Las obras de reurbanización de la calle Carabela de la Pinta han concluido bajo un presupuesto de 330.000 euros dentro del programa de mejoras del barrio de Santa Clara, donde se han sustituido y actualizado las de redes de Emasesa y la reordenación del margen de la urbanización Cruz de Malta donde se han creado aparcamientos, acerado y alineaciones de arbolado.
Según ha informado el Ayuntamiento de Sevilla en una nota, estas obras se han llevado a cabo a través de la Gerencia de Urbanismo y en coordinación con Emasesa y el Distrito San Pablo-Santa Justa, donde se ha renovado la vía de la calle Carabela que incluye la sustitución de las redes de abastecimiento y saneamiento a la que se ha añadido "una profunda renovación de su estética y funcionalidad", que responde a las demandas de la ciudadanía y de las entidades del barrio con las que "se consensuó el proyecto final", ha destacado el delegado del Distrito San Pablo, Francisco Páez.
Ha añadido el delegado que este proyecto se ha encuadrado dentro de "una programación más amplia para todo el barrio de Santa Clara que incluye acciones en el CEIP Santa Clara, las calles Villa de Cuba o la Avenida de Pedro Romero". "Entre proyectos ejecutados o en tramitación, la inversión supera los 660.000 euros", ha finalizado Páez.
Urbanismo diseñó un plan especial de reordenación y recuperación que actuaba particularmente en espacios terrizos sin uso que ahora han adoptado nuevas funcionalidades, para mejorar el tránsito peatonal y la dotación de sombra, el alumbrado público, la circulación, el aparcamiento o la accesibilidad.
En este sentido, se ha reformulado la linde del núcleo residencial Cruz de Malta, se han ampliado los acerados, que eran estrechos para el tránsito de peatones, particularmente de personas con movilidad reducida y se ha dotado al espacio de sombra a través de nuevas alineaciones de arbolado de la especie sófora con sus correspondientes alcorques.
El alcorque ha sido seleccionada por su capacidad de arraigo, la rapidez de su crecimiento hasta alcanzar gran altura en cortos periodos de tiempo y por la ausencia de condicionantes que puedan provocar alergias. También se han reforzado de esta especie los naranjos que se han mantenido en el otro margen de la vía.
Además de mantener un diseño similar al de la zona, los pavimentos utilizados en esta calle se han adaptado a la normativa vigente sobre accesibilidad universal a través de la incorporación de rebajes y superficies táctiles en las zonas correspondientes. La calzada presenta encintados de adoquín de hormigón en los bordillos frente a la mezcla bituminosa continua de la calzada.
Dentro de las novedades del nuevo diseño, se ha renovado la red de alumbrado público con la dotación de once nuevas farolas que incorporan lámparas led que permiten una mayor luminosidad, particularmente en los pasos de peatones donde no existían puntos de luz hasta el momento, por lo que también se ha mejorado la seguridad vial.
También es novedad la nueva banda de aparcamiento del margen con Cruz de Malta en batería inclinada y cordón para generar unas treinta nuevas plazas con reserva de espacio para vehículos de personas de movilidad reducida y para la ubicación de contenedores. Se mantienen los rebajes correspondientes a los accesos de los aparcamientos privados de las viviendas del lado contrario.
Por su parte, la calzada ha quedado ampliada hasta los seis metros de anchura en los dos sentidos del tráfico. Por último, se ha instalado la correspondiente señalización horizontal y vertical adecuada para la regulación del tráfico.