco castilblanqueño, y director espiritual de la hermandad, D. Pablo Colón, bendijo la primera piedra, en un acto en el que también estuvo presente el alcalde de la localidad, José Manuel Carballar.
De izquierda a derecha, Antonio López, hermano mayor; José Manuel Carballar, alcalde de Castilblanco, y Fernando López, concejal de obras y servicios. / El Correo
La construcción se llevará a cabo según las posibilidades económicas de la hermandad
La hermandad no se fija una fecha para su inauguración. La construcción se hará “acorde al carácter humilde de nuestra hermandad y según determine la situación económica”. El solar donde va a erigirse el edificio ya es propiedad de la corporación, tras haberse completado el pago. “No queremos dejar a la hermandad hipotecada. Lo prioritario son nuestros cultos, la estación de penitencia, y conservar el patrimonio. A partir de ahí, iremos dedicando el presupuesto disponible a la construcción”.
Para su financiación se ha establecido además una cuota extraordinaria, de suscripción voluntaria y sin una cantidad preestablecida, “para que quien quiera colabore con lo que pueda”. Se están recibiendo donaciones, tanto en dinero como en trabajo. Miembros de la corporación y empresas están aportando su trabajo de forma desinteresada como vía para contribuir a la construcción de la casa hermandad. Así mismo, se han abierto cuentas en los distintos polveros de Castilblanco donde se irá comprando el material. “Los hermanos podrán liquidar de forman voluntaria y con la cantidad que estimen estas cuentas”, como otra opción para financiar este proyecto.
Un numeroso grupo de hermanos asistió al acto de colocación de la primera piedra de la casa hermandad. / El Correo
Con todo ello además se llevarán a cabo cuantas actividades y propuestas, destinadas a recaudar fondos, se consiga programar. Ya el año pasado se celebró una cena de hermandad a beneficio de la casa hermandad. Tal fue “el éxito y el buen ambiente que disfrutamos” que este año volverá a llevarse a cabo el próximo 20 de julio, en las instalaciones del hogar del pensionista – situado además a escasos metros de la que será la futura casa crucera –.
Se creará una cápsula del tiempo con emociones y recuerdos para abrir dentro de 50 años
Este proyecto está además sirviendo de revulsivo a la hermandad. “Estamos en un momento histórico muy importante, los hermanos y los vecinos lo estamos viviendo con mucha ilusión. Queda aún mucho trabajo, pero vamos a conseguir un proyecto de gran envergadura y que quedará para el futuro, y que esperamos que sea pronto una realidad”.
Simultáneamente al inicio de las obras se ha iniciado la creación de una cápsula del tiempo, que se insertará en uno de los muros del edificio. Hasta final de julio los hermanos podrán depositar en ella recuerdos, mensajes o cartas como forma de estar también presente en este proyecto. Anónimos o firmados, serán “emociones, sentimientos y deseos” de las personas que viven este momento. Una aportación que, como los ladrillos y los materiales, también contribuye a edificar este proyecto y que, cuando se abra dentro de 50 años “y muchos ya no estemos aquí”, los cruceros de 2069 recuerden y homenajeen a los cruceros actuales, que se embarcaron en este proyecto por el bien de la hermandad y por su futuro.