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Portavoces del movimiento okupa de la Corrala Dignidad / Jesús Barrera
Miembros de la Corrala Dignidad que el pasado miércoles asaltaron el pleno del Ayuntamiento de Sevilla en mitad de la sesión y que acabaron desalojados del mismo tras la actuación policial denunciaron desde el edificio okupa su “protesta”, motivada, a su juicio, “por la falta de alternativa ocupacional”, en palabras de una activista del grupo Diamantino Acción Social, que presta apoyo a este colectivo. Los okupas, que negaron con rotundidad mantener vínculos con Participa Sevilla o Izquierda Unida, defendieron su irrupción con pancartas en la sesión plenaria “porque en Sevilla hay tres desahucios diarios y no se hace nada”.
Junto a otros colectivos sociales y vecinales, los antisistema alertaron en una improvisada rueda de prensa de la “privatización” de los albergues municipales, mientras que reivindicaron “que mueren personas en la calle y no se hace nada”. Junto a la activista del grupo Diamantino, identificada como María Teresa, compareció Joaquín Sánchez, uno de los okupas del inmueble, que está localizado en la confluencia de las calles Fray Isidoro y San Juan de Ribera. Sánchez también participó en el asalto del pleno, junto a una veintena de personas, exhibiendo en esta citación a los medios su versión de los hechos: “Sacamos las pancartas y la Policía entró con los codos por delante. En ningún momento quisimos atacar a los políticos porque todos los meses vamos al Pleno y no pasamos la valla”, justificó, al tiempo que cargó con dureza contra el gobierno municipal. “Quieren cargarse la Corrala a través de la manipulación. Se puede ver en los muchos vídeos que hay. Somos un colectivo que ayuda a las personas, que queremos una casa y nos quieren tratar de banda organizada”.
Estos colectivos antidesahucios, apoyados por otras organizaciones sociales y vecinales como las de la Barzola, el Carmen o Alcosa, centraron su reivindicación en la situación de las personas sin hogar en la ciudad, dudando de la cifra que el Consistorio da por válida, 400. Al respecto de los albergues municipales, los okupas denuncian “la privatización” y cómo ellos, “pese a no tener recursos” dan cobijo en la corrala a 37 personas, “gracias a la solidaridad de los vecinos”. A este respecto, condenaron la última muerte de una persona sin hogar en Sevilla, ocurrida hace una semana. Un indigente de 37 años fallecía de embolia pulmonar en el albergue Virgen de los Reyes, ubicado a escasos metros de la Corrala Dignidad.
Este edificio okupado pertenece a la marquesa de Lebrija, y la ocupación ilegal de los miembros de Corrala Dignidad se produjo el 14 de noviembre. Actualmente sirve de refugio a 37 personas, de los que una docena tiene entre 20 y 30 años, “que de otra forma estarían en la calle, porque en los albergues dicen que no dan el perfil por ser jóvenes y no los aceptan”, en palabras de los portavoces de este movimiento. Pocos días después de la okupación, y según la versión de los okupas, la Policía entró desde el techo intentando el desalojo, que no consiguieron “porque opusimos resistencia y no nos pueden echar sin una orden judicial”. Para el 19 de enero está previsto el juicio. Esta inmueble de viviendas está deshabitado, con la excepción de dos vecinas de edad avanzada y un bar. “Recurren a prácticas de asustaviejas para que se vayan, porque el objetivo es la especulación, y a nosotros nos han ofrecido dinero para salir de aquí”.