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Javier Millán, Silvia de Carrión y Francisco Moraga, durante la visita. / El Correo
Ciudadanos critica la «inacción» de Espadas ante el «grave problema del botellón» en la Alfalfa
Millán ha visitado la zona junto a la plataforma ‘Alfalfa degradada’ y ha recalcado que los distritos municipales «no funcionan». Lamenta que los vecinos sufran el efecto de la movida demás de «insultos y amenazas»
El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Sevilla, Javier Millán, ha criticado este miércoles la «inacción» del alcalde hispalense, el socialista Juan Espadas, ante el grave problema del botellón en la Alfalfa».
Millán, acompañado de su adjunto, Francisco Moraga, ha visitado la zona junto a la plataforma Alfalfa Degradada, encabezada por Silvia de Carrión, que «ha transmitido el malestar de los vecinos por el repunte en el consumo de alcohol e incluso drogas en plena calle y hasta altas horas, además de peleas, cantes, gritos y otros comportamientos incívicos ante los que el gobierno no hace absolutamente nada», tal como informa Cs en un comunicado.
En este sentido, el portavoz de Cs ha criticado «la dejadez total del gobierno socialista, que ni siquiera escucha los problemas de los vecinos de los barrios de Sevilla». «Los distritos no funcionan, nadie da respuesta a reclamaciones más que justas de los sevillanos y los asuntos por resolver se le acumulan a un gobierno incapaz a todas luces», advierte.
Millán ha indicado que la práctica del botellón «es un problema permanente en muchas zonas de la ciudad», como el Casco Antiguo, con el foco concreto de la plaza de la Alfalfa y sus calles adyacentes, en las que los residentes soportan «ruidos hasta altas horas e insalubridad, acumulación de basura y hasta presencia de excrementos y orines», además de «la intranquilidad que sufren por una inseguridad constante provocada por insultos, amenazas e incluso agresiones en algunas ocasiones».
Así, ha reclamado a Espadas «una solución definitiva y global con un plan definido de actuaciones, que debe incluir por supuesto un aumento de la presencia policial y un férreo compromiso del gobierno para hacer cumplir las ordenanzas, algo que no está ocurriendo», todo ello con el objetivo de «erradicar de una vez por todas el consumo de alcohol en las calles y garantizar la tranquilidad y el descanso de los vecinos».