Casas encantadas en la ciudad de las once torres

Pero en Écija es muy a destacar un lugar encantado, un lugar en el que habita el misterio. Se trata de la llamada casa de Llago

03 jun 2017 / 20:50 h - Actualizado: 04 jun 2017 / 18:23 h.
"La aventura del misterio"
  • Casas encantadas en la ciudad de las once torres
  • Casas encantadas en la ciudad de las once torres
  • Imágenes de algunos de los lugares encantados de Écija. / Foto: El Correo
    Imágenes de algunos de los lugares encantados de Écija. / Foto: El Correo

La llaman la sartén de España por las altas temperaturas que alcanza en verano. De origen griego, Écija, guarda rincones que deleitan nuestros sentidos. Dista 80 kilómetros de Sevilla y está en plena campiña asentada en el valle del Genil, de su escudo destaca el Sol sobre campo azur, síntoma inequívoco que el reinado de estas tierras pertenece al insistente astro rey. Se la llama igualmente la ciudad de las once torres por ser ese número el preciso de campanarios que coronan la ciudad. Les proponemos a los que vayan a visitar es bello lugar, que hagan una ruta por los palacios, algunos de ellos considerados monumento nacional y por sus iglesias. Si se decantan por los palacios, una buena idea es visitarlos en los fines de semana del mes de julio donde podrán escuchar Música en los Palacios.

También es interesante y muy divertido visitar el Mercadillo Barroco, que se celebra los días 25 y 26 de noviembre. Si son amantes de los tesoros, el que se encuentra en Écija es fundamental. Se trata de las tres estelas de guerreros, la Placa de Écija (una pieza singular de orfebrería tartésica hallada en el término municipal). Lo pueden encontrar en el museo-palacio de Benamejí. En sus casas también hallará el secreto oculto de un estigmatizado que cada Semana Santa rememora, de forma inexplicable, la pasión de Cristo en forma de llagas sangrantes.

Fenómenos inexplicables en la casa de Llago

Pero en Écija es muy a destacar un lugar encantado, un lugar en el que habita el misterio. Se trata de la llamada casa de Llago. Los investigadores Jesús Camacho y Fátima Barragán nos trasladaban sus pesquisas en un interesante informe: «Nos encontramos ante una de esas casas en las que mucha gente dice que ocurren cosas. Un lugar tan mágico y a la vez misterioso que contiene la esencia propia de aquellas casas de construcciones regionalistas andaluzas. Les hablamos de la casa encantada de la campiña sevillana. Les hablamos de los fantasmas de la casa de Llago.

En el término municipal de la Cañada Rosal, un pueblecito vecino a Écija, se encuentra una de las casas donde más fenómenos poltergeist ocurren en su interior. Una casa pequeña, ya casi derruida por el paso del tiempo y que muchas personas han vividos hechos insólitos en su interior. Por ello y porque contactamos con un vecino e investigador de aquel lugar decidimos realizar nuestro particular viaje desde Sevilla hasta Écija una tarde del mes de diciembre de 2010. Recordamos perfectamente aquella tarde, hacía mucho frío, íbamos ataviados con unos polares, que por aquel entonces tenía el nombre de cada uno de nosotros y de nuestro equipo de investigación.

Salimos de Sevilla alrededor de las 18.00 horas por la autovía de Córdoba rumbo hasta el pueblo de Cañada Rosal. Aproximadamente una hora después llegamos al lugar. Allí nos esperaba nuestro compañero Manuel Jesús, vecino de aquel pueblo y además una persona que había vivido hechos insólitos en el interior de aquella casa. Tras varios minutos entrevistándolo decidimos emprender nuestro particular camino hacia el misterio. Ya había caído la noche y nos encontrábamos con unos cinco grados de temperatura. Recuerdo el frío tan intenso que hacía en aquel lugar, como también recordamos el cielo completamente estrellado arriba de nuestras cabezas.

Cargados con todos los equipos para realizar una investigación de campo, salimos del pueblo para entrar en un viejo camino de campo. La imagen ya era aterradora? todo el camino estaba oscuro, a ambos lados de nuestro vehículo una gran hilera de olivos. Recordamos también aquel camino lleno de charcos de haber llovido. Tras rodar con nuestro vehículo por aquel largo camino, topamos con una casa de aspecto muy tétrico.

Nuestro entrevistado Manuel Jesús señaló a aquella casa diciéndonos: «Esta es la famosa casa donde pasan cosas extrañas? donde habita un fantasma?». Todos nos quedamos contemplando la casa como si hubiéramos visto algo extraño, pero lo cierto es que nos dio muy mala impresión. Dejamos el coche aparcado justo enfrente de la puerta de la casa. La primera sensación que todos coincidimos nada más llegar fue como la de estar observados por alguien, además, todos dijimos la misma frase nada más salir de nuestro coche? nos sentíamos observados por algún tipo de entidad que no alcanzábamos a ver. Entonces nos dispusimos a hacer una primera toma de contacto en aquel lugar. Manuel Jesús estuvo en todo momento explicándonos los fenómenos que allí le habían ocurrido, nos enseñó cada rincón de aquella casa, planta de arriba y planta de abajo. Tras pasar varios minutos viendo el lugar para conocerlo antes de comenzar con aquella investigación, decidimos entonces grabar con una cámara de video a nuestro ya amigo Manuel Jesús.

La historia que contaba aquel muchacho era terrible. Desde extrañas siluetas que había visto en el lugar, hasta fallos en los aparatos eléctricos y electrónicos e incluso el testimonio de casi una muerte como consecuencia de otro tipo de fenómeno que ocurrió allí en una grabación de un corto que Manuel Jesús hacía varios años estaba grabando.

Tras terminar esta entrevista decidimos ya adentrarnos entre las oscuras paredes de aquella casa. La primera parte de nuestra investigación de campo fue en la planta de abajo. Recordamos las tres habitaciones que en ella había y lo que Manuel Jesús nos contó que ocurría en una de las habitaciones. Primero nos pusimos en aquel pequeño salón principal de la casa. Recordamos haber visto unos grandes velones color negro ya desgastado como consecuencia del fuego e incluso en las vigas de madera de aquel techo vimos unos clavos completamente alineados y clavados uno tras otro. Aquella imagen nos estremeció a todos y vimos aquella casa con una mirada mucho más respetuosa si cabía. Si, algún tipo de brujería se había cocido en aquel lugar y era una cosa que nos dejaba muy intranquilos, puesto que aquella noche nos estábamos enfrentado a algún tipo de energía negativa, y quien sabía si pudiera ser maligna. Fue entonces cuando todo el equipo se puso intranquilo y decidimos abandonar la planta superior, eso sí, decidimos dejar colocada en el lugar una grabadora de sonidos para ver si lograba registrar algún tipo de voz o de psicofonía. Entonces, acto seguido, nos fuimos a aquella habitación donde más testigos nos contaron que pasaban cosas extrañas. Antes fuimos hasta el coche para recoger un sensor de movimiento para ponerlo en aquella habitación. Es entonces cuando vimos algo que nos dejó a todos con la boca abierta. Justo en la escalera de acceso a la segunda planta vimos una extraña esfera de luz. Una figura tridimensional, de color azulado y que parecía tener vida propia. Aquello podría medir más o menos lo que mide un puño cerrado. Nos dejó perplejos.

Tras varios minutos de debate, decidimos de nuevo entrar a aquella casa para seguir con aquella investigación de campo. Ahora tocaba el turno de aquella habitación, en la cual, pasaban la mayoría de los fenómenos. Antes decidimos subir para coger la grabadora que habíamos dejado en la segunda planta de aquel inmueble. Pero vaya la sorpresa que nos deparaba la noche, la grabadora que habíamos dejado conectada y completamente cargada, estaba apagada? desconectada del botón de inicio. Lo primero que pensamos fue que esa extraña luz que vimos subir para aquella planta había apagado aquella grabadora. Nos sobrecogimos todos y nos fuimos para aquella habitación donde ya nos esperaban nuestros compañeros. Fue entonces cuando le contamos lo sucedido con aquella grabadora.

Investigando en la casa encantada

A todos nos sorprendió muchísimo aquel hecho, pero decidimos no darle mucha importancia y seguir con aquella investigación. Fue entonces cuando decidimos poner un sensor de movimiento, justo enfrente de una pared y sin que nadie pudiera pasar por delante de él. Entonces decidimos hacer cada uno una ronda de preguntas para ver si aquel sensor nos podía dar algún tipo de señal. La primera de las preguntas las hizo Fátima Barragán: ¿Molestamos aquí? Preguntó nuestra compañera. Aquel sensor al cabo de unos segundos tras la pregunta comenzó a sonar solo. Fue entonces cuando Jesús Camacho preguntó lo siguiente: ¿Quieres que nos vayamos de aquí? La respuesta de aquel sensor fue contundente. Un nuevo salto de alarma y una respuesta que sin duda nos hizo salir de aquella habitación durante varios segundos. Aquel sensor no dejaba de sonar entonces, parecía haberse vuelto loco. Aquella investigación estaba llegando a su fin aquella fría noche. Decidimos entrar a la habitación maligna aquella y apagar el sensor para despedirnos de aquella interesante noche vivida con gran intensidad en aquella casa. Pero todavía nos iba a deparar otra sorpresa antes de marchar de aquel inmueble. Completamente a oscuras y recogiendo las cosas, una nebulosa color negra se cruzó antes la mirada atónitas de todos los allí presente. Fue entonces cuando decidimos marcharnos de aquel extraño lugar. De la denominada casa de Llago».

Otras historias misteriosas e inexplicables

En este caso, para saber más de las numerosas historias y leyendas que recorren las calles de la localidad sevillana de Écija, no podemos dejar atrás un imponente edificio que se levanta en pleno centro de este maravilloso pueblo. Y es que las historias y leyendas que rodean a este portentoso edificio barroco se están haciendo de cada vez más fuertes, no solamente en Écija sino que también en las localidades cercanas como Cañada Rosal, La Luisiana e incluso en Palma del Río, Osuna y La Campana.

Evidentemente para conocer mejor algunos fenómenos extraños que ocurren entre las paredes, ya casi desgastadas por el paso del tiempo, nos tenemos que remontar algún siglo atrás, concretamente desde la construcción de este Palacio.

Apariciones en la antigua casa de los marqueses de Benamejí

Los orígenes de este inmueble pertenecen a la familia de los marqueses de Benameji, cuyo linaje no lleva directamente a la familia francesa de los Bernuy. Es en siglo XVIII, cuando don Fadrique Iñigo de Bernuy, señor de la Villa de Benameji, entra en relaciones con la hija de los marqueses de Peñaflor y es por este motivo del enlace entre ambos cuando se levanta este palacio en Écija. El edificio finalmente termina de construirse en el año 1975 aproximadamente.

En tiempos de la invasión Napoleónica el palacio fue ocupado y convertido en cuartel y más adelante sería la familia de los Valverde los dueños, siendo el Conde de esta familia la última persona en morir en aquel lugar en aquellos años. Es precisamente aquí cuando comienza a forjarse una de las primeras leyendas entre las paredes de este lugar. Desde aquellos años prácticamente hasta nuestros días, él boca en boca entre los habitantes de Écija ha ido heredando algunas que otra historia sobre aparición espectral justo después de la muerte de este Conde.

A principio del siglo XIX este palacio siguió siendo cuartel general de las tropas napoleónicas y es a finales del siglo XIX cuando finalmente la familia heredera de aquellos nobiliario de la época desocupa totalmente el edifico.

Es en el año 1936 cuando se comienza a hablar en el interior de este palacio de la visión de una extraña dama de blanco que tiene en jaque a los numerosos soldados que les tocaba hacer la guardia durante la noche. Es aquí donde comienza a forjarse la leyenda de la mujer de un coronel que se pasea por los largos y oscuros pasillos de este edifico, desafiando a los muchachos que hacían la guardia en aquel lugar.

A finales del año 1936 ocurrió un asesinato en el interior del patio de este edificio. Un oficial de aquellas tropas militares que se refugiaban en el interior de este lugar, disparo a un obrero que se encontraba trabajando en las instalaciones del palacio de Benameji.

Todavía faltaría alguna que otra historia, cuanto menos extraña, por vivir aquel lugar y todos sus militares residentes allí. En los años 50, uno de los sargentos que trabajaba en este palacio, disparó a un capitán que se encontraba tranquilamente en su despacho haciendo sus labores. Aquel hombre murió asesinado al instante entre las paredes de una de las habitaciones del edificio, quedando estas manchadas con la sangre de la leyenda para siempre.

Es a partir de este instante cuando mucha gente comenzó a pensar que este palacio estaba maldito puesto que no eran normales tantos sucesos acontecidos en aquel lugar. De hecho, desde el asesinato de este capitán, eran muchos los testigos que decían escuchar en el interior de su despacho el sonido inconfundible de las máquinas de escribir tecleando, como si cada día y cada noche, alguien se encontrara terminando un trabajo que nunca llego a acabar.

Una dama de blanco que se paseaba penando al parecer por algo que tiempo atrás había ocurrido casi con toda seguridad en aquel lugar, un asesinado en los patios donde se encontraban las caballerizas y las cuadras de este palacio y un capitán asesinado a manos de un sargento sin haber un motivo anterior aparente, extrañas luces que parecen recorrer los pasillos del lugar, sonidos incesantes de máquinas de escribir y todavía falta un detalle más para acabar con este extraño y terrorífico caso. Hace poco más de tres años, un albañil murió cuando se encontraba trabajando en las labores de rehabilitación del edificio. No sabemos verdaderamente si tendrá algo que ver la posible maldición que parece rodear a este edificio, pero lo cierto es que ha habido muchas vivencias desagradables en este lugar, quizás, aquellas que pasaron antaño y está más reciente den de cada vez más pie a las historias sobre apariciones y sonidos extraños en el interior de este antiguo palacio, aquel donde antaño estaba lleno de felicidad.

Hoy día este inmueble alberga la sede del museo municipal de Écija. Un lugar donde muchas personas dicen haber vivido cosas durante sus visitas. Y es que es muy posible que si alguna vez sienten curiosidad y quieren ir hasta esta bella localidad sevillana, se encuentren con viejas historias pasadas, que cada día y cada noche, parecen resurgir una y otra vez, quién sabe si os estará esperando el viejo capitán.

Sin duda alguna es un lugar que no deja indiferente a nadie y que estoy completamente seguro que dará mucho que hablar durante mucho tiempo. Un lugar mágico y cargado de extrañas y curiosas vivencias de numerosos testigos, como otros muchos que encontramos en Écija.