Denuncian la inseguridad de una pasarela usada a diario por escolares

Los vecinos de Padre Pío alertan además de que han vuelto las escombreras a los terrenos que el Ayuntamiento limpió hace sólo año y medio

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
25 feb 2018 / 22:01 h - Actualizado: 19 feb 2018 / 09:43 h.
"Barrios","Cerro - Amate"
  • Separación de las juntas de la pasarela. / Fotos: M.Fernández
    Separación de las juntas de la pasarela. / Fotos: M.Fernández
  • Escombreras en el cercado del pozo.
    Escombreras en el cercado del pozo.

El camino al colegio entraña riesgo para los niños de Padre Pío. Más de un centenar de escolares cruzan a diario por una pasarela peatonal que no reúne las medidas mínimas de seguridad. «Las juntas de dilatación superan ya los ocho centímetros de anchura. No hay vallas quitamiedos. Hay restos de candelas, cristales rotos y hay que ir sorteando las ramas en la bajada. Cualquier día va a ocurrir una desgracia», denuncian padres y vecinos de esta barriada de Amate.

El puente lo construyó Renfe hace décadas para sortear la vía férrea que divide en dos el barrio. Los vecinos explican que desde su inauguración «nadie se ha hecho cargo del mantenimiento», por lo que el deterioro ha ido a más. «Cuando llueve, el agua cubre las ruedas de los carritos de bebé. Son diez centímetros de agua en unos 15 o 20 metros de distancia. Una «verdadera odisea», relata uno de los padres mientras que el representante de la asociación de vecinos Guadaíra, Francisco Martínez, alerta de otros peligros: «Están sin vallas desde hace tres años. En las juntas se han llevado la goma que saltó con el desplazamiento que tiene puente».

La reciente respuesta del distrito a las continuas quejas vecinales ha encendido aún más al barrio: «¿Sabes lo que dice [por el distrito]? Que cuando llueva, se vaya por el otro puente, que está mucho más lejos», dice Martínez.

Pero hay más obstáculos en este camino a clase: ausencia de acera, árboles con ramas secas y con riesgo de caída, y cristales de litronas por doquier en la calle Bollullos. «La limpieza y el mantenimiento del barrio es cero. Ni en las Tres Mil, hay zonas tan dejadas como esta», se lamenta otro vecino, que asegura que «no hay una oferta deportiva ni de ocio para los chavales» pese «a todos los solares vacíos que hay», a sólo 20 metros de las viviendas. «Se ha creado un nuevo vertedero sobre el antiguo canal. Está plagado de ratas, garrapatas... El camino de tierra es una zona de juego para los niños cada tarde», relata la directiva de la asociación.

En este sentido, los terrenos del cercado del pozo, a la entrada por la SE-30, han vuelto a llenarse de escombros después de que hace sólo año y medio el Ayuntamiento retirara 1,6 millones de kilos de basura y anunciara el adecentamiento de toda la zona como entrada al parque del Guadaíra. «Ya lo advertimos. Propusimos que se colocaran separadores de cemento para evitar la entrada de camiones. Hace unos días el distrito nos ha comunicado que van a tomar medidas desde el Cecop. Lo que tienen que hacer es dejarse de promesas y actuar ya en Padre Pío», concluye la entidad vecinal.