Cuando dejarse la piel no compensa

Cada año se detectan en Sevilla más de 5.000 cánceres cutáneos, si bien sólo 155 son melanomas, el tipo más letal. La exposición solar continuada aumenta el riesgo

10 jun 2017 / 21:14 h - Actualizado: 10 jun 2017 / 21:16 h.
"Salud","Cáncer de piel","Cáncer de piel"
  • El doctor Jerónimo Escudero, responsable de la Unidad de Gestión Clínica de Dermatología del hospital de Valme, explora un lunar en el brazo de una paciente. / El Correo
    El doctor Jerónimo Escudero, responsable de la Unidad de Gestión Clínica de Dermatología del hospital de Valme, explora un lunar en el brazo de una paciente. / El Correo
  • La dermatóloga Rosa Corbí coordina este servicio en el hospital Virgen del Rocío. / El Correo
    La dermatóloga Rosa Corbí coordina este servicio en el hospital Virgen del Rocío. / El Correo
  • Lara Ferrándiz, responsable de Teledermatología del Macarena.
    Lara Ferrándiz, responsable de Teledermatología del Macarena.

El de piel es, con mucho, el tipo más común de cáncer en las personas. Y, sin embargo, no conviene alarmar en exceso ni adoptar posturas intransigentes en relación a la costumbre de tomar el sol. «El factor más importante a la hora de padecer cáncer de piel no es la exposición al sol, sino la quemadura solar», matiza David Moreno, responsable de la Unidad de Dermatología del Hospital Universitario Virgen Macarena. Una quemadura que suele ser consecuencia de la exposición al sol «sin protección y de forma continuada durante muchos años».

Hecha esta salvedad, bien es cierto que en los últimos años se ha observado un inquietante incremento de estas afecciones por las que se forman células malignas en los tejidos de la piel. A escala mundial la incidencia aumenta a un ritmo que oscila entre un tres y un ocho por ciento anual, de manera que el cáncer de piel se ha triplicado en Estados Unidos, Europa y Australia. Y a escala nacional son más de 4.000 nuevos casos cada año.

En este punto hay que diferenciar entre los dos grupos principales de cáncer de piel. Por un lado, está el melanoma, que es el más grave y que puede comprometer la supervivencia del paciente, si bien es el menos frecuente: sólo el dos por ciento del total. Si no se diagnostica a tiempo, es probable que invada los tejidos cercanos y se disemine a otras partes del cuerpo, en cuyo caso puede ser letal; de hecho, es el causante de la mayoría de las muertes debidas al cáncer de piel.

Y por otro está el cáncer de piel no melanomatoso, dentro del que se encuentran el de células basales –con mucho, el más habitual; de hecho, es el más prevalente de todos los cánceres en el ser humano– y el de células escamosas. Estos tipos suelen responder bien al tratamiento y rara vez se extienden a otras partes del cuerpo, de manera que su mortalidad es muy reducida. Tratados precozmente, en el 90 por ciento de los casos se resuelven con una simple cirugía.

DATOS DE SEVILLA

A nivel local no existen registros oficiales de cáncer de piel, aunque sí se puede realizar una aproximación a partir de la media nacional. Así, en el caso del carcinoma basocelular o de células basales la ratio es de unos 250 casos por cada 100.000 habitantes al año, de modo que haciendo una traslación a la población de la provincia de Sevilla se podría hablar de unos 4.850 casos anuales. Una cifra elevada, aunque ya se ha apuntado que en el 90 por ciento de las ocasiones se opera y se cura sin complicaciones.

En cuanto a carcinoma espinocelular o de células escamosas, la ratio sería de 38 casos por cada 100.000 habitantes al año, que darían para la provincia de Sevilla alrededor de 737 casos anuales.

Por último, si se habla de melanoma, la ratio es de apenas ocho casos en España por cada 100.000 habitantes, lo que equivaldría a unos 155 casos anuales en Sevilla. En el conjunto de todos los cánceres, por tanto, estaríamos en torno a los 5.750 casos anuales en la provincia.

Un estudio epidemiológico realizado en Andalucía entre 2000 y 2010 y en el que participó el doctor Moreno reflejó que se había producido un incremento de casos de melanoma en un 67 por ciento a lo largo de esa década. «Además de a una mayor exposición solar, también se debe a que se diagnostican tumores que antes no, sobre todo muy precoces, ya que la gente consulta más», opina el responsable del Virgen Macarena, quien aprecia un cambio relevante en cuanto a la edad: «Hasta hace muy poco, los carcinomas basocelulares aparecían en personas entre 60 y 70 años y cada vez vemos más en gente joven por la exposición al sol o por hacer deporte al aire libre. El melanoma, en cambio, aparece en todas las edades entre los 30 y los 90 años».

En otro de los hospitales sevillanos, el de Valme, se diagnostican anualmente alrededor de un millar de casos de cáncer de piel en pacientes de todo el área sur de Sevilla, de los cuales hasta 700 corresponden a carcinomas basocelulares y algo más de 50 a melanomas. El responsable de la UGC de Dermatología en Valme, Jerónimo Escudero, apunta que «tienen un riesgo aumentado de padecer melanoma: personas de piel clara que han sufrido quemaduras solares frecuentes, sobretodo en la infancia; la exposición solar prolongada ya sea por ocio o trabajo, o la exposición intensa en cortos periodos de tiempo, como en vacaciones; el uso de cabinas de bronceado; el tener un número elevado de lunares (50 o más) y antecedentes familiares de cáncer de piel, entre otros».

FACTORES DE RIESGO

En general, se calcula que entre el 50 y el 90 por ciento de los cánceres de piel son debidos a exposición a radiaciones ultravioletas, ya sea procedente del sol o de fuentes artificiales como las lámparas de bronceado. Estas radiaciones provocan daños irreversibles en el DNA celular, acelerando el envejecimiento de la piel y la producción de tumores y lesiones precancerosas.

Se consideran dos patrones principales de riesgo: la exposición aguda e intermitente (baños de sol en la playa y deportes al aire libre), que se asocia a un mayor riesgo de desarrollar melanomas y carcinomas basocelulares; y la exposición solar crónica y acumulativa (en profesiones al aire libre), que se relaciona con un riesgo aumentado de desarrollar carcinoma espinocelular. Además, la exposición a fuentes artificiales de radiación ultravioleta como las lámparas UVA de bronceado artificial incrementa el riesgo de melanoma, sobre todo entre los jóvenes.

LA TELEDERMATOLOGÍA, UN ‘ATAJO’ QUE AHORRA TIEMPO Y DESPLAZAMIENTOS AL PACIENTE

La irrupción de nuevas tecnologías en la captación y transmisión de imágenes ha permitido que los hospitales sevillanos adapten en los últimos años la teledermatología como un sistema de consulta virtual que ahorra tiempo en el proceso y desplazamientos innecesarios a los centros para los pacientes, algo especialmente útil en el caso de personas mayores, con movilidad reducida o que residen a cierta distancia de su hospital de referencia.

A las personas que acuden a los centros de Atención Primaria con algún lunar o mancha en la piel sospechoso se les toma una imagen por parte del enfermero o el médico de familia mediante una cámara digital, con la posibilidad en algunos casos de adaptarle una dermatoscopio (un sistema óptico de luz polarizada que permite observar las lesiones a diez aumentos y a mayor profundidad). Esa imagen es enviada por correo electrónico al hospital de referencia, donde el especialista la revisa en un promedio de días inferior a los cinco, de manera que la respuesta del dermatólogo se adelanta y, en caso de que haya indicio de cáncer, se cita al paciente de forma urgente para su diagnóstico y para iniciar el tratamiento sin dilación.

El Virgen Macarena comenzó a implantar este sistema a distancia en 2003, y en este tiempo ha atendido a más de 65.000 personas, de los que a 14.000 se les detectó algún tipo de tumor cutáneo y a 12.800 alguna lesión precancerosa.

Este centro trabaja en la actualidad en la teledermatoscopia como método ideal para el screening de cáncer de piel entre los centros de salud y las unidades de dermatología, tras realizar un estudio (Impac-Tdce) que constató que las imágenes captadas con el dermatoscopio mejoran la sensibilidad y especificidad del diagnóstico en un 15 y un 25%, respectivamente, en relación a las fotografías clínicas convencionales.

Por su parte, el Virgen del Rocío cumplió el pasado verano una década con el programa de teledermatología. Un tiempo en el que se han diagnosticado o descartado posibles lesiones de la piel en las más de 20.000 imágenes enviadas por los médicos de familia de su área (Sevilla capital y el Aljarafe). Cabe reseñar que los melanomas diagnosticados mediante teleconsulta en estos diez años presentan mejor pronóstico al detectarse precozmente. No obstante, el 75% de las lesiones cutáneas enviadas por los médicos de familia mediante teledermatología correspondieron a tumores benignos que no precisaron ningún tipo de tratamiento.