Desde hace meses, se viene dando la coyuntura de la custodia por parte de los integrantes de Seguridad Ciudadana, de menores extranjeros no acompañados (MENAS). Estos como norma general, se ausentan deliberadamente de sus centros asignados y cuando deciden regresar al Centro, por carecer de un lugar donde pernoctar, se presentan en dependencias policiales para que sean los miembros de las FCSE, quien cubra sus necesidades básicas (alimentación y hospedaje), hasta su reingreso de nuevo a sus centros de referencia, denuncia [Juan Manuel Ulric, Subsecretario Nacional de acción sindical del sindicato de policía Jupol, Mayorítario en la actualidad.
Y portavoz provincial de Jusapol Sevilla,. Asociación que une policía Nacional y guardia civil
Para custodiar a estos menores, los policías encargados son retirados del servicio de patrulleros de la ciudad, el cual se encuentra muy mermado de por sí.
Las dependencias policiales carecen de módulos de habitabilidad o simples habitaciones donde los menores puedan descansar hasta su traslado por parte del personal asignado por los centros de menores. No es raro encontrarlos tumbados en colchonetas en el pre-calabozo, lugar destinado a la realización de las primeras diligencias de los detenidos mayores de edad. Tampoco es de extrañar que pasen días en estas condiciones, ya que normalmente, si un MENA llega a dependencias policiales un viernes, es muy probable que hasta el lunes no salga de las mismas, en ocasiones sin estar atendidos con comidas adecuadas a su edad y tampoco se asean, en todo ese tiempo.
Como ejemplo a lo anteriormente narrado, se expone lo ocurrido el pasado fin de semana del 9 al 10 de febrero, en el que las dependencias de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana en Blas Infante Nº 12 “El Cuartel”, quedaron saturadas con 14 menores. Tras un conato de reyerta entre ellos que se consiguió sofocar, quedo claramente palpable que el número que agentes destinados a su custodia era claramente insuficiente. Como norma general, es un patrullero con sus dos integrantes quienes prestan este servicio, pero debido al gran número de menores, se amplió en un policía, teniendo que pedir a la Sala Operativa del 091 un patrullero más, cada vez que había que llevarlos custodiados al aseo.
El malestar evidente de los agentes creció cuando por parte de los responsables del servicio se ordenó trasladar a los MENAS a la zona de briefing -sala destinada a las reuniones antes del servicio- y que es usada al mismo tiempo como lugar del descanso reglamentario del personal de Seguridad Ciudadana y que muchos agentes usan a modo de comedor y dejan sus propias pertenencias.
Sin dudas, las dependencias policiales NO son el lugar idóneo para la custodia de estos menores, no reuniendo los mínimos requisitos, para que menores de edad, pasen más de 24 horas. Es un lugar destinado al trabajo, que no reúne las garantías básicas para el descanso o higiene necesarias.
Una vez localizados o personados los menores en dependencias policiales, el traslado de los mismos a su Centro de referencia, corresponde a los responsables de los diferentes Centros de Menores y no a la Policía. En caso de no personarse los responsables de los Centros, por cualquier razón, la superioridad debería gestionar otros lugares de estancia para los menores, lugares mejor acondicionados, que las dependencias policiales, como pueden ser dependencias de la CRUZ ROJA o dependencias de la Unidad Adscrita de la Policía Nacional en la Junta de Andalucía, quienes ostenta las competencias relacionadas con Menores en Protección.