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Acto de bienvenida a los alumnos Erasmus en la Universidad de Sevilla. / El Coreo
Las universidades llevan años en una competición por ver cuál de ellas es la mejor del mundo. Hay ranking de todos los colores y tendencias. A una semana de que arranquen las pruebas de acceso a la universidad, la conocida como Selectividad, los jóvenes y sus familias disponen de la enésima clasificación con la que contar con elementos de juicio a la hora de formalizar una matrícula. El Ranking CYD, realizado por la Fundación CYD y presentado en el día de hoy, evidencia cuáles son los puntos débiles y fuertes de los campus españoles. El principal valor de esta clasificación es que cada uno la hace a su medida. Cada usuario, en función de sus intereses, hace su propia búsqueda. «En el Ranking CYD no encontrarán una clasificación global, de mejor a peor, de las universidades españolas. No nos dice cuál es la mejor universidad. Hace algo más útil: nos permite identificar qué universidades son más eficientes y destacan en cada una de esas variables seleccionadas; y aquellas otras que tienen mayor potencial de mejora en cada una de ellas. En estos momentos de cambio profundo y acelerado que vivimos en tantos ámbitos, también en el universitario, estas herramientas son imprescindibles y todos debemos procurar su mejora continuada y su uso eficiente», Javier Monzón, presidente del Comité Ejecutivo de la Fundación CYD. Pero hay cinco indicadores que la Fundación califica de «más populares», a saber: movilidad de estudiantes, tasa de graduación en el máster, atracción nacional de los estudios de grado, atracción nacional del máster y las prácticas en empresas de la región.
En estos indicadores, la Universidad de Sevilla, como segunda institución del país en cuanto a tamaño, sobresale en dos: la movilidad de los estudiantes y la tasa de graduación en los estudios de máster. En el caso del atractivo de los grados y los máster dentro de la oferta nacional, la Universidad de Sevilla se coloca en el grupo de rendimiento intermedio. La clasificación no muestra ningún dato en el caso de las prácticas en empresas de la región (ese espacio en blanco es sinónimo de ausencia o insuficiencia de datos necesarios para el cálculo del indicador, según la anotación hecha por la Fundación CYD).
El casi pleno al quince lo hace la Universidad de Salamanca, que se sitúa en el grupo de alto rendimiento en cuatro de los cinco indicadores (movilidad de estudiantes, tasa de graduación en el máster, atracción nacional de los estudios de grado y atracción nacional del máster). La Complutense de Madrid, Granada y Málaga no ofrecen datos suficientes en ninguno de los indicadores.
El ranking CYD permite conocer las fortalezas de los campus también por áreas. En concreto, se trata de Empresariales, Física, Informática, Ingeniería Eléctrica y Mecánica, Medicina y Psicología.