La Asociación Andaluza de Artesanos de la Sal (Andasal) junto con un grupo empresarial local de Utrera trabaja en el proyecto de puesta en valor, en claves de turismo y ocio, de las históricas Salinas Valcargado, cuyos orígenes se remontan a la época romana y están documentados desde antes de que Cristóbal Colon cruzará los mares para descubrir América, en concreto desde 1469 cuando la familia noble andaluza de los Ponce de León se hizo cargo de su explotación.

Un pozo originario de la época romana y posteriormente reedificado en su zona más alta, según la tradición medieval, junto a parte de las edificaciones del cortijo que alberga estas instalaciones, son testigos de que Valcargado es historia viva de la sal.

La buena situación geográfica –en época romana estaba situada entre las míticas ciudades de Salpensa y Siarum a las que abastecía del llamado entonces oro blanco– posibilitó su éxito comercial al ser de las pocas salinas de interior de la provincia de Sevilla.

Las salinas de Valcargado, ubicadas en la zona sureste de Utrera, cerca del embalse Torre del Águila junto a El Palmar de Troya, obtienen sal común a partir del agua extraída en dos pozos desarrollados sobre los materiales del triásico (arcillas y margas con yesos), mientras que su posterior evaporación se hace en varias balsas y cristalizadores, en la confluencia de los arroyos del Sarro y de la Salina.

Los vaivenes del mercado han hecho que la explotación de Valcargado llegue a nuestros días orientada a la producción de salmuera natural. Este es el presente, pero para el futuro, sus propietarios, junto a Andasal, tienen planificada una orientación a otras líneas de negocio y con las miras puestas en productos de alta calidad, el turismo y el ocio.

El futuro

Según Emiliano Mellado de Andasal, esa nueva apuesta pasa por la producción de sal de calidad certificada ya que la riqueza y calidad mineral de los pozos de Valcargado permiten conseguir nuevas variedades como la flor y la sal virgen de manantial, productos de gran interés y únicos en el mercado que se cotizan muy bien en la gastronomía.

Además, como base de una nueva línea de servicios, se están diseñando varios productos y paquetes turísticos en torno a la interpretación del paisaje y las propiedades saludables de las aguas saladas de Valcargado. Para ello, Andasal ya ha iniciado conversaciones con el Ayuntamiento de Utrera y la Diputación de Sevilla con el fin de conseguir ayuda para el arreglo de la vía de acceso a la salina que permita el paso todo el año del transporte que porte excursionistas.

El nuevo proyecto de Valcargado recoge también un apartado de investigación de su patrimonio natural, histórico, etnográfico y arquitectónico para el que se quiere contar con la Universidad de Sevilla. El fin es recuperar la edificación con el objetivo de darle contenido interpretativo. Además, los promotores del proyecto también quieren colaborar con la Universidad de Huelva para impulsar la obtención de salmueras ricas destinadas a la industria química.

La iniciativa prevé también la posibilidad de explotar la salicornia, una planta halófita que crece en saladares y que es comestible, tanto cocida como cruda. Además, la salicornia tiene un importante uso industrial ya que el aceite que se obtiene de esta planta usado como combustible es tan potente que sirve para generar energía similar a la turbosina, usada en aviones, y para las maquinas industriales. Eso sí, con una diferencia: la salicornia es un 80 por ciento más limpia.

El proyecto de Andasal y del empresario local se completa con un spa de invierno y verano para realizar tratamientos curativos y de belleza vinculados a la sal y sus propiedades terapéuticas y curativas, así como un centro de salud. No obstante, el apartado turístico y de visitas es la primera parte de este proyecto que se quiere poner en marcha.