La voz de alarma la dio hace unos meses el propietario de uno de los bajos. Tuvo que hacer unas reformas al hallar humedades en el local. Cuando levantó el falso techo se topó con la sorpresa allí arriba: «Estaba todo roído y lleno de cacas de ratas». Al poco, Jesús, del primero A, también empezó a notar la presencia de roedores en el interior de su vivienda: «No las veo, pero cada noche las escucho correr por el falso techo del cuarto de baño». Del primero al segundo y de segundo al tercero y del tercero... El problema se ha ido colando en cada uno de los hogares de la calle Linde, en el distrito Macarena.
El origen de estos molestos inquilinos está en el solar abandonado que se localiza a escasos metros de los bloques de pisos, entre la Carretera de Carmona y la avenida Alcalde Manuel del Valle. Sus más de 700 vecinos llevan años denunciando el estado de «abandono» y «dejadez absoluta» que tiene esta parcela que hasta los noventa albergó un polígono industrial con empresas y talleres de mecánica, y sobre la que hay un proyecto de construcción de viviendas que no termina de hacerse realidad. «Esto es un vertedero. Aquí hay basura, escombros, cacas de perros, hierba de metro y medio de altura, maleza seca y toda clase de bichos: pulgas, garrapatas, ratas...», han explicado los vecinos en su denuncia al whatsapp de este periódico.
Cuentan que nadie se encarga de la limpieza del solar, a pesar de las numerosas quejas y llamadas que realizan a la administración local. «En un mes he llamado hasta dos veces a Lipasam. También al Zoosanitario. Nos atienden con muy buenas palabras pero no viene nadie... y la hierba, seca, ya rebasa el vallado y está invadiendo la carretera ¿Esto es ya responsabilidad del Ayuntamiento, no?», señala Mario Martínez, uno de los residentes afectados.
Los vecinos lamentan que solo acuden cuando ocurre un fuego: «Todos los años sale ardiendo. Los Bomberos tienen que venir de dos a tres veces en verano. Es un peligro porque los coches están aparcados muy cerca y cualquier día va a ocurrir una desgracia». Una de las vecinas recuerda que una de las últimas veces que vinieron tuvieron que entrar dentro del terreno y «luego se llevaron varios días aireando los trajes porque iban minados de pulgas».
Explican que en más de una ocasión han visto correr las ratas por la calle Linde. También en el otro extremo del solar. «Detrás de la parada del 2 hay madrigueras y cuevas de ratas como conejos de grandes. Esto es vergonzoso». Sin embargo, hace unos meses ha derivado en «un problema de salubridad» al entrar los roedores en las viviendas. «El otro día desmonté una lámpara porque no funcionaba y me encontré mordido el cable». Su reclamación es firme: «una desratización y desinfección de toda la zona». De momento, hay quien ha pasado a la acción y está combatiendo la plaga con veneno y trampas caseras. «Esto es indignante. Es una situación precaria. Nos sentimos vecinos de tercera cuando estamos a las puertas del centro y pagamos religiosamente nuestros impuestos».
Estos vecinos de la Macarena denuncian también la «nula limpieza» de las calles colindantes a los bloques de pisos. «La hierba crece en los alcorques y junto al solar, por lo que no hay anchura en la acera para que pase un carrito de bebé». También han detectado varios casos de coches abandonados, «algunos desde hace dos años». Insisten, por último, en la necesidad de «cuidar el vallado» para evitar que la parcela acoja asentamientos chabolistas como hace unos años.