L a salud y la ecología son actualmente dos cuestiones que forman parte de la agenda de todos los proyectos de desarrollo futuro de las ciudades. Pero hay que pasar de la teoría a la práctica. El Proyecto Ciudad Saludable del alcalde Juan Espadas se alinea con esta aproximación, una actuación real para una ciudad mejor. En Quito, en el mes de octubre de 2016, se ha establecido una nueva agenda relativa a la salud urbana en la reunión Health as the Pulse of the New Urban Agenda. En sus conclusiones establece que no solo se trata de reducir los factores para el riesgo de la salud en las ciudades, sino que se debe evitar todo el potencial de riesgo que podría existir en el medio ambiente urbano para que los habitantes de las ciudades puedan llevar una vida sana cada uno en su lugar, para que los ciudadanos puedan aprender, trabajar, jugar e interaccionar en un marco ecológico y social.
Se pone de manifiesto en la reunión de Quito, tras la doble pregunta de por qué es importante la salud en las ciudades del siglo XXI y por qué el desarrollo urbano es importante para la salud y el bienestar, que las estructuras físicas y sociales de las ciudades, incluyendo sus estructuras de gobierno, son instrumentos para mejorar la salud pública y el bienestar. Necesitamos gobernantes sensibles a las cuestiones ecológicas y sociales. Un nuevo modelo de ciudad, más allá de los tópicos usuales que no han descendido del mundo de las ideas para materializarse en realidades concretas, es necesario. Un modelo de ciudad que piense en cada barrio, atendiendo a los que más lo necesiten. Un modelo de ciudad centrado en el presente pero que no ignore el futuro, por ejemplo en relación con los aciagos escenarios de cambio climático se hace necesario. Para alcanzar un cambio en el modelo de ciudad a través de una demostración concreta se necesita la confluencia de varios elementos. Primero, liderazgo en la conducción de la idea con principios ecológicos y sociales. Segundo, la confluencia en un proyecto común de los distintos departamentos de un ayuntamiento con unidad de acción. Tercero, transferencia de conocimientos desde donde éste se genera. Cuarto, la oportunidad. El alcalde de Sevilla Juan Espadas anunció en una rueda de prensa el pasado 26 de septiembre una nueva idea de ciudad, denominada Ciudad Saludable, plasmada en una actuación en la Avenida de El Greco del Polígono de San Pablo.
Es una idea liderada de forma entusiasta por el alcalde de Sevilla. Una idea en la que convergen EMASESA, Gerencia de Urbanismo, Medio Ambiente, Parques y Jardines y Bienestar Social y Empleo, para una mejora del hábitat urbano. Una idea que se realiza con la oportunidad que representa una obra necesaria de EMASESA en la citada avenida. Una idea que ha sido elaborada junto con los responsables y técnicos municipales, en colaboración por un fin común, es decir, el bienestar de la ciudadanía, por un equipo multidisciplinar formado por urbanistas, sanitarios y ecólogos. Los estudios realizados han conducido a generar un modelo de actuación que representa un compromiso con la salud y con las personas, un compromiso con la ecología y la sostenibilidad. En definitiva la calidad de vida de la ciudad a través de sus barrios. La zona elegida para la actuación es la Avenida de El Greco, donde EMASESA, la Empresa Metropolitana de Aguas, va a realizar una obra de conducciones y acondicionamientos necesaria, y por ello la acción urbanística se articula en el Ciclo Integral del Agua de la ciudad. Un singularidad importante, que el Alcalde de Sevilla ha calificado de auténtico laboratorio urbano es el establecimiento de un conjunto de indicadores que permita conocer la situación de partida de un barrio cualquiera, en este caso la Avenida de El Greco y su entorno, para posteriormente conocer la situación de llegada, es decir los nuevos valores de los indicadores tras la actuación prevista.
Los indicadores tienen que ver con cuestiones relativas a la salud, al mobiliario urbano, a la movilidad y a cuestiones ambientales como necesidad de sombra, temperatura del aire, humedad ambiental, incidencia de radiación ultravioleta, emisión de calor de los pavimentos, gases, partículas, ruido o radiaciones. El proyecto Ciudad Saludable es un proyecto de ciudad dirigido a la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos de Sevilla, que comienza con la experiencia piloto de la Avenida de El Greco y su entorno próximo, que será transformada con criterios ecológicos, de urbanismo sostenible, de mejora de la salud y el bienestar, y sociales. El agua constituye un elemento clave de la intervención, ya que es un factor ambiental crítico para el medio ambiente de Sevilla no solo en las condiciones ambientales actuales sino en un futuro donde las condiciones del verano mediterráneo se extremarán. Una mayor presencia del física del agua en la zona favorecerá un incremento de la humedad ambiental y una mejorará del paisaje. Se duplicará el número de árboles de la avenida y su entorno, lo cual creará un ambiente más sombreado, más biofílico, que mejorará la convivencia y la salud, con posibilidad de estancia en la calle o de pasear con condiciones ambientales mejores. Un barrio con la calle como sala de estar para la ciudadanía. La superficie sombreada pasara de 2685 m2 a 78821 m2, creando espacios más ecológicos para bancos, juegos infantiles o elementos de ejercicios para todas las edades. Es una actuación para las personas donde no se olvida a nadie.
Una cuestión esencial es la disminución del ruido de la zona, actualmente muy elevado, con valores medios que exceden los 70 dA y picos constantes todo el día de más de 80 dA, con lo cual un cambio de pavimentos resulta esencial. Más superficie de acerado que favorezca la convivencia y al economía del barrio, así como el encuentro y el paseo. Una cuestión esencial es el cruce de la avenida por los peatones que no tendrán que cambiar de nivel, ya que las aceras estarán conectadas mediante plataformas peatonales de forma que se facilite el caminar de las personas con movilidad reducida, discapacidades, o bien que aquellas que porten carro de niños o carros de la compra. Un barrio para las personas, con un área peatonal que casi duplicará su superficie. Un aire más limpio, con una velocidad de vehículos que no podrá superar los 30 km/h. Se incrementará el número de bancos, generándose una plaza amable, ecológica, saludable y convivial en la actual plaza de Manuel Ramón Alarcón. Bicicleteros seguros y puntos de luz adecuados complementan el mobiliario urbano para un barrio para las personas. Y el agua, no olvidemos el agua, un elemento esencial que estará presente. Siempre hemos dicho que en Sevilla faltan sombra y agua, por eso en esta actuación ambos elementos constituyen una parte esencial. Una actuación con una metodología original, basada en indicadores que hay que medir para mejorar sus valores porque son los que marcan la calidad de vida de las personas. Un nuevo modelo de ciudad, mostrado en el este proyecto piloto, que el Alcalde plantea para la transformación ecológica y social de los barrios para un futuro mejor de la ciudad que queremos. En definitiva una Sevilla más saludable, ecológica y social en todos su barrios.