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Blindados Pizarro, de la factoría de Alcalá de Guadaíra. / El Correo
La empresa Santa Bárbara Sistemas entregó a finales de marzo al Ejército de Tierra 83 vehículos blindados de infantería/caballería Pizarro correspondientes a la fase II del Programa Especial de Armamento, que se fabrican en Alcalá de Guadaíra. Era la imagen de que la industria armamentística empezaba a despuntar. Eso ha tenido su reflejo en los presupuestos del departamento de Defensa, que después de haber dejado durante dos años sin un euro a los vehículos Pizarro, tiene proyectado para este ejercicio una suculenta partida de más de 200 millones de euros. No ha corrido la misma suerte los vehículos blindados Leopard, que sólo han recibido una cantidad de 2,2 millones, algo más de lo percibido en los últimos años, pero insuficiente.
No es la única buena noticia en el departamento de Defensa que también ha visto reforzada la inversión en el avión A400M, después de que se entregara el primer avión a finales del pasado año. Así, las cuentas no recogen cantidades simbólicas, a la espera de que llegue una rectificación por vía del crédito extraordinario. Tal vez motivado por el hecho de que el proyecto de presupuestos generales está diseñado con las fechas encima, se ha contemplado una partida 388,2 millones de euros para el A400M, que se emsambla en la planta de montaje final de Airbus Denfese & Space en San Pablo.
El presupuesto del Ministerio de Defensa asciende a 7.576 millones, incluyendo dos anualidades correspondientes a los pagos de los Programas Especiales de Armamento, lo que supone un incremento de un 32,1 por ciento. Según el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2017 que el Gobierno ha enviado hoy al Parlamento, la política de Defensa contará con 5.758 millones, lo que supone un aumento del 0,4 por ciento, excluyendo las partidas de los Programas Especiales de Armamento. Por lo tanto, el aumento de la partida se limita al presupuesto, ya que el gasto real en defensa es prácticamente similar al del ejercicio 2016.