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José Luis y Pilar comenzaron en 2011 un proceso de adopción internacional. / El Correo
La ilusión ha tornado en pesadilla. El proceso de adopción internacional que comenzaron Pilar y José. Una aportación extra de 6.700 euros para que pueda seguir operativa la empresa que gestiona la adopción podría desatascarlo pero sin la certeza de que que algún día puedan viajar a Burundi y traer a su casa de Bormujos un hijo.
Pilar y José Luis decidieron comenzar este proceso largo y complejo en 2011. La naturaleza no les pudo regalar ningún hijo y optaron por esa vía. En principio se decantaron por la adopción internacional para evitar la fase de preadopción de la nacional. Ésta puede convertirse en un auténtico drama si el niño debe volver al cabo de unos años con su familia biológica y dejar a la adoptiva. Una vez decidida la internacional y seleccionado el continente africano por la predilección que tienen por esta tierra optaron por Burundi. Previamente, habían tenido que superar todo el proceso de charlas informativas, sesiones y entrevistas psicológicas para que fueran considerados aptos para la adopción de un niño.
Con la ilusión por las nubes, Pilar y José Luis se pusieron en contacto con la única ECAI (Entidad Colaboradora de Adopción Internacional) que hay en España para las adopciones en Burundi. Está en Vigo y se llama Addis. Antes de firmar el contrato les explicaron que los trámites eran medianamente rápidos y que en un año y medio o dos seguramente tendrían ya a su hijo en Sevilla. «No se me olvida la fecha, firmamos el contrato en 1 de julio de 2013. Pagamos 4.000 euros y otros 4.000 cuando el expediente se comenzó a tramitar tiempo después. Sólo faltarían por pagar un abono de 5.000 euros cuando ya se nos haya asignado a nuestro hijo», relata Pilar.
Desde entonces, la comunicación fluida que pensaban que tendría con Addis fue decreciendo hasta tal punto que «solo nos mandaban dos correos electrónicos al año, y uno era en Navidad para vendernos lotería. Cuando llamaba nos decían que todo iba bien», recuerda la afectada.
Con la incertidumbre siempre presente de si se estarían haciendo bien las cosas y recibirían la deseada llamada de que un hijo les estaba esperando, un día recibieron un email de la Xunta de Galicia para convocarle a una reunión «de mucha importancia» el 1 de febrero en Santiago de Compostela. Como no pudieron ir, les mandaron un resumen de la reunión con la peor de las noticias posibles: si querían seguir optando a un niño tenían que pagar antes del 20 de febrero 6.700 euros. «Somos muchas familias afectadas en Andalucía somos un total de diez. Nos dicen que la ECAI no tiene dinero, que se ha gastado y que si no lo pagamos se paraliza el expediente, pero tampoco nos dicen exactamente qué significa la paralización del expediente».
Con este triste panorama, han comenzado a aglutinarse todos los afectados para exigir un plan de viabilidad de la empresa y que la Xunta gallega tome cartas en el asunto. «Pero ya nos han dicho que no pueden hacer nada». Es más, fuentes oficiales de la Xunta de Galicia han explicado a El Correo que la adopción internacional es un proceso «con determinadas incertidumbres». Aun así, el gobierno gallego «garantiza» que en estos procesos «se cumple la normativa y se controlan las tarifas para prestar los servicios por parte de la ECAI».
Sobre la subida de las tarifa, la Xunta explicó que Addis había solicitado una «ampliación complementaria de las tarifas vigentes basadas en una mayor duración y complejidad del procedimiento de adopción», dado que la actual tarifa es actualmente «insuficiente para sostener la estructura básica que permita la continuidad en la gestión de los procesos de adopción». Esta solicitud de adopción se aplicará para diez expedientes, que se determinarán siguiendo el «orden cronológico» de presentación de ofertas y siempre que exista una «aceptación» de la familia afectada, por lo que se aplicará a aquellas que «voluntariamente deseen la continuidad del expediente en estas condiciones», dejando en el aire la resolución qué ocurre con aquellas familias que opten por no abonar los 6.700 euros.
Desde la consejería de Política Social también matizaron que la autorización a la subida de tarifas atiende a que éstas se establecieron en 2012 para una «previsión de resolución de los expedientes de adopción de un año y medio o dos años», algo que no se ha podido hacer debido a la complejidad actual y al aumento de las garantías que exigen los países de origen con «procedimientos cada vez más complejos». «Por estos motivos los costes de funcionamiento y recursos humanos han sido asumidos por la ECAI Addis Galicia hasta el punto en el que ha sido inviable su continuidad». Esta empresa, continuaron las fuentes de la Xunta, tramita en países que «tienen cerrada la entrada de nuevas solicitudes, por lo que no puede asumir nuevos expedientes y, por lo tanto, no tiene ingresos». Hoy es lunes 20 y el plazo ha cumplido. Las ilusiones de estas familias han podido quedar definitivamente rotas. Sólo les queda recurrir, y esperar