El Ayuntamiento de Utrera ha conseguido un superávit de más de 17,5 millones de euros al cierre del ejercicio presupuestario de 2017. Esa millonaria cantidad irá a la liquidación de la totalidad de la deuda financiera municipal que el Ayuntamiento arrastra con diferentes entidades, que supone algo más de siete millones de euros. Mientras, los 10,5 millones restantes se incorporarán a las cuentas como remanente presupuestario para destinarlo a inversiones en los presupuestos de 2019.

Los motivos de esta distribución de este superávit económico, según explicó el regidor utrerano, José María Villalobos, se debe, por un lado, a la restrictiva normativa de la Ley de Estabilidad Presupuestaria del Gobierno Central y, por otra, a que en la actualidad, dentro del presupuesto 2018, al Consistorio todavía le quedan por ejecutar cinco millones de euros en el segundo semestre del año y «multiplicar por tres en tan poco tiempo esas inversiones significaría el colapso de los servicios».

Villalobos calificó de «históricas» las cifras del superávit conseguido, que asciende la cantidad de 17.581.181,16 euros, que supone más del doble que el superávit del año anterior, que ya marcó un récord en el Ayuntamiento de Utrera y multiplicar por 7,3 el superávit de las cuentas municipales de 2014, último ejercicio completo que gestionó el Consistorio utrerano el anterior gobierno del andalucista Francisco Jiménez.

Con esos buenos datos económicos sobre la mesa, Villalobos manifestó que el Ayuntamiento de Utrera se coloca entre los «más saneados y solventes de la provincia de Sevilla, como Dos Hermanas». Así, está convencido de que esta gestión la podrá rentabilizar en el futuro invirtiendo en nuevos planes municipales de empleo; en la mejora de los servicios públicos básicos como el alumbrado, la limpieza o el transporte público; la mejora de las infraestructuras y la modernización de la ciudad. Todo ello, según el alcalde, permitirá «mantener la política social de Utrera en materia de servicios sociales, educación y salud; y aumentar la oferta cultural, de ocio y deportiva».

Las claves de esos buenos números económicos, según Villalobos, han sido provocados por el 10 por ciento de incremento de la recaudación, a pesar de haber congelado los impuestos; un 96 por ciento en el ajuste de la previsión de ingresos y el 86 por ciento en la de gastos. Además, otras cifras han sido los 16 días de periodo medio de pago a proveedores, los 15 millones de euros de deuda amortizada desde 2015 y el hecho de que «bajando los impuestos se recaudó más y se gestionó mejor el gasto prestando más servicios a menor coste».

Para Villalobos, estos buenos datos vienen a respaldar la gestión del gobierno local de PSOE-IU y dan la espalda a «la versión andalucista según la cual se está malgastando y regalando el dinero de todos los utreranos». El regidor utrerano concluyó que «se puede decir que el Ayuntamiento de Utrera vive ahora mismo, en términos económicos y de gestión, la época dorada de esta etapa democrática».

Así, ahondó en las críticas al que ha sido su rival político, en una semana en la que va a presentar sus nuevas siglas una vez disuelto el PA. Villalobos enumeró las «deudas millonarias con el sello andalucista» que sufrió Utrera, entre las que recordó «los 2,2 millones de la sentencia del parque del V Centenario; los dos millones de euros de facturas sin pagar, los 1,5 millones de la sentencia del polígono industrial La Morera, los 750.000 euros de los impagos derivados de Produsa a la Hacienda y a la Seguridad Social; los 350.000 euros que se pagó por la recuperación del uso del Castillo de Utrera, los 800.000 euros del anillo hídrico; o los 700.000 euros de las viviendas de Produsa». En total, según dijo, cuantificó en cerca de 10 millones «la deuda oculta que nadie sabía de su existencia hasta que se produjo el cambio de gobierno en 2015».