Cinco días sin bus en las Tres Mil

La supresión de las líneas 31 y 32 de Tussam en esta zona del Polígono Sur el pasado miércoles ha trastocado la vida de más de 3.000 vecinos

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
02 dic 2017 / 22:27 h - Actualizado: 03 dic 2017 / 09:46 h.
"Movilidad","Tussam","Polígono Sur"
  • Uno de los autobuses de Tussam a su paso por la calle Padre José Sebastián Bandalán, una de las zonas afectadas. / El Correo
    Uno de los autobuses de Tussam a su paso por la calle Padre José Sebastián Bandalán, una de las zonas afectadas. / El Correo
  • Cinco días sin bus en las Tres Mil

No es justo que siempre paguemos justos por pecadores. No nos pueden aislar de esta manera. Somos ciudadanos. Esto no es un gueto, es un barrio más. El jueves llegué tarde a la cita médica que tenía en Marqués de Paradas. Tuve que caminar 20 metros desde mi casa a la parada más próxima, en la zona de La Oliva». El testimonio de Carmen, empleada de hogar con tres hijos y una nieta de apenas tres meses a su cargo, es solo un ejemplo de las consecuencias que padecen más de 3.000 vecinos de las Tres Mil después de que el pasado miércoles Tussam recortara sus servicios de autobuses por la barriada tras los últimos apedreamientos a vehículos de la flota por un grupo de chavales que han sido identificados.

La nota que explica la supresión de las líneas 31 y 32 en las calles Padre José Sebastián Bandalán y Luis Ortiz Muñoz ha desaparecido de algunas paradas. En otras resiste a duras penas. No obstante, a estas alturas todos saben ya que para coger el autobús «para el Duque» hay que ir andando hasta La Oliva. Así el miércoles, el jueves, el viernes, el sábado... «Estamos molestos y muy enfadados. Esto es una canallada. Aquí hay gente que sale todas las mañanas a trabajar, estudiantes y también personas enfermas que tienen que ir al médico o a urgencias». El veterano representante vecinal, Rafael Pertegal, explica que es «necesario» potenciar la seguridad en la zona en lugar de tomar esta medida «tan radical». «Por qué no ponen más vigilancia en lugar de retirar las líneas de autobuses», comentan a la altura de una de las paradas en las que se mantiene el servicio en la calle Orfebre Cayetano González. Allí coinciden otros afectados que abordan el que ha sido tema de debate en toda la semana. «Entiendo que haya conductores que estén preocupados por la situación. También el riego de que se produzcan daños personales, pero esto hay que resolverlo. No nos pueden dejar tantos días incomunicados. No somos un gueto aunque muchos lo crean», apunta Luis, mientras que otro vecino de las 800 Viviendas critica la poca voluntad que tienen las administraciones: «Esto es responsabilidad del Ayuntamiento y del Estado porque la Policía no cubre el trayecto de los autobuses como debería».

Otra de las entidades vecinales del Polígono Sur, Nosotros también Somos Sevilla, muestra su preocupación por la situación que se ha generado en estos últimos días: «Es otra consecuencia de la ineficacia del pan integral». Recuerda que hay muchas familias que viven con cero recursos al mes, por lo que no se pueden permitir otro medio de transporte: «Lamentablemente no todos tienen coches privados ni tampoco dinero para un taxi. Hay quien solo le queda el autobús, incluso para ir a pedir ayuda a Cáritas o bien buscar trabajo». Todos insisten en que se restablezcan «cuanto antes» las rutas completas del 31 y 32