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Fachada de la casa hermandad del Rocío de la Macarena. / El Correo
El concejal delegado de Movilidad, Seguridad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera (PSOE), ha señalado la «correcta» actuación policial, «adecuada a la ordenanza» que se ha llevado a cabo ante el cierre del ambigú de la casa hermandad del Rocío de la Macarena por la «venta ilegal de bebidas alcohólicas que estaban siendo consumidas en la vía pública», según indicaba el domingo el Consistorio.
A preguntas de los periodistas, Cabrera se ha mostrado consciente de que la venta de bebidas se estaba haciendo «por algo benéfico y sin ánimo de molestar a los vecinos de la zona», pero llama a entender que «cuando se generan molestias la policía tiene que hacer su trabajo».
Explica que, aunque «se vendían tickets para consumo de bebidas y alimentos con fines benéficos», para lo que no tenían licencia, también «es cierto que se estaba en la calle comiendo, bebiendo y haciendo ruido, además de cortando el tráfico en momentos, por lo que los vecinos reclamaron la presencia policial».
Tras ello, la Línea Verde se persona y «detecta que se está despachando bebidas para la calle y las molestias de los vecinos», llegando incluso a ser increpados por los presentes, por lo que se requieren refuerzos. «Una vez que se habla con responsables de la hermandad se les hace ver que no pueden seguir desarrollando esta actividad en la calle, con independencia de que algunos de los hermanos no estaban de acuerdo», añade.
Cabrera recuerda que «los vecinos también tienen sus derechos y hay que guardarlos» y deja claro que no va «a poner en solfa una actuación de la Policía Local que es correcta y adecuada a la ordenanza».
«La Policía acude porque hay denuncias de los vecinos y hay que guardar un equilibrio entre los derechos al ocio y al descanso de los vecinos, porque todos tenemos que convivir. La hermandades, como cualquier otra asociación, tiene que saber que no se debe sobrepasar y menos a determinadas horas por el derecho al descanso», concluye.