«De la noche a la mañana nos vimos en casa y sin poder hacer deporte»

El Tiro de Línea recupera su piscina municipal cubierta después de cinco años y medio de ‘exilio’ en las instalaciones deportivas de Hytasa o El Porvenir

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
26 jun 2018 / 21:03 h - Actualizado: 27 jun 2018 / 08:51 h.
"Barrios","Distrito Sur"
  •  María Luisa Pérez y Amparo López, vecinas y usuarias de la piscina del Tiro de Línea, ayer mientras se daban los últimos retoques. / Manuel Gómez
    María Luisa Pérez y Amparo López, vecinas y usuarias de la piscina del Tiro de Línea, ayer mientras se daban los últimos retoques. / Manuel Gómez

Amparo, Ana, Carmen, Pepi, Dolores... Son algunas de las vecinas del Tiro de Línea y otras barriadas de esta zona sur de la ciudad que durante un largo lustro han tenido que modificar su rutina deportiva («y médica») tras el cierre de la piscina municipal del barrio desde que se desplomara la cubierta en medio de un temporal. «Era nuestra mejor terapia. Lo notábamos cada vez que íbamos. Ese día no teníamos que tomar ni pastillas ni nada», exponen estas usuarias mientras se alegran de que «al fin» la próxima semana reabra la piscina del complejo deportivo del Tiro de Línea, año y medio después de la fecha anunciada por el alcalde de Sevilla, Juan Espadas. La esperada inauguración está prevista mañana jueves y contará con la presencia del regidor y del responsable municipal del IMD. En principio, la instalación se abrirá al baño recreativo en la época estival para, esperan los vecinos, retomar durante el curso su programación de actividades.

Amparo es de las benjaminas del grupo. Tiene 70 años. Cuenta que ella y sus compañeras de baño –«la más mayor tiene 85 años»– han sido las «grandes damnificadas» del temporal de sequía que allá en enero de 2013 desató «un tornado» en el Tiro de Línea. El fuerte viento golpeó «de madrugada» la cubierta y su estructura cayó directamente sobre la lámina de agua. «Se llevó cerca de tres meses tirada en la piscina, sin tocarla nadie», recuerda María Luisa Pérez, también usuaria y presidenta de la asociación de vecinos Santa Genoveva-Tiro de Línea.

Desde primera hora se impuso «la incertidumbre» en esta historia que afectaba también las actividades deportivas de los clubes de waterpolo y natación, así como programas vinculados a la salud durante casi todo el año, como el que desarrolla la entidad Epssilón con terapia para personas con Síndrome de Down y Autismo. «Primero nos dijeron que la cubierta se iba a reparar en seis meses, pero fueron pasando los días y los meses, y terminaron los dos últimos años de Zoido y nada». Amparo dice que todo cambió de repente: «De la noche a la mañana nos vimos en casa y sin poder hacer deporte durante un año». Eso empezó a afectar su salud. También las relaciones sociales del grupo. «Es que no sólo eran las horas de piscina, sino que se creaba un vínculo, que organizábamos nuestras convivencias en distintas épocas del año. También con otros grupos». Algo que, lamentan, se ha ido diluyendo en los últimos años.

«Luego nos propusieron que continuáramos en Hytasa o Rochelambert. Algunos aceptaron y otros, como nosotras, no porque nos parecía muy lejos». El grupo de Amparo se reubicó en el complejo de Galisport «con una hora y el mismo dinero». Tres días a la semana se desplazan al Porvenir. «Está más lejos. Hay quien tiene que coger el autobús porque viene de La Oliva o Las Tres Mil. Cuando llueve, muchas no pueden ir», comenta otra usuaria de la piscina, que además aclara que «en este tiempo han fallecido las más veteranas, que no han visto culminada la cubierta».

La asociación de vecinos aprovechó entonces el cambio de gobierno local y la llegada de Espadas a la Alcaldía en junio de 2015 para reactivar su reivindicación y «buscar una solución». En una visita al barrio en septiembre de 2016, el regidor anunció que la piscina abriría en un año, «en septiembre de 2017». Pero las obras se han prolongado así como el presupuesto y, «peor aún, un curso más de exilio» para sus usuarios. «Al final los trabajos han tardado año y medio, y de un presupuesto inicial de 1,6 millones ha aumentado a 2,2 millones, sobre todo por la modificación de los motores y aplicación de nuevas técnicas», apunta la representante vecinal, que está «satisfecha» con la nueva cubierta de metacrilato, que conoció hace unos días. «Solo hay dos en todo el país como esta», concluye.