El caso de la procesión de la vagina acabará finalmente en un juicio. Tres activistas se sentarán en el banquillo de los acusados por un delito contra los sentimientos religiosos, después de que la jueza instructora reabriera el caso por orden de la Audiencia Provincial de Sevilla. La magistrada recuerda que las tres mujeres participaron en la una procesión convocada bajo el nombre «Hermandad del Sagrado Coño Insumiso a la Explotación y la Precariedad», en la que gritaron consignas contra la Iglesia «manipulando la letra del Credo y el Ave María».
En un auto, la titular del Juzgado de Instrucción número 10, Pilar Ordóñez, señala que los hechos pueden considerarse como un delito contra los sentimientos religiosos, de los que serían responsables María Rocío B.M., Antonia A.T. y Olga I.L.C. Así destaca que a través de las redes sociales se acordó para el 1 de mayo de 2014 «la convocatoria de una Aquelarre Feminista» desde la Plaza del Pumarejo hacia la glorieta de San Lázaro, sin permiso de «la Subdelegación del Gobierno». Aunque la jueza, que archivó la causa en junio de 2016, indica que «no se ha podido determinar si alguna asamblea o promotora de esta manifestación, sí habla de la existencia de varios vídeos en los que se observa como las tres procesadas serían los «organizadores». «En los vídeos se observa a unas doce mujeres cubiertas las cabezas con capuchas, a modo de penitentes y unas cuatro que portan la imagen de lo que parece un órgano genital femenino, a modo de imagen sagrada, siendo portada en andas simulando un paso procesional de la Semana Santa», dice. Además, destaca que una de las procesadas «le coloca un velo negro» a la vagina de plástico, mientras otro grupo de mujeres «vestidas de negro y con mantillas imitando a las mujeres que visten de luto en la Semana Santa».
La procesión «va iniciada por un cartel en el que se indica Sagrado coño insumiso», añade el auto, y «durante el recorrido las manifestantes hacen cánticos y van gritando y simulando cantar saetas y plegarias». A la altura del Arco de la Macarena una de las procesadas «grita la Virgen también abortaría, portando un tambor, mientras otras gritaban hay que quemar la Conferencia Episcopal, así como otros cánticos manipulando la letra del Credo y el Ave María y frases como me suda la Iglesia Católica, mientras a escasos metros se encuentra la Basílica de la Macarena y en sus puertas feligreses».
La magistrada da un plazo de diez días a la Fiscalía y a las acusaciones para que presenten sus escritos solicitando la apertura de juicio y la solicitud de condena o el archivo.