Del monocolor al mapping

Evolución. Del belén del arquillo a las 192 calles iluminadas, una extensa programación cultural y espectáculos audiovisuales. La Navidad en Sevilla se ha ido transformando hasta llegar a hacer de estas fechas temporada alta del turismo nacional

07 dic 2016 / 22:50 h - Actualizado: 08 dic 2016 / 08:00 h.
"Luminosa Navidad"
  • Inauguración del hasta ahora último mapping en la Plaza de San Francisco, en la Navidad 2014-2015. / J. L. Montero
    Inauguración del hasta ahora último mapping en la Plaza de San Francisco, en la Navidad 2014-2015. / J. L. Montero
  • Las primeras navidades de la democracia se vivieron sin grandes alardes en la capital hispalense. En la cabalgata, eso sí, no faltaron caramelos. / Archivo de El Correo de Andalucía
    Las primeras navidades de la democracia se vivieron sin grandes alardes en la capital hispalense. En la cabalgata, eso sí, no faltaron caramelos. / Archivo de El Correo de Andalucía
  • El famoso espectáculo Cortilandia que El Corte Inglés ponía en la plaza de la Concordia. / Archivo de El Correo de Andalucía
    El famoso espectáculo Cortilandia que El Corte Inglés ponía en la plaza de la Concordia. / Archivo de El Correo de Andalucía
  • La decoración navideña de los grandes almacenes y de la Plaza del Duque en los años 80. / Archivo de El Correo de Andalucía
    La decoración navideña de los grandes almacenes y de la Plaza del Duque en los años 80. / Archivo de El Correo de Andalucía
  • A finales de los 90 la iluminación llega al Ayuntamiento y a una Plaza Nueva aún con coches. / Spínola
    A finales de los 90 la iluminación llega al Ayuntamiento y a una Plaza Nueva aún con coches. / Spínola
  • Con Monteseirín se iluminó también el Arco de la Macarena o el puente de Triana. / Pepo Herrera
    Con Monteseirín se iluminó también el Arco de la Macarena o el puente de Triana. / Pepo Herrera
  • El diseño de las luces ha evolucionado con los años. / P. Herrera
    El diseño de las luces ha evolucionado con los años. / P. Herrera
  • El diseño de las luces ha evolucionado con los años. / P. Herrera
    El diseño de las luces ha evolucionado con los años. / P. Herrera
  • El diseño de las luces ha evolucionado con los años. / P. Herrera
    El diseño de las luces ha evolucionado con los años. / P. Herrera
  • El diseño de las luces ha evolucionado con los años. / P. Herrera
    El diseño de las luces ha evolucionado con los años. / P. Herrera
  • El diseño de las luces ha evolucionado con los años. / P. Herrera
    El diseño de las luces ha evolucionado con los años. / P. Herrera
  • El diseño de las luces ha evolucionado con los años. / P. Herrera
    El diseño de las luces ha evolucionado con los años. / P. Herrera
  • El diseño de las luces ha evolucionado con los años. / P. Herrera
    El diseño de las luces ha evolucionado con los años. / P. Herrera
  • El diseño de las luces ha evolucionado con los años. / P. Herrera
    El diseño de las luces ha evolucionado con los años. / P. Herrera
  • El diseño de las luces ha evolucionado con los años. / P. Herrera
    El diseño de las luces ha evolucionado con los años. / P. Herrera
  •  El diseño de las luces ha evolucionado con los años. / P. Herrera
    El diseño de las luces ha evolucionado con los años. / P. Herrera

Estampas en blanco y negro. Navidades marcadas por la austeridad en épocas donde el Ayuntamiento tenía otras prioridades y otro presupuesto. El belén en el arquillo de Plaza Nueva y unas pocas calles céntricas con una parca iluminación, financiadas por los propios comerciantes, era todo lo que alcanzaba la programación municipal para estas fechas tan señaladas. Desde entonces, mucho ha evolucionado la Navidad en Sevilla para llegar a convertirse en una nueva temporada alta para el turismo en la ciudad.

Lejos quedan ya los años en los que las calles de la capital andaluza no se engalanaban con iluminación navideña. En las primeras navidades democráticas se podían contar con los dedos de las manos las pocas calles, todas ellas en el centro, en las que había algún tipo de decoración. Poco después llegó a los barrios, eran los propios vecinos y las asociaciones de comerciantes los que se organizaban para vestir de Navidad sus calles. Con los noventa llegaría la iluminación a la fachada del Ayuntamiento, muy similar a la que existe actualmente, y a los árboles de muchos puntos de la ciudad. Con la llegada del nuevo siglo, se iluminaron también otros iconos como el Arco de la Macarena o el puente de Triana. Sevilla empezaba a vivir la Navidad de otra manera. Pero, sin duda, el hecho que marcó un antes y un después en estas fechas fue la llegada del mapping. Ese espectáculo, que sacó de la chistera el entonces alcalde ahora ministro de interior–, Juan Ignacio Zoido, fue capaz de convertir estas fechas en un nuevo pico de oro para la llegada de turistas a la ciudad.

El mapping marcó un antes y un después en la Navidad. Primero como oferta para el sevillano y segundo, como elemento de promoción de la ciudad, que se subió al carro de una tendencia europea. El centro de la ciudad era un hervidero de personas durante todos los días de programación. La plaza de San Francisco y sus aledaños se abarrotaban de gente que luchaba por ver a cualquiera de las horas el espectáculo que cada año se fue renovando. Además, el gobierno local iba mejorando su apuesta. Junto al mapping se colocó un conjunto luces en la Plaza del Salvador importado del Covent Garden londinense o un gran árbol en la esquina del Prado de San Sebastián con la calle San Fernando. Todo con un doble objetivo: la dinamización del comercio y la consolidación de Sevilla como destino turístico de Navidad.

Esta tendencia no solo no paró con el cambio de gobierno sino que sigue al alza. Con Juan Espadas en la Alcaldía se ampliaron en 32 las calles de Sevilla que se iluminaron. La Navidad se llevó a los barrios con múltiples actividades. Se cambió el mapping por espectáculos audiovisuales que se mudaron a San Telmo, la Alameda y las Setas de la Encarnación y la oferta se complementó con diversas actividades culturales, pistas de hielo, tiovivos en la plaza de San Francisco, el Prado y la Alameda.

Los datos turísticos del pasado año muestran que Sevilla ya es un destino navideño, sobre todo para los visitantes nacionales. Las pasadas fiestas se produjo un aumento sustancial en las pernoctaciones. En diciembre se contabilizaron 359.161, un 21,70 por ciento superior a las del mismo mes de 2014. Los viajeros fueron principalmente españoles, que realizaron 197.168 pernoctaciones y los extranjeros, 161.993. Las cifras suponen un 20,59 por ciento y un 23,08 por ciento más, respectivamente.

Esta apuesta se sigue manteniendo en estas próximas navidades. La intención del gobierno local, que está desgranando la programación de este año a cuenta gotas, es seguir haciendo de esta fecha aún «más atractiva a los que nos visitan. Estamos convencidos de que el periodo de Navidad puede ser tremendamente atractivo por las condiciones climatológicas, por la programación cultural, y por los atractivos que la ciudad tiene ya de por sí. Sevilla es un destino turístico perfecto en esta época del año que debe ir consolidándose», aseguró hace unos días el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz. Por ello, el Ayuntamiento prevé además de las clásicas actividades navideñas, «una programación cultural que más allá de los eventos tradicionales puedan convertir la ciudad en un destino tremendamente atractivo. No solo para los sevillanos sino también para aquellas personas que en un periodo de vacaciones familiar decidan pasar aquí unos días». De momento, pues aún hay mucho por desvelar de esa «oferta atractiva», se sabe que desde hoy la ciudad contará con 192 calles iluminadas, con varios árboles navideños –tres de ellos, en Santa Justa, plaza de Cuba y puerta de Jerez financiados por Caser–; habrá actividades en los distritos; iluminación alternativa en los huertos urbanos; el Alcázar volverá a ser protagonista de estas fiestas para los más pequeños; la Alameda, el Prado y la plaza de San Francisco acogerán pistas de hielo, tiovivos y una noria (en el Prado); y las Setas serán el epicentro un año más... Todo para completar esa «agenda muy diversa y variopinta para las familias y para todo el mundo» que haga que Sevilla se consolide como destino navideño.