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Cinco siglos de conocimiento a disposición de la ciudad

La Universidad de Sevilla inaugura su biblioteca central Rector Antonio Machado y Núñez, un proyecto que ha costado años y abre el camino a futuros cambios

29 mar 2017 / 07:56 h - Actualizado: 30 mar 2017 / 10:51 h.
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  • La biblioteca central Rector Antonio Machado y Núñez está ya abierta. / Reportaje gráfico: Jesús Barrera
    La biblioteca central Rector Antonio Machado y Núñez está ya abierta. / Reportaje gráfico: Jesús Barrera
  • El rector, Miguel Ángel Castro, el alcalde, Juan Espadas, y el consejero, Antonio Ramírez de Arellano, descubren la plaza conmemorativa. / Jesús Barrera
    El rector, Miguel Ángel Castro, el alcalde, Juan Espadas, y el consejero, Antonio Ramírez de Arellano, descubren la plaza conmemorativa. / Jesús Barrera
  • Reproducciones y facsímiles permiten atisbar el enorme valor de los fondos de la Universidad. / Jesús Barrera
    Reproducciones y facsímiles permiten atisbar el enorme valor de los fondos de la Universidad. / Jesús Barrera
  • La inauguración permitió a unos cuantos afortunados conocer las instalaciones de la nueva biblioteca central Rector Antonio Machado y Núñez. / Jesús Barrera
    La inauguración permitió a unos cuantos afortunados conocer las instalaciones de la nueva biblioteca central Rector Antonio Machado y Núñez. / Jesús Barrera
  • Los fondos antiguos se han colocado en el mismo orden y con las mismas signaturas que tenían en su anterior emplazamiento. / Jesús Barrera
    Los fondos antiguos se han colocado en el mismo orden y con las mismas signaturas que tenían en su anterior emplazamiento. / Jesús Barrera
  • Acuerdos con Altadis y Focus Abengoa ayudan a difundir documentos históricos. / Jesús Barrera
    Acuerdos con Altadis y Focus Abengoa ayudan a difundir documentos históricos. / Jesús Barrera
  • Los pasillos permiten disfrutar con exposiciones, que se irán renovando con el tiempo. / Jesús Barrera
    Los pasillos permiten disfrutar con exposiciones, que se irán renovando con el tiempo. / Jesús Barrera
  • En la planta segunda está la cámara en la que se depositan los ejemplares de mayor valor. / Jesús Barrera
    En la planta segunda está la cámara en la que se depositan los ejemplares de mayor valor. / Jesús Barrera

La nueva biblioteca central de la Universidad de Sevilla (US) Rector Antonio Machado y Núñez ha abierto sus puertas, modernas y luminosas, a estudiantes e investigadores, pero también a los gigantescos y valiosos fondos de una institución destinada al conocimiento desde hace más de 500 años. El mejor ejemplo, el facsímil de una Biblia de Gutemberg que el visitante se encuentra casi conforme entra.

El rector de la Hispalense, Miguel Ángel Castro, apareció encantado. «Hoy es un día de fiesta», comenzó, y explicó luego que con esta apertura «culmina un largo camino, no siempre fácil, encaminado a cubrir las necesidades académicas de nuestra centenaria institución, y que se alinea con los objetivos estratégicos diseñados en este ámbito».

El alcalde de la ciudad, Juan Espadas, también se vino arriba. «Bienvenidos al Paraíso», saludó, tras recordar que Borges imaginaba ese paraíso como una biblioteca.

Lo cierto es que la US lleva años enfrascada en la construcción de una infraestructura adecuada para albergar sus fondos y permitir el acceso a ellos a estudiantes e investigadores. Ya la tiene, aunque por el camino haya quedado un proyecto truncado en el Prado y un contencioso con la Consejería de Economía y Conocimiento que ahora mismo está en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.

El edificio que ayer presentó la institución ha tenido un coste de alrededor de seis millones y cuenta con una superficie construida de 5.689 metros cuadrados. Lo mejor, sin embargo, son sus fondos, de los que la US alardea con razón.

Los más valioso son los 332 incunables. Destacan además 1.217 manuscritos, la mayoría tratados y apuntes jurídicos y teológicos. La biblioteca Rector Machado y Núñez cuenta también con 8.340 libros del siglo XVI, 68.840 de los siglos XVII, XVIII y XIX y con 10.000 volúmenes del siglo XX.

De todas formas, el rector quiso puntualizar el valor de los fondos. «En el seguro que se firmó para hacer el traslado se colocó una cantidad sobre 84 u 85 millones de euros», comentó, para añadir después que «una Biblia de Gutemberg no tiene precio alguno, y 84 millones no significa nada. El valor es incuantificable».

También ocupan ya su lugar en el edificio las donaciones y legados de diversas personalidades que, desde hace siglos, han entregado sus colecciones. Destacan Alejandro y Luis Guichot, Luis y Santiago Montoto o Juan de Mata Carriazo, entre otros, si bien en la inauguración ha destacado una flamante donación: la de las cartas que Rafael de Cózar, poeta y profesor de la US que falleció en 2014, cruzó con «intelectuales de su época», por emplear las palabras de Miguel Ángel Castro.

La inauguración permitió ver la totalidad de las instalaciones de la biblioteca de la mano del director general de Infraestructuras de la US, Pedro García, y de la directora del servicio de bibliotecas de la US, Julia Mensaque, en el que trabajan 240 personas «y 39 becarios», puntualizó la propia Mensaque.

Fue ella quien definió el archivo histórico como «la joya del edificio», y García destacó lo sofisticado de su sistema de seguridad, que incluye un sistema de extinción de incendios por agua nebulizada. Este archivo forma parte de la biblioteca de la US desde 1895, y ocupa 900 metros lineales de documentos.

La Universidad dispone también desde este momento de un taller de restauración. Su objetivo, explica la Universidad, es «permitir actuaciones de restauración de ejemplares en mal estado, así como labores de afianzamiento y protección», además de disponer lo necesario para acometer «una política global de conservación». Los alumnos de Grado en Restauración de la Facultad de Bellas Artes podrán realizar aquí sus prácticas.

La Rector Antonio Machado y Núñez dispone de taller de digitalización, que cuenta ya con más de 10.000 obras digitalizadas y 1.400.000 imágenes. El nuevo equipamiento permitirá acelerar el proceso de digitalización.

Presentado el edificio en su emplazamiento de la avenida de la Guardia Civil y con vistas al Parque de María Luis por algunos de sus ventanales, esta nueva biblioteca es el primero de los movimientos que deberán culminar con el nuevo campus de humanidades en la Fábrica de Tabacos, proyecto para el que el rector, eso sí, evitó hablar de plazos. «Es un gran paso, el primer paso de un proyecto colectivo y global. Damos un pistoletazo de salida para un camino que empieza aquí», avanzó el rector. Castro desgranó los pasos sucesivos que pretenden acometer: «Nos va a permitir llevar a cabo las transformaciones en la Fábrica de Tabacos para ir construyendo finalmente el campus de humanidades», además de la biblioteca de humanidades conjunta. Podrán, además, «traernos la Facultad de Filosofía, y eso liberará espacios en el campus de Ramón y Cajal, que son estratégicos para los proyectos que allí habitan».

El rector aprovechó las presencia de las autoridades para hablar sobre la importancia del apoyo institucional. «Son por ello, querido consejero –comentó ante la presencia del responsable de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, que lo antecedió como rector de la US–, fundamentales las inversiones. Es el momento de avanzar sensatamente, desde la austeridad y la eficiencia, pero con un camino claro y definido».

Una piedra en el zapato de 16 millones de dinero público

A la valoración positiva que hay que hacer de la inauguración de la biblioteca Rector Antonio Machado y Núñez hay que unirle, de manera inevitable, el interés por conocer el futuro de los 16,4 millones de euros de dinero público que la Consejería de Economía y Conocimiento le reclama a la Universidad de Sevilla. En su línea habitual, el rector de la Hispalense, Miguel Ángel Castro, explicó que «en este momento hay un contencioso administrativo y mis servicios jurídicos siguen opinando que no hay ninguna razón para que se proceda a esa devolución. Estamos a la espera de lo que digan las autoridades judiciales, como no puede ser de otra manera».

El consejero de Economía y anterior rector de la US, Antonio Ramírez de Arellano, no optó por la vía del respeto escrupuloso a la Justicia, sino por el cambio de tema. Interrogado sobre el asunto, aclaró: «No voy a hacer declaraciones más allá de lo que ha dicho el rector». A partir de ahí, se salió por la tangente. «Simplemente felicitar a la Universidad por este éxito y, como bien dice el rector, forma parte de un proyecto académico de un enorme calado...».

La Universidad de Sevilla recurrió en julio ante la sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), la desestimación del recurso de reposición potestativo promovido por la institución, ante el procedimiento de reintegro tramitado por la Junta sobre la subvención de 16,4 millones de euros concedida para el proyecto de la construcción de su biblioteca central en los jardines del Prado de San Sebastián. Así es como están las cosas.

Castro aprovechó para defender la tesis de la institución: esa subvención se recibió para hacer una biblioteca central, y eso se ha hecho. La Junta, por su parte, insiste en que el dinero se concedió para levantar la biblioteca del Prado, que hubo que demoler en plena obra. «Efectivamente, nos dieron una subvención para construir una biblioteca, una maravillosa biblioteca, y eso es lo que ha hecho la Universidad de Sevilla», dijo Castro. Para el rector, el proceso de construcción de la biblioteca trajo una lección destacada: «Hay que buscarse socios que continúen con uno en todos los pasos del camino. Eso y nada más es lo que he aprendido. Que no es poco».