Casa de Dios y monumento patrimonial

La Iglesia Madre. El Cabildo Catedral se esfuerza año a año en adaptar un edificio del siglo XV a unos usos, los culturales, para los que no fue creado. El modelo de gestión del templo ha sido alabado por la Unesco

21 nov 2016 / 12:08 h - Actualizado: 21 nov 2016 / 12:14 h.
"Catedral de Sevilla","A mayor gloria de Sevilla"
  • El Patio de los Naranjos de la Catedral se corresponde al patio de las abluciones o shan de la antigua mezquita sobre la que se edificó a partir de 1401 este gigantesco templo fruto de la megalomanía de un Cabildo. / Javier Díaz
    El Patio de los Naranjos de la Catedral se corresponde al patio de las abluciones o shan de la antigua mezquita sobre la que se edificó a partir de 1401 este gigantesco templo fruto de la megalomanía de un Cabildo. / Javier Díaz

Su rica pinacoteca, sus retablos, su importante colección escultórica, sus vidrieras, sus artes suntuarias y decorativas... Cada día miles de turistas se asombran al caminar bajo sus bóvedas góticas o al descubrir el imponente museo sacro que encierra esta gigantesca montaña hueca. La Catedral de Sevilla no es sólo la mayor del país y uno de los monumentos estelares de la arquitectura española. Esta iglesia de cinco naves, que pasa por ser el edificio gótico más grande de Europa y que alberga, entre otras piezas estelares, el mayor retablo de la Cristiandad y la colosal sepultura de Cristóbal Colón es, ante todo, casa de Dios, pero también una providencial fuente de ingresos para el Cabildo Catedral y para la economía de Archidiócesis de Sevilla.

Baste decir que en 2015 los ingresos de la Catedral se dispararon un 7,78% con respecto a 2014 gracias a los espectaculares datos de la visita turística. En el último año se batieron todos los récords de visitas de la última década con un total de 1.559.986 entradas, una cifra que se sitúa muy por encima del promedio de visitas de estos diez años (1.368.906 personas) y que convierte a la Catedral sevillana en el cuarto monumento más visitado de España tras la Alhambra, el Museo del Prado y la Sagrada Familia.

Según la infomación proporcionada a este periódico por el Cabildo Catedral, la recaudación por la visita cultural a la Magna Hispalensis ascendió en 2015 a 8.545.000 euros, una cantidad que representa el 88% de los ingresos anuales del templo. La venta de recuerdos en las dos tiendas también gestionadas directamente por el Cabildo Catedral generó por su parte unos dividendos de 922.000 euros, el 9,5% de la cuenta de ingresos, cuya suma total ascendió a 9.695.902 euros.

De todo lo ingresado, el Cabildo destinó casi un 25% (2.365.130 euros) a gastos de personal –el número de empleos directos es de 49–, mientras que un 19,65% de la cuenta de gastos (1.904.975 euros) se empleó en la retribución de los puestos de trabajo indirectos contratados con empresas de servicios externas para cubrir los descansos ordinarios de los trabajadores, o bien para la atención extraordinaria a celebraciones religiosas masivas, puntuales trabajos de restauración o mantenimiento del templo y materiales y suministros necesarios.

Con todo, la partida más importante –más de tres millones de euros,– es la dedicada de forma automática, con un porcentaje fijo, al sostenimiento de la diócesis. «Es uno de los grandes logros del sistema de gestión implantado desde hace veinticinco años en la Catedral, que se centra en la autofinanciación del templo y en su mantenimiento en general, pero que a la vez nopermite colaborar con el sostenimiento de la diócesis», subraya Margarita López, coordinadora de Actividades y Protocolo de la Catedral. Del importe de la entrada de la visita cultural, un 67% se dedica a la conservación del edificio, su contenido y sus actividades y el 33% restante a contribuir, mayormente, en la construcción y reparapación de nuevas iglesias y otros templos de la diócesis (más de 2,5 millones); al denominado Fondo Común Diocesano, que atiende necesidades generales de la Iglesia (352.170 euros); y a la ayuda a otras instituciones diocesanas, caso del Seminario y el Centro de Estudios Teológicos, y otras fundaciones varias, hasta completar un total de 142.334 euros.

«Hacer coexistir la identidad sagrada del recinto catedralicio con la responsabilidad paralela de conservar y mostrar nuestro patrimonio cultural». Este es, a decir de Margarita López, el aspecto más destacable de un modelo de gestión de ingresos que tuvo su punto de partida en vísperas del año 1992, cuando la Catedral se convirtió en uno de los pabellones temáticos de la conmemoración del V Centenario del Descubrimiento de América y de su Evangelización y albergó durante seis meses una exposición que mostraba el legado de la Iglesia de Sevilla denominada Magna Hispalense. El Universo de una Iglesia.

Aquella experiencia, semilla de renovación y revitalización de la Catedral, permitió dotar al templo de nuevas instalaciones con carácter permanente, restaurar piezas y espacios, y dotar al edificio de un nuevo diseño conceptual y museográfico. «El éxito de esa iniciativa de hace veinticinco años puso de manifiesto la necesidad de coordinar y compaginar la naturaleza primigenia del templo, concebido con una dimensión pastoral, litúrgica y evangelizadora, con la restauración, la conservación y el mantenimiento del inmueble y sus colecciones, de incentivar la investigación en sus archivos y bibliotecas, de difundir y promocionar su patrimonio en jornadas de estudio, promover convenios de colaboración y acoger actividades culturales, musicales o académicas organizadas por otras instituciones», explica Margarita López.

Sin perder la identidad espiritual del lugar, a partir de esa fecha se impuso un modelo de gestión «pionero entre las catedrales españolas» que, ante todo y sobre todo, respeta su condición de templo en el que se rinde y tributa culto a Dios, y que, recientemente, ha sido tomado como referente por la Unesco como paradigma de la necesaria cohabitación de sus usos cultural, turístico y religioso. Del planteamiento y diseño heredado del año 1992 y mejorado a lo largo de estos veinticinco años se establece «como primera norma» que las celebraciones religiosas diarias o la extraordinarias propias o solicitadas por la Diócesis o cualquier otra comunidad eclesial tendrán siempre prioridad sobre la visita cultural, los trabajos de restauración o conservación así como sobre cualquier otra actividad de investigación, difusión o protocolo.

Como se ha demostrado recientemente, con ocasión de algunas celebraciones extraordinarias del Año Jubilar de la Misericordia, el templo es capaz de acoger a más de 4.000 personas sentadas.

Además, en el apartado de seguridad, la de Sevilla es la primera Catedral de España que dispone de un director de seguridad y unas instalaciones tecnológicamente muy avanzadas con un centro de control y un personal de atención específico.