De la empatía personal a la ciudad compasiva

Gonzalo Brito, formador del proyecto Sevilla Contigo, imparte el primer curso de entrenamiento de la compasión

15 abr 2016 / 20:36 h - Actualizado: 15 abr 2016 / 21:46 h.
"Salud pública"
  • Gonzalo Brito, en la Fundación Valentín de Madariaga de Sevilla, donde ha impartido un curso. / El Correo
    Gonzalo Brito, en la Fundación Valentín de Madariaga de Sevilla, donde ha impartido un curso. / El Correo

Francisco García Paños

El psicólogo clínico chileno Gonzalo Brito se ha dejado seducir por la fundación New Health. «Tiene un visión interesante: cambiar la cultura en Sevilla y crear un cultura de cuidado. Que nos importe el bienestar de otras personas, en particular la gente que está cerca de la muerte».

Gonzalo Brito sabe de lo que habla. Es un psicólogo clínico chileno especializado en psicoterapia y doctorado en Psicología en el Instituto de Psicología Transpersonal (Palo Alto, EEUU) y se ha convertido en uno de los primeros formadores del proyecto Sevilla Contigo, que promueve la Fundación New Health. Volverá en mayo en el congreso de cuidados paliativos para hablar del entrenamiento en compasión en expertos en salud, pero ya ha estado en Sevilla para impartir un programa de Entrenamiento para la compasión, por emplear la expresión de Sevilla Contigo.

La Fundación New Health intenta, insiste Brito, crear «una cultura del cuidado. Que se vuelva normal y más cuando las personas están saliendo de la vida: el objetivo es que tengan el apoyo de la comunidad. En vez de que dependa de especialistas. La idea no es prescindir de profesionales, sino que no dependa de ellos todo el cuidado. Es restaurar la mirada humanizante», relata.

Concede Gonzalo Brito que «en el sur de España veo uno de los tejidos sociales más ricos. La gente se conoce por el nombre Tenemos vínculos con el panadero, con el frutero. Y eso es bastante excepcional, pero está en riesgo. Porque España avanza muy rápido hacia un cultura individualista, de satisfacción de los deseos individuales».

Su formación lo ha convertido en el único formador en compasión y empatía certificado por la Universidad de Stanford, donde nació todo. «En 2010, en Stanford estaban creando un centro muy especial: el Centro para la investigación y la educación en la compasión y el altruismo», cuenta, y destaca el hecho de que surgiera «en el núcleo de la facultad de Medicina y desde la observación de que el trato médico hacia los pacientes y la formación de los profesionales de la salud están bastante deshumanizados».

Sus propuestas se alejaban, al menos en teoría, de la prestigiosa y tradicional línea de aquella institución. «Una de las cosas que hicieron fue desarrollar un protocolo de entrenamiento en la compasión. Se unieron contemplativos y científicos de Stanford y, en un lenguaje secular pero con elementos de contemplación budista, trabajaron para educar al cerebro para que fuera más empático y compasivo». Las pruebas posteriores lo dejaron claro: «Era un programa que traía un notable bienestar a quienes lo seguían y también en las comunidades de estas personas».

Destaca Brito que «hay como un despertar precisamente en esos grupos que podían ser resistentes: médicos, educadores. Eso es interesante porque son personas que tienen un impacto social sobre mucha gente». A parte de ellos se dedicó el primer curso que impartió en Sevilla. Y serán ellos quienes extiendan sus enseñanzas. Pero también resultarán beneficiados: «Cuando se entrena, cambia la manera de ver a las personas, se va a humanizar mi trato ellas». Dicho queda.