Utrera busca un donante de médula para la niña Ribana

La enfermedad de la pequeña fue detectada hace 14 meses

20 jul 2018 / 21:48 h - Actualizado: 21 jul 2018 / 00:01 h.
"Salud","Infancia"
  • Consolación Fernández, la madre de Ribana, junto a su hija. / El Correo
    Consolación Fernández, la madre de Ribana, junto a su hija. / El Correo

Utrera ha quedado consternada ante la situación casi desesperada de la niña de 11 años Ribana Fernández Núñez, a la que hace 14 meses se le detectó una leucemia, que inicialmente estaba superando, pero que en los últimos días ha experimentado un avance y necesita urgentemente un trasplante de médula.

La pesadilla para esta familia utrerana compuesta por una madre divorciada desde hace una década y cuatro hijos, comenzó, explicó la progenitora a este periódico, hace 14 meses, cuando la niña comenzó a sentir molestias en el hombro y el brazo derecho y como primer tratamiento médico le recomendaron colocarlo en un cabestrillo. Aunque inicialmente mejoró, las molestias volvieron y fue en un análisis médico más profundo cuando se le detectó esta grave enfermedad y se procedió a su ingreso hospitalario en el Hospital Virgen del Rocío.

Ese fue el principio de esta desgarradora historia, que hizo que Consolación Fernández Núñez abandonara su trabajo de vendedora de mercadillos ambulante, únicos recursos económicos de la familia, para dedicarse en cuerpo y alma a su niña. Así comenzaron los duros y típicos tratamientos de quimioterapia en el hospital que le hizo a su corta edad quedarse sin pelo, pero resultaron positivos.

Pendiente de los resultados de unas pruebas médicas para constatar su mejoría, la niña fue dada de alta para disfrutar de unas pequeñas vacaciones sufragadas por la ONG Una sonrisa, una ilusión (USUI). Ha sido ahora a su regreso, cuando llegó el varapalo. Como explica la madre, «fui a recoger los resultados y me dijeron en un primer momento que se habían perdido la prueba y que tenían que hacerla de nuevo. Después ya me dijeron lo que sucedía: Ribana no sólo no había evolucionado favorablemente, sino que había empeorado. A mí se vino el mundo encima», afirma Consolación.

Los médicos, ante el avanzado estado de la enfermedad, ven como mejor opción viable el trasplante de médula, una situación complicada ya que, tanto la madre como el padre, que reside en el extranjero, solo tienen cada uno el 50% de compatibilidad para realizar el trasplante, mientras los médicos indican que lo idóneo sería un trasplante compatible del entorno del 95% para ofrecer más garantías y evitar un posible rechazo.

A partir de aquí comienza a correr el reloj para que aparezca ese donante que ofrezca garantías. Ese es el llamamiento desesperado de esta madre que ha causado consternación en Utrera y ha originado múltiples muestras de apoyo en la ciudad, especialmente en las redes sociales.

Esta madre utrerana, luchadora de toda la vida, afronta con una extraordinaria valentía y fortaleza esta situación: huye del foco mediático y se centra en exclusiva en su familia. Pese a la cruel y difícil situación que vive se muestra con ánimos suficientes para seguir luchando por lo que más quiere en esta vida, que no es otra cosa «que mi hija supere este difícil presente y tenga un futuro».

Consolación agradece todas las muestras de apoyo recibidas en estos difíciles momentos por parte de los utreranos, desde los que sólo le pueden dar ánimos hasta las instituciones que como en el caso del Ayuntamiento, ha posibilitado que alguno de los hermanos de Ribana puedan seguir con sus estudios y, a través de Servicios Sociales, con el pago de algunas facturas.

Pese al gravedad de la situación, Consolación no se muestra egoísta. En esta línea, afirma que «yo no pido donante para mi niña, lo que pido es que haya muchos donantes, porque son muchos los casos que he visto y vivido durante estos meses en el hospital y todos necesitan una solución. Por ello reclamo a todos que se hagan donantes para salvar vidas».