Dejan un cuerpo tiroteado en una gasolinera y esperan allí a la Policía

Los tres hombres aseguran que no conocían de nada al fallecido y que se lo encontraron herido, llevándolo a la estación Saras del Calonge junto a la SE-30

27 nov 2015 / 21:27 h - Actualizado: 28 nov 2015 / 16:28 h.
"Sucesos"
  • La policía científica examina el cuerpo. / José Luis Montero
    La policía científica examina el cuerpo. / José Luis Montero
  • Dejan un cuerpo tiroteado en una gasolinera y esperan allí a la Policía
  • Imagen de la gasolinera donde ocurrieron los hechos. / José Luis Montero
    Imagen de la gasolinera donde ocurrieron los hechos. / José Luis Montero
  • La policía científica recopilan datos en la zona. / José Luis Montero
    La policía científica recopilan datos en la zona. / José Luis Montero
  • Toda la zona fue acordonada. / José Luis Montero
    Toda la zona fue acordonada. / José Luis Montero
  • La policía científica examina el cuerpo tiroteado. / José Luis Montero
    La policía científica examina el cuerpo tiroteado. / José Luis Montero

Un hombre murió este viernes por heridas de arma de fuego a las puertas de la gasolinera Saras ubicada en el polígono Calonge, al pie de la SE-30 en dirección al Alamillo, un extraño suceso sobre el que ha sido declarado el secreto de sumario. El fallecido llegó en un coche, un Volkswagen Touareg oscuro, junto a otros tres hombres, que lo sacaron del vehículo y lo dejaron tumbado en la pequeña rampa de acceso a la estación de servicio. Allí, aparentemente tranquilos y tras un pequeño intento por reanimarlo, esperaron la llegada de los servicios sanitarios (que trataron sin éxito lo mismo) y de la Policía Nacional, que los trasladó posteriormente a dependencias policiales.

Tal y como han narrado testigos del suceso, la escena tuvo lugar sobre las 15.15 horas: el coche llegó, no terminó de entrar en la gasolinera, paró, bajaron el cuerpo y los tres hombres esperaron, tras un pequeño amago por reanimarlo. El fallecido tendría un solo disparo, aunque otras fuentes señalan que habría recibido más de un tiro.

Sus acompañantes, españoles de entre 25 y 35 años, indicaron que no tenían relación ni de parentesco ni de amistad con el fallecido, explicando que se lo habían encontrado ya herido y que lo estaban trasladando. De hecho, habrían sido ellos los que habrían llamado al 061 y esperaron su llegada. Los servicios sanitarios acudieron al aviso en cuestión de minutos sin poder hacer nada, ya que alrededor de las 15.45 el cuerpo ya estaba cubierto con una sábana.

Al lugar de los hechos acudieron agentes de la Policía Nacional, del grupo de Homicidios y de la Policía Científica, además de una comisión judicial que decretó el secreto de las diligencias ahora en curso. Los agentes tomaron declaración por separado a los tres acompañantes del fallecido, trasladándolos a continuación a dependencias policiales. Tal y como señalan algunas fuentes, las versiones que habrían ofrecido no coincidirían.

Los tres hombres que iban en el coche junto al fallecido mantuvieron en todo momento una actitud tranquila rayana en la pasividad. Tras el fallido intento por reanimar al herido (que podría haber llegado ya muerto a la gasolinera, ya que en ningún momento hizo gesto alguno) no intentaron abandonar el lugar. De hecho, uno de ellos entró en la tienda y compró tres botellas de agua, que bebieron tranquilamente a una cierta distancia del cuerpo mientras esperaban al 061. Tras visionar las cámaras de la gasolinera, una línea de investigación va encaminada a saber si había una quinta persona en el interior del coche.