-
Escolares del entorno de Miraflores han creado estas luminarias ecológicas para encender la conciencia medioambiental en Navidad. / Ó. Romero -
Prueba del alumbrado de los huertos en la Casa de las Moreras. / Óscar Romero -
Prueba del alumbrado de los huertos en la Casa de las Moreras. / Óscar Romero -
Prueba del alumbrado de los huertos en la Casa de las Moreras. / Óscar Romero -
Prueba del alumbrado de los huertos en la Casa de las Moreras. / Óscar Romero -
Prueba del alumbrado de los huertos en la Casa de las Moreras. / Óscar Romero -
Prueba del alumbrado de los huertos en la Casa de las Moreras. / Óscar Romero
La Navidad llega también a los huertos urbanos de Miraflores. Al listado de más de 200 calles que encienden cada tarde la ilusión, este año se suma por primera vez un alumbrado ecológico que busca poner el foco en el trabajo callado que se siembra durante todo el año en estas tierras consagradas al cultivo y al respeto por el medio ambiente.
Unos 50 escolares de once colegios del entorno de Miraflores han dado este jueves los últimos retoques a las lámparas de aceite que se distribuyen por los 160 huertos. «La proporción es agua y un poco de aceite. No te puedes equivocar», aclaraban los pequeños artífices de estas singulares luminarias mientras que mostraban orgullosos cómo colgaban de los árboles de la Casa de las Moreras. En total se colocarán 360 puntos de luz tras sumar las lámparas que les tocará hacer a los hortelanos de la zona.
«Se pone en valor el molino del siglo XVI que conserva este entorno, así como el cultivo del aceite», señalaba Salas Mendoza, una de las fundadoras de la plataforma Nomad Garden, responsable de esta iniciativa promovida por el Ayuntamiento y bautizada como Oleum lucernae (Lámparas de aceite). Para ver las lámparas prendidas habrá que esperar al día 21. Entonces será la inauguración oficial en el marco de una fiesta en la que el grupo Fahmi Alqhai ofrecerá un concierto.
A partir de ahí se podrán visitar los huertos de Miraflores, todos iluminados, así como «los tesoros» que estos días se han encargado de recoger los escolares en los paseos que han dado entre las siembras: «Les hemos dicho que traigan de casa botes de cristal reciclado para que vayan metiendo dentro especies o cosas propias del huerto, así como un deseo para esta Navidad», señalaba Juan Rodríguez, otro de los monitores de la expedición en la que, por ejemplo, más de uno descubrió el aroma fresco de la planta de lavanda o que ahora empiezan a crecer las habas: «Queremos que ellos tomen conciencia del privilegio que tienen de poder venir andando aquí desde sus casas y entrar en relación con la naturaleza», añadía Eva Arango. Ella enseñaba a Adrián y sus compañeros «de 6º A» otros productos de la huerta. «Nos gusta, pues así podemos saber cómo son las cosas que nos comemos», apuntaba un avispado Adrián.
Junto a ellos, David, Eusebio y Javi mostraban sus tarros de cristal llenos con un meloncillo, una semilla, una corteza y un tronco. «Hemos sembrado lechugas, tomates... y también hemos regado cuando hemos estado viniendo este año», recordaban al tiempo que se mostraban convencidos de la calidad del género que daba esta tierra: «No saben igual que lo de la tienda. Son mucho mejores». Sentencia de hortelano de un metro y diez de estatura por el que esta Navidad se alumbrarán unos huertos, los de Miraflores, modelo de autogestión vecinal a nivel europeo. Su visita es altamente recomendable y una alternativa saludable a las bullas del Centro en las próximas semanas.