Una glorieta para reconocer el teatro solidario de Los Alcores

La compañía L’Atajea está celebrando sus 30 años con la reposición de la

Alberto Guillén Aguillenito /
18 ene 2018 / 22:26 h - Actualizado: 18 ene 2018 / 23:22 h.
"Cultura","Teatro"
  • El grupo de teatro L’Atajea cumple 30 años y el Ayuntamiento le ha homenajeado con la rotulación de una rotonda con su nombre. / A.G.
    El grupo de teatro L’Atajea cumple 30 años y el Ayuntamiento le ha homenajeado con la rotulación de una rotonda con su nombre. / A.G.

El pasado viernes 12 se estrenaba la primera de las seis funciones que la compañía de teatro L’Atajea había programado para celebrar que cumplen 30 años sobre los escenarios. Para tan redonda efeméride, la compañía había decidido reponer Soy un sinvergüenza, del dramaturgo portuense Pedro Muñoz Seca, la primera obra con la que se pusieron sobre las tablas allá por enero de 1988 en el entonces cine San Javier, y el Teatro de la Villa del Conocimiento y las Artes los recibió con un lleno casi absoluto. Al final del tercer acto de esta comedia, el alcalde de Mairena del Alcor, Ricardo Sánchez (PP), y la delegada de Cultura, Gloria Guillén, subieron al escenario para anunciar que la glorieta de la avenida Alcalde Retamino pasará a llamarse Glorieta del Grupo de Teatro L’Atajea, para «tributar un merecido homenaje a este querido grupo de teatro, por donde han pasado ya varias generaciones de maireneros y maireneras».

La nueva designación de la glorieta ha sido aprobada por el consejo de gobierno de la Gerencia Municipal de Urbanismo, a propuesta de la Delegación de Cultura, y destaca profusamente el trabajo de este grupo, «no solo por su gran labor en la difusión del teatro como rasgo identificativo de nuestra cultura, sino también por su gran labor social, ya que la recaudación de sus obras siempre ha sido destinada a obras sociales, son incontables las asociaciones que se han beneficiado de esta labor». En palabras del alcalde, «tres décadas de labor de la compañía de teatro L’Atajea ha dado para que un buen puñado de maireneros y maireneras se hayan quitado innumerables horas de estar con sus familias en incontables ensayos nocturnos para fomentar la cultura en nuestro pueblo, para algo tan importante como hacernos reír evadiéndonos de nuestras preocupaciones rutinarias y como colofón, para recaudar fondos de una forma altruista para todos aquellos que lo han necesitado para una causa benéfica. Merecen sin ninguna duda el reconocimiento general y el agradecimiento de todo el pueblo de Mairena en la forma de la nominación de esa glorieta frente al teatro cuyas tablas tan bien conocen».

Este reconocimiento ha sido la guinda al pastel de estos 30 años, que en palabras de uno de sus directores, José Bustos, «es un orgullo y una alegría grandísima». Además, según ha adelantado Bustos, habrá otro reconocimiento a lo largo de este año, ya que la Delegación de Cultura está trabajando en una exposición que estará dedicada al grupo. Para nosotros, explica este director, «pues te puedes imaginar lo que nos ha emocionado después de tantos años que tu gente te reconozca el esfuerzo».

Para encontrar los orígenes de L’Atajea, habría que remontarse a principios de los años 80, donde varios aficionados en torno a la figura del otro director del grupo, Pepe Hernández, representaban obras bajo el nombre de Grupo Joven de Aficionados al Teatro. En el año 1987 se incorpora al grupo José Bustos y se comienza a ensayar Soy un sinvergüenza, la que será su primera obra ya como Grupo de Teatro L’Atajea, estrenada en el cine San Javier en enero de 1988. En cuanto al nombre, nos explica Hernández que se tomó en homenaje al antiguo lavadero de La Tajea, «donde iban nuestras madres y tantas maireneras a lavar la ropa».

Representaciones

A lo largo de estos 30 años, este grupo ha puesto en escena dos docenas de obras de los más destacados cómicos de este país, como Muñoz Seca o Jardiel Poncela y siempre con carácter solidario. La vocación cómica es otra de las señas de identidad del grupo, según nos explican ambos directores, «porque a nosotros lo que nos gusta es hacer reír a la gente, que disfruten lo pasen bien y se olviden por un rato de los problemas». Así, en su trayectoria han llevado a las tablas libretos memorables como Los habitantes de la casa deshabitada, El tonto es un sabio o La tía Javiera entre un largo etcétera. En estos 30 años casi un centenar de maireneros han pasado por la compañía, de todas las edades y profesiones.

Además de sus indudables dotes cómicas, este grupo lleva a bandera su altruista entrega a la causa. En estos 30 años todas sus representaciones, más de un centenar largo, siempre han sido para alguna causa benéfica. Este año están actuando a beneficio de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer Maharana, para quien irá destinada toda la recaudación, pero ya han colaborado con Cáritas, la Asociación Mairenera contra el Cáncer, la Asociación Mairenera de Educación Especial, la Hermandad del Cristo de la Cárcel, para cuya cubierta recaudaron 20.000 euros, e incluso hasta para un convento de clausura de Granada. Para ellos son «horas de ensayo y tiempo que te quitas de estar con tu familia, pero a la vez se disfruta muchísimo y sabes que estás ayudando a personas», destaca Bustos, quien apostilla: «Como dice Pepe Hernández, nuestra nómina es la risa y el aplauso de la gente, con eso estamos más que pagados».