Se apaga la voz de José Menese

El gigante del cante de La Puebla de Cazalla falleció anoche, por causas todavía desconocidas, aunque arrastraba problemas de salud desde hacía tiempo

h - Actualizado: 30 jul 2016 / 19:24 h.
"Cultura","Flamenco","Obituario"
  • El cantaor de La Puebla de Cazalla José Menese falleció ayer a los 74 años. / Fotos: Antonio Acedo
    El cantaor de La Puebla de Cazalla José Menese falleció ayer a los 74 años. / Fotos: Antonio Acedo
  • Una actuación del artista en la Bienal de Flamenco de 2014.
    Una actuación del artista en la Bienal de Flamenco de 2014.

El mundo del flamenco no levanta cabeza en los últimos meses. Tras el mazazo que supuso la noticia del fallecimiento de Juana la del Revuelo, seguida de los no menos llorados sepelios del guitarrista Juan Habichuela y de Juan Peña El Lebrijano, el mundo jondo vuelve a vestirse de luto para despedir a otro gigante del cante: José Menese. Eran alrededor de las once de la noche cuando la esposa del artista lo hallaba muerto en su casa, por causas que todavía se desconocen, aunque todo apunta a que el deceso se debió a problemas de salud que José Menese venía arrastrando desde hacía tiempo.

José Menese Scott se crio en La Puebla de Cazalla, donde nació en 1942. Su padre desempeñaba el oficio de zapatero. Comenzó cantando en su localidad natal como aficionado, hasta que en 1959, el mismísimo Antonio Mairena, de quien siempre fue considerado sucesor, le presentó en su debut en el Cine Carretería de Osuna. A principios de los años 60 fue presentado en el mundo cultural madrileño por el pintor Francisco Moreno Galván, también originario de La Puebla. Posteriormente pasó a formar parte del elenco de artistas del conocido tablao flamenco Zambra.

La relación de Menese con Moreno Galván fue muy prolongada, y fue este quien creó la mayor parte de las letras de sus discos posteriores. El contenido de estas letras, con un profundo contenido social y, en algunas ocasiones, también político, le granjeó la enemistad de las autoridades del régimen franquista, si bien estas nunca hallaron excusa en las cuidadas letras de Moreno Galván para ejercer la censura sobre ellas.

Voz comprometida políticamente desde la dictadura, en una entrevista concedida el año pasado a este periódico explicaba que «el cante se ha apartado de eso, los tiempos cambian», dijo. «El mundo está sumamente revuelto en todos los aspectos. Hasta los toros están hoy en decadencia, la puñetera crisis nos ha fastidiado a todos... A ver si poquito a poco levantamos entre todos al Cristo del Gran Poder», añadía metafóricamente. «Aunque la cosa está un poco desvariada, confío en que se enderece y sigan saliendo buenos cantaores». En otra ocasión, el cantaor agregó para este mismo medio: «Yo me he comprometido con mis ideales, contra la injusticia y por la solidaridad, y lo sigo manteniendo. No sé hacer otra cosa».

A pesar de no pertenecer a la etnia gitana, José Menese hizo siempre gala de una potente voz cuyos matices recordaban a los grandes cantaores gitanos, especialmente a Antonio Mairena. Menese fue cantaor ortodoxo que siempre respetó los esquemas clásicos del flamenco. Nunca dio concesiones a la comercialidad ni a la ligereza. «En casi 50 años no me he separado de ese camino», aseveraba. A pesar de ello, fue el primer artista flamenco en llevar el cante a escenarios como el Teatro Olympia de París (1973 y 1974) o incluso al Auditorio Nacional de Música de Madrid (1991). Entre sus muchos reconocimientos, en 1992 obtuvo el Compás del Cante.

Un artista único cuya voz se apagó anoche para siempre, y que en la citada entrevista para El Correo de Andalucía reconocía con buen humor: «Soy bastante rarito, lo sé, pero mi rareza me ha llevado a ser lo que soy».