Al servicio de la ilusión

Al Ateneo, esta institución cultural, lugar donde deben darse las manos el claro talento y la modestia suma, le corresponde el orgullo de una noble ejecutoria al servicio de la ilusión infantil

10 dic 2017 / 07:58 h - Actualizado: 10 dic 2017 / 15:03 h.
"Una Cabalgata de cine"
  • Al servicio de la ilusión
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Por Alberto Máximo Pérez Calero

Presidente del Excelentísimo Ateneo de Sevilla

Un abismo de siglos separa nuestra época de la primera Epifanía, pero la leyenda de los Reyes Magos, triunfante de las desventuras humanas, ha llegado a nosotros jubilosamente. El Ateneo gestó el prodigio de trocar en realidad lo que solo era una ilusión. La Cabalgata de Reyes Magos de Sevilla traza sobre nuestras frentes un signo angélico. Nos sentimos por ella mejores y los niños más niños si cabe. Ocurre, pues, una comunión de estrellas.

No tuviera el Ateneo otros merecimientos y este sería suficiente para conquistar las simpatías de los sevillanos y su sonrisa de gratitud, pues la más excelsa tarde noche de plata desvelada de Sevilla él la ha creado y le pertenece cada 5 de enero por la ley del amor. Y es que, en nuestra ciudad, la ilusión tiene linaje y tratamiento de excelencia, porque la ilusión de los niños se llama Ateneo. A esta institución cultural, lugar donde deben darse las manos el claro talento y la modestia suma, le corresponde el orgullo de una noble ejecutoria al servicio de la ilusión infantil. Por ello, el encuentro feliz del Ateneo con los niños y niñas, se hace posible gracias a su renombrada Cabalgata de Reyes Magos, Fiesta Mayor de Sevilla, Fiesta de Interés Turístico de Andalucía y que ha sido propuesta como BIC por unanimidad del Parlamento de Andalucía hace tan solo unos días.

Intentar describir lo que el Ateneo representó cuando se fundó el 6 de marzo de 1887 en la calle Albareda y supone hoy para Sevilla en su sede ya permanente de la calle Orfila, es una labor fácil de entender por la ciudadanía, mas yo me atrevería a asegurar que nuestra institución cultural constituye la sístole y el diástole del más profundo sentir sevillano. Son muchos los que se preguntan cómo todavía, a pesar de tantas circunstancias adversas, Sevilla, prototipo de lealtad y de hospitalidad, una de las más genuinas expresiones del alma española, sigue manteniendo esa inconfundible personalidad, esa fuerza vital y sobre todo esa espiritualidad que tanto la distingue. Sin temor a posible error, podríamos responder que en todo ello colabora poderosamente el Ateneo, donde sigue viviendo lo más puro y entrañable de la vida, el amor a la infancia y muy especialmente a la infancia desvalida. Solo en el seno de la Docta Casa pudo fraguarse algo tan sutil en belleza y en fantasía como la Cabalgata de Reyes Magos, auspiciada por su labor social expresada en toneladas de alimentos que este año se distribuirán en el barrio de Los Pajaritos y en el Economato Social María Auxiliadora, en la calle Gólgota, así como miles de juguetes para la infancia más desfavorecida distribuidos por todos los barrios de la ciudad.

Irán pasando los tiempos, cambiando las circunstancias, pero en nuestra ciudad seguirá existiendo siempre la Cabalgata de Reyes Magos. Y si algún día se perdiera, no necesitaríamos indagar las causas; el Ateneo habría desaparecido y con él, una parte importante de nuestra ciudad.

Hace unos días, se presentó en la calle Chicarreros el libro titulado 1918-2017. Un siglo ilusionando. Cien años repartiendo alegría por las calles de Sevilla, en el que Antonio Pulido Gutiérrez, presidente de la Fundación Cajasol manifestó: «Los recuerdos que evoca este libro nos devuelven también a nuestra propia infancia, a la memoria íntima de los nervios y la emoción que años después hemos reconocido, intacta sin importar el paso del tiempo, en la mirada de nuestros propios hijos o de nuestros nietos. Sin hablar de la alegría imborrable que acompaña a quienes hemos tenido el honor de convertirnos en Reyes Magos durante unas horas. Más de 350 fotografías dan una visión plena de una Cabalgata que muestra la ilusión y la fantasía, que cada 5 de enero desde 1918 se desborda de lado a lado por las calles de Sevilla». Y para redondear el círculo donde solo caben los sueños, el próximo día 11 se presentará también en Cajasol de Sevilla, la película sobre el Centenario de la Cabalgata de Reyes Magos de Sevilla dirigida por Carlos Valera Bastida, titulada Cien años de ilusión, todo un acontecimiento cinematográfico en Sevilla donde se refleja el acontecimiento que san Mateo en la Biblia escribió, la presencia de los magos, guiados por la estrella que habían visto en Oriente y que de hinojos le adoraron y, abriendo sus cofres, le ofrecieron al niño como dones oro, incienso y mirra. Advertidos en sueños de no volver a Herodes, se tornaron a su tierra por otro camino.

Parece todo un milagro y, sin embargo, ahí está la realidad, convertida en pura fantasía por esa Escuela de niños grandes que es el Ateneo; cien años poniendo una Cabalgata de Reyes Magos en las calles de Sevilla, de manera ininterrumpida, por una institución privada. La próxima edición, la del cinco de enero de 2018 será la ciento una, dedicada con todo mi afecto al pueblo sevillano.