Si alguien que no conozca Sevilla le pregunta por la esencia del bar de tapas sevillano, siga la máxima de que una imagen vale más que mil palabras y llévele a Casa Ricardo. Herederos de la tradición de la antigua Casa Ovidio, fundada en 1898, la familia de Ricardo Núñez lleva entre sus manos un legado lleno de sabor y sevillanía. Magnífica barra, acogedor salón y parte de la historia de la ciudad y de sus fiestas colgando en las fotos de las paredes. Todo ello en una esquinita del barrio de San Lorenzo, uno de los de más solera de la ciudad. Y sus míticas croquetas, aunque no son lo único, ya que la casa es un reducto de buenas tapas clásicas y de otras más innovadoras que siguen el compás de los tiempos y del buen gusto. Para acompañarlo todo, cerveza de barril muy fría y una buena selección de vinos. Ahora también cuenta con algunos veladores en el exterior para disfrutar al aire libre de su magnífico servicio.

La receta de las croquetas de Casa Ricardo es uno de los secretos mejor guardados de la ciudad, no es para menos, ya que le han dado reconocimiento hasta fuera de nuestra ciudad, siendo muchos los que se acercan a probar una croqueta crujiente y fina por fuera y con una fundente bechamel interior con trocitos de jamón que nos inunda el paladar de sabor. Los seguidores de la cofradía de la croqueta esperan con ilusión a la Cuaresma, para degustar también la de bacalao, placer efímero y sublime cada primavera.