Alarma en el Aljarafe y Sevilla Este por los robos ante los colegios

Inseguridad extrema a las puertas de los colegios. Es lo que denuncian padres y madres de varios centros escolares del Aljarafe y la barriada de Sevilla Este en la capital, que están viendo cómo en los últimos días se están produciendo robos en cuestión de segundos que están provocando una sensación de inseguridad extrema.

Los casos son varios, según las fuentes con las que ha consultado esta redacción, aunque casi siempre coincide en robos de enseres como bolsos, mochilas, carteras o teléfonos móviles, y siempre en cuestión de segundos, aprovechando la gran acumulación de personas a las puertas del centro escolar, tanto a la entrada como a la salida de los niños.

El modus operandi casi siempre simular. Aprovechando la llegada al colegio, un hombre -no se sabe si es el mismo en todos los casos- se aproxima a uno de los coches que se han detenido a las puertas del centro o cerca sin parar el motor, y mientras el padre o la madre se baja para dejar al niño en la puerta del colegio, entra rápidamente en el vehículo y sustrae lo que haya de valor en el interior.

De hecho, en el robo ocurrido en Sevilla Este, frente al colegio Jacaranda, se dio la circunstancia de que era una mañana de lluvia, con el desbarajuste en el tráfico que ello supone, y el presunto autor de los hechos aprovechó que una mujer se baja del coche para llevarse el bolso que estaba a los pies del niño que estaba sentado en la parte de atrás del vehículo.

La mujer que sufrió el robo no le vio, aunque sí el niño, que cuando la madre volvió al coche le dijo que había “un hombre”, refiriéndose a la persona que instantes antes había entrado en el coche. En la denuncia, ha reflejado que un hombre de 1,70 de altura más o menos estaba junto al coche sin paraguas cuando llegó al colegio, aunque no le dio más importancia en ese momento.

Igual que esa mujer sufrió ese robo, casos simulares se han dado en colegios del Aljarafe en los últimos días, y siempre con padres que denuncian haberse quedado sin su teléfono o cartera en cuestión de un instante, cuando se habían bajado del coche para dejar al niño en el colegio.

Las prisas por bajarse, la lluvia o los atascos, explican, hacen que no se cierre el coche debidamente, y que el robo sea relativamente fácil.

Sin embargo, la preocupación de los padres va más allá, y algunos creen que la propia seguridad de los niños está en peligro: “Si bajamos corriendo a un niño y otro se queda en el coche, ese niño corre el peligro de que se lo lleven”, explica una madre del colegio Jacaranda, confiada en que este problema se solucione cuanto antes.